Rdacción/CDMX
Más de 150 nuevas empresas persiguen un objetivo ambicioso: producir carne sin necesidad de criar ni sacrificar animales, buscando que sea asequible y mantenga el sabor y la textura que conocemos.
Se espera que, en el futuro, la carne que se consuma se produzca de manera celular, “cultivada en laboratorio”, aspirando a reducir el impacto ambiental de la agricultura animal.
Los científicos actualmente trabajan en incrementar la escala de producción, reducir costos y mejorar las recetas.
El origen de las células varía según la empresa, pueden provenir de trozos de tejido, óvulos fertilizados o un «banco» de células.
Los científicos seleccionan células que pueden autorrenovarse y convertirse en células musculares y grasas para formar el tejido cárnico.
Luego, estas células se mezclan con proteína vegetal para transformarse en el producto deseado.
Believer Meats, empresa israelí, es uno de los pocos centros industriales que emplea la biología celular junto con California y Singapur para abordar el impacto ambiental de la creciente demanda de carne a nivel mundial.
Actualmente, Believer produce pollo y cordero cultivado, y tiene planes para carne de res, aunque este último es más desafiante debido a la dificultad para crear líneas celulares genéticamente estables a partir de animales más grandes.
Las empresas de carne cultivada en laboratorio buscan un rápido crecimiento, pero enfrentan desafíos como replicar la compleja estructura del bistec y reducir los costos de producción y venta.
Además, la regulación gubernamental en diferentes países presenta otro obstáculo, actualmente solo Singapur y Estados Unidos los lugares que permiten la venta de carne cultivada.
(Con información de AP)