Mirar a China en su regreso al cotidiano

El periodista Chufang Lin, quien desde Beijing ofreció una charla virtual en el festival El Aleph de la UNAM, traza algunos ejes para leer el nuevo cotidiano del país donde se dio el primer caso de Covid-19

Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Después de atravesar por su momento más crítico a consecuencia de la pandemia por coronavirus, China poco a poco vuelve a la normalidad, cada día se puede sentir el tráfico, aseguró el periodista Chufang Lin, quien desde Beijing ofreció una charla virtual en el festival El Aleph de la UNAM.  Lin narró lo que ha pasado en los últimos tres meses en el país oriental a partir de cinco ejes temáticos, entre ellos: ¿Qué tan grave ha sido este desastre y cómo ha afectado la vida de los chinos?

«Honestamente el gobierno chino ha asumido un enorme precio. Por ejemplo, en el primer trimestre del año el PIB descendió un 6.8%. De hecho, no es sorpresivo que haya disminuido. Aun después de convertirse en un número real, ha sido muy difícil aceptar, porque estábamos acostumbrados al crecimiento, que se había mantenido por cuarenta años. ¿Qué significa que el crecimiento haya disminuido de forma repentina? Se tiene una preocupación por el futuro incierto.»

El comunicador se refirió a la desesperación como una sensación que se quedará grabada en la memoria de su país. Aseguró que una de las herramientas que les ayudó a salir adelante durante la cuarentena a mayor escala en la historia de la humanidad fue Internet, a la que llamó la «línea de la vida de los chinos».

«Lo que quiero decirles es que, durante este difícil periodo, el celular, el Internet y las compañías privadas de tecnología fueron de gran apoyo para nosotros. Conectaron mutuamente a las empresas, al transporte y  a la logística con todos los usuarios.»

Agregó que a pesar de que mil 400 millones de personas fueron obligadas a quedarse en casa, no hubo protestas, y esto se debió a que la «libertad» no es un tema tan sensible para la mayoría de los chinos, como lo es la seguridad y para la cultura china, el hogar es el lugar más seguro. También se refirió a las ventajas y desventajas del sistema político de su país.

«En primer lugar, tiene una potente capacidad de control y movilización, que puede llegar a todas las zonas y pueblos rurales. Esta capacidad utilizada para hacer frente a este desastre demostró una eficacia sorprendentemente alta. Un ejemplo es que en tan solo diez días se construyeron en Wuhan dos grandes hospitales a gran escala, con capacidad para 2 mil camas cada uno.»

Chufang Lin aseguró que entre los aprendizajes que la comunidad china obtuvo de la pandemia por coronavirus, está la revelación de un sistema sanitario público precario a pesar de los desarrollos económicos, y que el no lavarse las manos puede causar de la destrucción de una civilización entera.

«Creo que tener buenos hábitos de limpieza, es un indicador de ser civilizados, es algo que se nos requiere desde que somos pequeños, lavarnos las manos antes de comer y después de ir al baño; sin embargo, he visto algunas estadísticas en las que el 80%  de la población mundial no se lava las manos después de ir al baño y la mayor parte de las enfermedades infecciosas se transmiten a través de las manos. Creo que si no entendemos estas preguntas, en un futuro no muy lejano nos estará esperando un desastre aún peor.»


Tal vez te puede interesar esta nota parte de la serie de Noticias 22 Digital «Instantáneas de la emergencia sanitaria en el mundo», que relata el periplo de una familia china y mexicana que se quedó varada muy cerca de Wuhan muy al inicio de la pandemia. Madre e hijo hacen un ejercicio de memoria de lo que cada uno vivió en ese viaje.

Imagen de portada: AP Foto/Mark Schiefelbein