Por Irma Gallo
LOS ÁNGELES, Estados Unidos, 20/05/13, (N22).-
La experiencia que significa dejar el país de origen y todo lo que uno quiere para empezar de nuevo en otro, en busca de una vida mejor, se analizaron en el panel «La migra, la migraña y la migración», organizado por UC Mexicanistas de la Universidad de California, en Los Ángeles.
La escritora Rosa Beltrán recordó a una mujer joven, de unos 35 años, sentada en la parte de atrás de una motocicleta, abrazada a un hombre: «estaba peinada con una cola de caballo y nos dice adiós con la mano. El hombre es su amante. Ella se va con él de México a Guatemala. Yo la observé pensando en la palabra amante, la conozco en teoría pero no en la práctica. Tengo 14 años. La última imagen de esa mujer es la cola de caballo agitándose al viento. Una vez que la veo partir entro en mi casa y me ocupo de revisar las tareas de mis hermanos. A veces pienso en la mujer que se fue. Esa mujer es mi madre. Cuando el otro se va, ¿uno inmigra o emigra?».
Para Sandra Lorenzano, la migración, incluso cuando nos da migraña, es algo que nos enriquece. Es algo que suma. Lo que es más importante en la migración no es la resta, sino la suma. «Aquello que nos va conformando de manera cada vez más compleja, más múltiple, con identidades diversas que se nos van sumando»
Una de las académicas de la UC, Claudia Parodi, explicó que sin lugar a dudas, el migrar es dejar algo de nosotros mismos atrás, pero migrar también es encontrar algo nuevo que nos ilumina, nos renueva, nos cambia y nos hace distintos.
«Si cada uno de nosotros nos preguntáramos qué hemos encontrado en los Estados Unidos seguramente las respuestas serían muy diferentes. Sin negar la importancia de todo lo que dejé en México, mi país de origen, puedo decir que encontré grandes amigos que hablan de distintas maneras», finalizó.
«La migra, la migraña y la migración» se llevó a cabo en el marco de la Feria del Libro en Español de los Ángeles.
Imagen: http://bit.ly/10Iul2S
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