El problema de los manifestantes va más allá de la toma de Rectoria: investigadores

  • “El problema no es la toma”, Diego, estudiante de Desarrollo y Gestión Intercultural.
  • “A lo largo de la historia
    se han acumulado las demandas de los estudiantes”, Massimo Modonesi, investigador
    UNAM.
  • “No se está atendiendo a las
    demandas de los jóvenes, hay animadversión de intelectuales, académicos y políticos,
    que se traduce  en los medios”, María Eugenia
    Valdés, investigadora UAM-I.

Por Alizbeth Mercado
@alizbeat
CIUDAD
DE MÉXICO, México, 01/05/13, (N22).-
 “Creo que hay un debate que se está suscitando.
Es un tema más complejo en torno a las posiciones que estamos escuchando. La
toma es emblemática, desde mi postura creo que hay una tendencia a estigmatizar
y criminalizar a los estudiantes, acá hay una cosa delicada”, comentó, Massimo
Modonesi, jefe del Centro de Investigaciones Sociológicas y académico de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El 19 de abril un grupo de
alumnos del CCH Naucalpan tomaron las instalaciones de la Rectoría de la UNAM.
Portaban pasamontañas, pintaron consignas en los vidrios del edificio y
decidieron permanecer ahí para demandar la inserción de los alumnos expulsados
del CCH Naucalpan, tras la toma del plantel en febrero pasado; así como la
reforma en el plan de estudios.
Que los alumnos no mostraran
sus rostros fue factor de sospecha, alumnos de la máxima casa de estudios, los
medios y la opinión pública pensaron que no eran estudiantes y se trataba de
infiltrados o “porros”. 
Para Modonessi, está presente el espectro de la huelga
del 99: Cada vez que hay alguna señal de movilización surgen fantasmas y un exceso
de preocupación. Yo condenaría la toma, pero estoy a favor del diálogo y sin policía,
sí hay expresiones radicales, las demandas que tienen los estudiantes se pueden
discutir, pero no significa rasgarse las vestiduras.
Sin embargo, -añadió el
sociólogo- usar la especulación e hipótesis, como argumento se vuelve en un
arma muy peligrosa, decir que los movimientos son manipulados, da la impresión
de que ningún movimiento en última instancia es legitimo; exagero, pero la
lógica se puede extender.
Por otra parte, la
investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana(UAM), María Eugenia Valdés,
piensa que sí hay un trasfondo político, “no quiero ser escandalosa o
alarmista, fue una cosa muy por encima de las prácticas del movimiento
estudiantil universitario de los últimos años que están basado en la toma de
acuerdos en la asamblea y en este caso no lo hubo, no tuvo eco y es una cosa
focalizada, no fue un movimiento una protesta de grupo pequeño”.
Ambos investigadores
coincidieron en que la acción fue desmedida en este caso, que quizá no existió un
consenso previo para buscar el apoyo de otros sectores estudiantiles y que la
acción estuvo focalizada. Varias facultades y centros de estudio apoyaron la
protesta, sin embargo proponían a ambas partes reconocerse y escuchar las
demandas.
**
El viernes 26 de abril, una
semana después de la toma, caminé por “Las Islas” en la UNAM. Iba en búsqueda
del campamento que armaron varios simpatizantes, no los encontré. Sin embargo,
un grupo de la Facultad de Filosofía y Letras pegaba anuncios que proponían tanto
a las autoridades como a los alumnos, el diálogo.
Diego, estudiante de Desarrollo y Gestión Intercultural, charló conmigo y con un sustento en la Teoría del
Conflicto de Johan Galtung, me dijo que:

El
problema es que hay ausencia de diálogo de ambas partes. Por el lado de los
estudiantes hay miedo y no hay un diálogo efectivo. Ha generado que la atención
se vaya a la toma, la forma es un efecto, hay que ver las causas y caes en
esto, es un espiral de violencia.

Desafortunadamente
estigmatizan, pero pocos intentamos desmenuzar el problema. Queremos una
convivencia, el problema está inflado. Está acción va a formar una mayor
conciencia de que el problema no es la toma.

La
escalada de violencia es a nivel nacional, una estrategia para deslegitimizar a
los estudiantes y la sociedad se harta de esa información.
El comentario de Diego, me
hizo recordar lo que la doctora Valdés comentó respecto a la postura política
de los jóvenes universitarios –no generalizada- de todo el país.
“No se está atendiendo a las
demandas de los jóvenes, hay animadversión de intelectuales, académicos y políticos
que se traduce  en los medios. Si no se
da cause a la inconformidad, que tiene muchas razones: no hay futuro, los
estudios ya no dan garantía de seguridad, se estudie en instituciones privadas
o públicas.  En el caso de públicas era
el medio de movilidad social por excelencia, si no vemos eso no estamos viendo
la película completa. No se están instrumentando políticas hacia los jóvenes,
sino tendremos mucho más”.
Asimismo también se
relaciona con lo que piensa Modonessi sobre  los vicios y virtudes que posee la máxima casa
de estudios del país: A lo largo de la historia se acumularon demandas de los
estudiantes. Falta poco para que empiecen a sumarse peticiones y sectores a un
movimiento que pudiera surgir. La inteligencia de las autoridades debería estar
en el diálogo, no digo que no lo tenga, pero veo sectores reaccionarios que
empujan hacia la decisión represiva.
Después de platicar con
Diego, subí las escaleras hacia el edificio de Rectoría. En realidad el mural
de David Alfaro Siqueiros no estaba dañado, quizá le falta conservación, pero sólo había consignas
en las ventanas.
En la explanada había un maestro
de la Prepa 6, quien daba una charla a varios jóvenes sobre las obligaciones y
derechos que tiene un estudiante de ese nivel. Me acerqué a un encapuchado, le pregunté
si podía platicar con él un momento. Dijo que no, porque charlar con medios de
manera personal les quitaba tiempo y estaban preparando el anuncio de ese día,
el cual se daría de forma general a todos los medios. Agregó que preferían
hacerlo de esa forma, para evitar tergiversación de sus palabras.
***
Pasaron 12 días de protesta
y hoy los manifestantes dejaron las instalaciones del Rectoría, aseguraron que
las autoridades aceptaron el diálogo. El próximo 9 de mayo a las 13:00 horas,
el Rector José Narro Robles y los alumnos del CCH discutirán las demandas.
“Debido a que hay un acuerdo entre ambas partes hemos decidido desalojar
las instalaciones como muestra de disposición para resolver este conflicto y
para evitar la polarización de la comunidad universitaria», aseguraron a los medios.
Entretanto, para Massimo la  solución además de la llamada al diálogo es
que se dejen las dudas sobre otro camino, que no haya duda que en la
universidad solo hay el camino del diálogo. No hay que magnificar, creo que son
jóvenes que puedes equivocarse pero la universidad debe ser suficientemente
inteligente para darse cuenta que para eso está el espacio educativo y no para
castigar en forma sobredimensionada.
“Está bien que no haya
habido represión, se caería en la provocación, creo que actuaron bien las
autoridades, sino se enciende un acto muy seco, la inconformidad de los jóvenes
tiene sus causas. La represión debe ser el último recurso de la autoridad. Cuando
castigas significa que actuaste mal y debes reprimir porque no hay legitimidad,
en caso de la política  así es”, concluyó
Valdés.
Imagen:http://bit.ly/11DpbHF
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