Una charla con el músico Alex Mercado sobre el jazz y su creación desde el encierro

El músico señala que las plataformas de música se han revelado un gran aliado, pero espera el regreso a los escenarios y a un modo de trabajo que remunere y haga sostenible su quehacer

Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Alex Mercado es uno de los músicos más destacados de la escena actual mexicana. Su actividad permanente lo ha llevado a participar en cinco ocasiones en el afamado Festival Eurojazz del CENART, que componer y grabar cada año nuevo material discográfico. Actualmente, trabaja en proyectos apoyados por la beca del FONCA en Creadores Escénicos con Trayectoria y el jueves 21 participará en el encuentro “Puentes culturales en la era de la hiperconectividad entre México y la Unión Europea”. Pero, sin la posibilidad de encontrarse con el público a través de presentaciones en vivo, debido a las medidas sanitarias por la pandemia, busca otras vías para llegar a los amantes del jazz. En entrevista para Noticias 22 Digital, Mercado habla de plataformas digitales y música, de la sobreoferta de contenidos en línea y de la improvisación musical, tema de un libro que presentará cuando el Covid-19 lo permita.

«Se nos han cancelado todas las fechas, prácticamente, del resto del año. Todo ha estado están en una constante reprogramación. Así que no tendremos manera de generar ingresos como era antes. Muchos músicos están recurriendo a las clases en línea, como una actividad alterna para generar. Sin embargo, el quehacer principal, en mi caso, es la creación, la grabación de discos y una cercanía con el público a través de los conciertos en vivo, que ahora no son posibles. Las plataformas digitales ya las teníamos antes, como una manera alternativa de generar ingresos. Gracias a estas plataformas mi música se ha empezado a difundir de una manera más extensa, creo que ese antecedente ahora ha sido a favor, es decir, al usar estas plataformas antes de la contingencia; ahora ya tenemos posibilidad de generar ingresos, aunque sea mínimos, a través de las diferentes plataformas digitales.

Ahora, de manera repentina, recibo encargos de videos para ser transmitidos en vivo. Videos comisionados y conciertos en línea; y creo que esa es la nueva manera de generar ingresos, por lo menos por un tiempo. Porque también las instituciones quieren generar contenido, quieren continuar promoviendo la cultura como el Palacio de Bellas Artes, la Secretaría de Cultura federal, las universidades, quieren seguir reconfortando a la sociedad a través de la cultura. Saben que no se genera sola, la generan los artistas en conjunto a las instituciones; necesitamos reforzar vínculos para que el trabajo del artista sea sustentable.

Sin embargo, habido un exceso de oferta en transmisiones en vivo, en contenido musical y artístico en línea; creo que eso a la larga nos puede afectar. Porque lo que debemos de hacer los músicos es comenzar a revalorar nuestro trabajo, para poder cotizarlo desde un vídeo, una entrevista, un concierto en línea, que tenga un costo al público. En Japón y otros países están intentando hacer una industria de streaming on line, muchos pensábamos que no es posible comprar conciertos on line; sin embargo, yo siento que, con la producción y calidad adecuada, es posible generar conciencia en el público sobre el apoyo que necesitamos los artistas para poder seguir generando el contenido, por lo menos un tiempo, y que siga siendo costeable y autosustentable, por el bien y la permanencia de la cultura.»

¿Crees que ésta es una inquietud de los músicos en el mundo?

Es una inquietud global, sin embargo, en muchos países, principalmente de Europa, mis amigos me dicen que es mucho más fácil conseguir apoyos porque esos apoyos se han venido dando hace tiempo como parte de una política cultural. En Europa si eres un artista y demuestras que tus ingresos no son suficientes, el Estado te apoya. La perspectiva es diferente, pienso que en esos países muchos músicos buscan esos apoyos en lugar de buscar nuevas oportunidades para hacer más atractivo su quehacer, de una manera totalmente independiente. Como tú sabes, lo hemos platicado en otras ocasiones, a mí me gusta la autogestión, no tengo mánager, estoy seguro que el músico puede por sí solo generar atención a su trabajo y oportunidades de ganar ingresos, a través de estar activo en redes sociales, de crear un sitio web.

Yo creo que muchos músicos en esta contingencia se están dando cuenta de lo que no hicieron antes: no tener cuenta de Instagram, no tener un sitio, no tener grabaciones. Esta contingencia nos despierta para ver qué es lo que tenemos que hacer para convertir nuestro arte en algo sustentable a corto y a largo plazo.

¿Hablas de una profesionalización de todas las partes involucradas en la producción de contenidos creativos en México, a la altura de las circunstancias?

Así es, antes no teníamos tantas herramientas y tantas posibilidades para grabar, difundir y transmitir la música con buena calidad. Especialmente músicos de mi generación para arriba, tenemos que estar en la vanguardia. Por ejemplo, está la plataforma Patreon, en donde la gente puede financiar directamente para la producción de un artista, es una forma para encontrar modos de cooperación y patrocinio.

Claro, también es cierto que muchos a veces no tenemos tiempo para hacer todo esto porque la mayor parte del tiempo sobrevivimos de dar clases. Sin embargo, me parece que hay una parte de la industria que está consciente de lo que ocurre y está dispuesta cambio, pero otra parte, todavía está aletargada y mareada del primer impacto de esta crisis.

¿Qué iniciativas de plataformas mexicanas para música hay ahora?

Hay una de Meximm A.C. para hacer conciertos en línea en el Centro de Artes Escénicas de Guadalajara. La parte de los espectáculos está uniéndose, está creando alianzas. Esta es la época de las alianzas, es la única forma de salir adelante. Ya no podremos encerrarnos en nosotros mismos. Yo soy positivo y creo que lo vamos a lograr, pero también nos tenemos que equipar, comprar un buen micrófono, debemos tener una buena señal de internet para que no se traben nuestras transmisiones. Debemos de tener nuestras cosas, lo que es un desafío porque el sector artístico no tiene ahora los ingresos que tenía antes, entonces es paradójico tener que invertir en este momento para poder tener ingresos en una situación totalmente impredecible. Nadie sabe qué es lo que va a ocurrir, lo estamos descubriendo paso a paso.

El año pasado conversamos en torno a tu álbum Convergencias, resultado del apoyo del FONCA, entonces comentaste que desarrollabas otras entregas con este apoyo.

Así es, el apoyo es por el programa Creadores Escénicos con Trayectoria, emisión 2017, comenzó en 2018 y termina en 2020. Está programada la producción de un disco en trío para el que estoy componiendo y un libro con mi metodología para aprender a improvisar en jazz, es un método pedagógico. Son dos proyectos en los que estoy trabajando por el momento. Dependiendo cómo sea el regreso a la “normalidad”, veremos si doy concierto para presentar en vivo este disco, así como presentar el libro, como sabes el último cuatrimestre del año está por definirse.

La música es un idioma impresionante, porque te permite el desarrollo de un lenguaje personal y, a través de él, puedes dialogar con personas de cualquier nacionalidad. Tal vez sea en la improvisación en donde eso queda más claro; ¿cómo definirías tu estilo de improvisación?

Creo que estoy en la búsqueda constante de ser elocuente, porque como dices, la improvisación se asemeja a un idioma. Esa elocuencia con la cual podemos expresar nuestras ideas y sentimientos, nuestras emociones con un idioma que conocemos a la perfección y que nos sirve para poder arrojarlos al mundo, es lo mismo que quiero hacer con la música.

La improvisación maneja los tres elementos de la música: ritmo, melodía y armonía. Para mí, el mejor ejemplo de jazzear es lo que ahora hacemos tú y yo, hablar, no tenemos un guión escrito, no sé qué me vas a preguntar y tú me preguntas a partir de mis respuestas. Estamos los dos en el presente, es esa sorpresa continua, esa adaptación, esa necesidad de cambio la que quiero imprimirle al jazz. Mis influencias clásicas me otorgan un ingrediente estructural, definido, específico, que le da a la música la posibilidad de trascender en el tiempo, más allá de sus lenguajes, hay un ingrediente emocional, tal vez podríamos decir que es un ingrediente espiritual. En cuanto a mi influencia del jazz, le impregna la habilidad de modificarse ante las exigencias del momento presente, ante las exigencias de la interacción con los integrantes de mi grupo, Gabriel Puentes en la batería e Israel Cupich en el contrabajo, quienes me arrojan ideas, preguntas, respuestas, reacciones y yo tengo que convertirlas en música, en diálogo. El jazz nos enseña que todo, incluso esta contingencia, esta crisis, el sufrimiento y el dolor, pueden ser convertidos en algo positivo.

¿Improvisar como Joe Zawinul o Keith Jarrett?

Sí, yo creo Miles Davis es el promotor de esta escuela de la sorpresa, la escuela de la libertad, la escuela de no tocar lo mismo al día interior, de no buscar tu sonido, si no escapar de él. Joe Zawinul, Wayne Shorter, Weather Report, Miles Davis, con todas sus incursiones al mundo de la fusión, responden a la necesidad de cambio que tenemos los artistas, la necesidad de decir algo nuevo a través de la música, sin recurrir a clichés del pasado, asimilando la fuerza del presente y convertiéndola en música nueva, que pueda ser disonante, o consonante, o pueda evocar imágenes en el sentido programático de la música, o puede ser absoluta, o puede obedecer a un impulso del momento más que la conjetura o la intelectualización de la música.

Es una lástima que todavía te encuentras a gente que no se permite el encuentro con todas estas posibilidades que ofrece el jazz y la etiquete como música elitista, música para queso y vino, música para elevador o para viejitos. Tiene mucho que ver con qué es lo que busca la gente cuando escucha, quizá quiere la misma experiencia siempre. La virtud más importante del jazz es sacarte de la zona de confort para presentarte música nueva. En el jazz mexicano hay muchas buenas propuestas que merecen ser escuchadas y requieren de un público mayor.

Has participado en varias ocasiones en el Festival EuroJazz, organizado por el Centro Nacional de la Artes y la Embajada de la Unión Europea en México. Ese contacto con músicos de varias nacionalidades, ¿qué te ha dejado?

He participado cinco veces en el Festival Eurojazz, la primera ocasión acompañando a Louise Phelan (Irlanda); después acompañé a Hanne Tveter (Noruega), su estilo mezcla ciertas canciones nórdicas con algo de flamenco; también acompañé a dos de los más importantes músicos de la escena italiana, a Luca Santaniello y Emanuele Cisi; y en dos ocasiones el CENART me invitó a participar representando a México con Alex Mercado Trío.

Lo importante también del Eurojazz es que presenta diversidad de estilos dentro del jazz, algunos vanguardistas, contemporáneos, free jazz. Yo me entiendo muy bien con los músicos europeos, mi estilo podría ser etiquetado como jazz europeo, me lo han dicho. Tal vez porque una de mis principales influencias es la música clásica, desde Chopin, Beethoven, Mozart y Rachmaninov. Y ese ingrediente trato de plasmarlo en mis composiciones y trato de fusionar con el jazz. Una de las virtudes del jazz es que absorbe como una esponja, como dijo Dave Brubeck, las influencias de cualquier estilo, incluso las músicas folclóricas y regionales.   

¿En qué trabajas actualmente?

Eso por el momento, también estoy trabajando con la Universidad Autónoma Metropolitana, me ha pedido un video para inaugurar su trimestre y la Alcaldía Miguel Hidalgo me ha comisionado un concierto en línea. Nada se compara a un concierto en vivo, no se puede parar, hay que encontrar cualquier manera para seguir haciendo música, pero también tiene que ser sustentable para nosotros. Necesitamos ese recurso para seguir adelante.  

Alex Mercado cuenta con su propia página web: http://www.alejandromercado.com/

El jueves 21 de mayo a las 11 horas. participará en la conversación trasatlántica vía internet: “Puentes culturales en la era de la hiperconectividad entre México y la Unión Europea”. Aquí puedes leer toda la información. Para participar en la conversación debes registrarte en la siguiente dirección: https://bit.ly/2WJl69q