Investigadora de la UNAM se capacitará en el Programa de Entrenamiento para Inspectores de los Ensayos Nucleares

Distrito Federal, 25/07/12, (N22).-  Claudia Arango Galván, investigadora
del Instituto de Geofísica, representa a la UNAM en el Segundo
Ciclo del Programa de Entrenamiento para Inspectores Subrogados de
la Organización del Tratado de Prohibición Completa
de los Ensayos Nucleares (OTPCEN), en el que ha recibido entrenamiento
durante dos años por parte de la División de Inspección
en Sitio (IS).

La universitaria, junto con Hermilio Navarro
Ortega, de la Secretaría de Energía, son los únicos
mexicanos que participan, de forma activa, en esta capacitación
internacional.

Desde que se integró al Programa de
Entrenamiento de la OTPCEN, ha asistido a cinco talleres, la mayoría
en la sede principal de Viena, Austria. Las reuniones duran de una
a tres semanas; ahí se preparan para entrar en acción
ante la eventualidad de verificar alguna explosión nuclear.
Sin embargo, por el momento no es posible efectuar esto porque el
tratado aún no entra en vigor.

La OTPCEN está conformada por tres
divisiones principales: el Sistema Internacional de Vigilancia (SIV),
que tiene una red mundial de monitoreo sísmico, hidroacústico,
infrasónico y de radionúclidos; el Centro Internacional
de Datos (CID), que concentra, analiza y almacena información
reunida por la primera, y la IS, encargada de llevar al cabo verificaciones
si el CID encuentra evidencias suficientes de que hubo una explosión
nuclear a partir de datos proporcionados por el SIV y un país
firmante del tratado la solicita.

Una inspección en sitio tiene lugar
si un país es sospechoso de haber efectuado una prueba nuclear
prohibida en su territorio y no ha demostrado fehacientemente lo contrario.
Si los datos proporcionados por el CID señalan evidencia con
duda, ésta debe verificarse directamente en el sitio señalado.

Asignada al grupo Técnicas del Periodo
de Continuación (CPT, por sus siglas en inglés) por
su formación como geofísica, la entrevistada participó
en abril pasado en un ejercicio donde se simuló la puesta en
marcha de uno de estos procesos de verificación, en el que
se le pidió trasladarse a Viena a la brevedad, como pasaría
en un caso real de inspección.

Estas actividades son parte de la formación
como futuros inspectores y cubren aspectos relacionados con el tratado,
las técnicas permitidas, seguridad radiológica y liderazgo,
entre otros aspectos. Se busca que la instrucción recibida
sea puesta en práctica en un ejercicio integrado en 2014.

Arango señaló que su participación
en la IS ha sido enriquecedora por las cuestiones prácticas
aprendidas y, sobre todo, por la posibilidad de relacionarse con colegas
de otras instituciones, porque en este segundo ciclo de formación
hay alrededor de 60 participantes de más de 40 naciones.

“Desde mi inclusión, los contactos
académicos y el intercambio con colegas de otros países
han resultado valiosos”. En este sentido, refirió un
par de casos, uno en Estados Unidos, y otro en Francia.

Procesar e interpretar datos, uso de técnicas
como prospección magnética, gravimétrica, radar
de penetración terrestre y mediciones de conductividad eléctrica
son algunas de las cuestiones que más interesan a la universitaria.
A la espera
Desde 1945, se hacen pruebas nucleares, según
el Stockholm International Peace Research Institute y www.ctbto.org.
Hasta 2009, se habían realizado dos mil 54 ensayos en diferentes
partes del globo.

La Unión Soviética, EU y el
Reino Unido firmaron en 1963 el Tratado de Prohibición Parcial
de los Ensayos Nucleares (TPPEN). México, por su parte, ha
sido un promotor entusiasta de estas iniciativas al ser partícipe
del Tratado de Tlatelolco que estableció, en 1967, el compromiso
de los países de Latinoamérica y el Caribe de ser una
zona libre de armamento nuclear. Ese mismo año se signó
un acuerdo que estableció que no se realizarían pruebas
en el espacio exterior.

En 1996, México firmó el TPCEN,
documento depositado en Naciones Unidas; tres años después,
ratificó el compromiso. A la fecha, 183 Estados han signado
el protocolo, pero sólo 157 lo han ratificado. Existe una lista,
el Anexo 2, conformada por 44 países con capacidad nuclear.
Para que el tratado entre en vigor, los países miembros del
Anexo 2 deben realizar ambas acciones; sin embargo aún quedan
tres países sin hacer lo primero y ocho lo segundo.
Foto: UNAM





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