¿Por qué nuestra orina es amarilla?

Redacción/CDMX

Todos los animales orinan para deshacerse de los desechos líquidos del cuerpo y en los humanos, una persona sana orina con un tono amarillo.

Durante mucho tiempo, los científicos no habían podido explicar qué es lo que le da ese tono, pero, un equipo de la Universidad de Maryland y los Institutos Nacionales de Salud creen que han resuelto el enigma.

En su estudio publicado este 3 de enero en la revista Nature Microbiology detallan que su búsqueda se basó en investigaciones que se remontan a la década de 1960, y en un experimento de laboratorio de tres años y medio de duración, para así poder encontrar que una enzima en el microbioma intestinal llamada bilirrubina reductasa es responsable del color de la orina.

Anteriormente, los científicos habían establecido que el color amarillo se debía a que el cuerpo eliminaba las células sanguíneas viejas, pues cuando los glóbulos rojos llegan a su fin del ciclo de vida -despues de 120 días- se degradan en el hígado.

Un subproducto en este proceso llamado bilirrubina -una sustancia color naranja brillante- se secreta del hígado al intestino.

Las bacterias que viven en el intestino convierten la bilirrubina en una sustancia incolora llamada urobilinógeno este se degrada en la molécula de pigmento amarillo llamado urobilina que da la coloración.

Lo único que no sabían los científicos era cuál era la enzima bacteriana responsable, pues los microbios intestinales no pueden vivir con el oxígeno atmosférico lo que complicaba la identificación.

Según menciona Brantley Hall coautor del estudio, es que ellos compararon los genomas de las especies exactas de bacterias intestinales humanas que convierten a la bilirrubina en urobilinógeno lo cual les ayudó a identificar a la bilirrubina reductasa.

En el microbioma intestinal existe una especie llamada firmicutes que es donde se origina esta bacteria. Examinaron genéticamente los microbiomas intestinales de más de 1,000 adultos para encontrar el gen en la orina.

Obteniendo como resultado que el 99,9% de ellos tienen bacterias intestinales que aportan el gen de la bilirrubina reductasa.

Lo que les emociona a sus autores es que esta investigación podría servir para desarrollar mejores tratamientos para enfermedades como la EII o enfermedad inflamatoria intestinal, la ictericia e incluso los cálculos biliares.

(Con información de PopSci)

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