Atenco, un hervidero de ideas en contra de la «imposición»

  • Pablo González Casanova habló ante integrantes de varias organizaciones 

Por Rafael Cervantes
Estado de México, México, 17/07/12, (N22-Corresponsal).- Los volcanes, ataviados de impecable blanco, sirven de referencia para llegar a los antiguos dominios de Nezahualcóyotl, el rey poeta. Autobuses repletos de estudiantes circulan por la carretera a Texcoco que, cual si fuera Quetzalcóatl, serpentea por un valle rodeado de cerros. Ecatepec, Tezoyuca y Chiconcuac abren paso a Atenco (“a la orilla del agua” en náhuatl), sede de la primera Convención Nacional contra la Imposición.

El viejo rey texcocano bajó de su pedestal para dar la bienvenida a través de una manta colgada en un puente peatonal frente a él. “Bienvenidos a la Convención Nacional contra la Imposición. ¡Prohibido rendirse!”, reza. Al entrar por la calle que lleva al centro de San Salvador Atenco, los candidatos del PRI hacen lo mismo a través de su propaganda (que ahora es basura). Lo contradictorio es que en un pueblo “tan incendiario” tricolor haya ganado la alcaldía.

Una explanada pequeña, con jardineras que más tarde funcionarían como dormitorios, es el punto de encuentro. En lo alto del reloj de la iglesia, ubicado en la puerta principal, San Salvador y sus ropas doradas miran llegar a cientos de personas de todos los rincones del país: Oaxaca, Hidalgo, Chihuahua, Jalisco, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero, Veracruz, entre otros, además del Distrito Federal y su área conurbada.

¡Buenos días Enrique!
A las nueve de la mañana comenzó el registro y la entrega de acreditaciones. Una hora después, la bienvenida corrió a cargo de algunos integrantes del movimiento #YoSoy132 y del Frente Popular en Defensa de la Tierra (FPDT). Emiliano Zapata, plasmado en un mural al lado del presídium, miraba con orgullo y nostalgia el despertar de sus hermanos mexicanos que, como hace casi 102 años, están cansados de tanta injusticia y buscan evitar a toda costa una supuesta “imposición” de Enrique Peña Nieto. “Si Zapata viviera, con nosotros estuviera”, gritan en las marchas; hoy se cumplió, y escucha con atención a Trinidad, la esposa de Ignacio del Valle.

Para Trinidad no es una casualidad que la Convención se realice en Atenco, pues “Peña Nieto, a quien hoy se pretende imponer como presidente de este país, es el mismo responsable que ordenó la represión en San Salvador Atenco, los días 3 y 4 de mayo del 2006 en que se cometieron los asesinatos de Alexis Beunhumea y Javier Cortés”, señaló. El resultado: 207 detenidos de manera arbitraria, así como transgresiones a los derechos humanos, traducidas en personas golpeadas por policías, encarcelados y violaciones sexuales que continúan impunes.

Pero ¿por qué luchar si la imposición ya avanzó un 50 por ciento en la pasada elección? Trinidad tiene la respuesta: si el prinosaurio llega a la silla del águila, dichos abusos pueden producirse a escala nacional.

Para ese momento las sillas ya eran insuficientes para los asistentes, quienes se contaban por cientos, ubicados bajo dos enormes lonas de color rojo y amarillo. Los aplausos, los gritos de aliento no se hicieron esperar; “el encabronamiento juvenil” canalizado de manera pacífica, algo que también sintió Ignacio del Valle, líder del FPDT, encarcelado después de lo ocurrido hace seis años, y que reflejó en sus palabras: “hoy es el día que la lucha continúa, tenemos que encausar esa rabia, esa impotencia, ese dolor y quizá ese miedo que tenemos que ocultar a veces cuando nos sentimos solos, pero hoy no estamos solos”.

Y así, de la mano de esa misma palabra, a través de la oralidad, como en los tiempos del rey poeta de Texcoco, hizo acto de presencia Pablo González Casanova, ex rector de la UNAM, que manifestó su apoyo a los estudiantes, quienes del actual dirigente universitario no sienten el mismo respaldo que diera Javier Barros Sierra al movimiento estudiantil de 1968. Por medio de una carta pidió trabajar muy a la Facebook, o sea, como una organización de organizaciones articulada en redes de colectivos que se comuniquen personalmente, así como en la realidad virtual, con el fin de encauzar la lucha social y los procesos de enseñanza-aprendizaje. También habló –o más bien, escribió– de la pluralidad de ideologías (que más tarde saldría a relucir en las mesas de trabajo), ya que la Convención no debe moverse con una sola ideología, sino que favorecer el diálogo para tomar decisiones.

Hervidero de ideas
Entonces fue momento de dar paso a las siete mesas de trabajo en las que se hicieron propuestas para evitar “que Peña consuma el fraude y tome posesión, para la organización de la convención y el plan de lucha”. De la una a la cinco de la tarde, fueron ubicadas bajo las lonas puestos de playeras y demás souvenirs “revolucionarios”, por lo que no era raro ver camisetas con la leyenda “YoSoy132” o “¡Ya basta!” (En alusión al EZLN), así como aquellas con el águila juarista provenientes del Morena.

El los arcos del Palacio Municipal, pintado de color verde como el agua de su nombre, se instaló la mesa siete, mientras que la seis estuvo en el interior de la Casa de la Cultura “José Enrique Espinoza Juárez”. Afuera, unos cuantos policías se encargaban de la seguridad, en sus caras se podía notar la pregunta ¿Qué hago aquí?

Propuestas y propuestas producidas en serie, una tras otra en todas las mesas. “Marchas” dice uno. “Hay que bloquear carreteras” dice otro. Una más, al fondo: “mejor hay que quitar las plumas de las casetas para que nadie pague”. “Paro nacional” gritan por allá. Y comienza el disenso; “¿Cómo hacer un paro nacional de parte de los obreros, si ellos arriesgan su propio patrimonio y el de su familia? Hay que hacerlo paulatinamente, primero medir fuerzas”, argumentan otros.

En su mayoría hay jóvenes, estudiantes de la UNAM, del Poli, de la Metropolitana; pero también de la Ibero, uno que otro de la Anáhuac y de La Salle. También había gente madura: académicos de dichas instituciones, campesinos, miembros de SME, amas de casa, gente del Morena y de organizaciones como México sin PRI (nacida apenas unas horas después de que se cerraron las casillas el pasado 1 de julio), la Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero (UPOG) y la Sección 22 de la CNTE, pero todos con ese espíritu rebelde.

“¡Cacerolazos!”, proponían en la mesa seis, establecida por estudiantes de la ENAP. “Cerrar edificios públicos” pedían más allá; caravanas al norte y al sur de país, movilizaciones en fechas como 16 de septiembre, 2 de octubre o 20 de noviembre, proponían otros. Todo mientras apuradamente un secretario anotaba lo que escuchaba en su Ipad, y Enrique, representante de #YoSoy132 Yucatán moderaba. Se caldearon los ánimos, el reloj de la iglesia debería marcar las tres pero no sirve. Igual que la música, la comida calma a las bestias y tras poco más de cuatro horas de discusión era hora de ir a comer.

La comida está lista, y no hay mejor momento para liberar la tensión que la comida. Los anfitriones hicieron el esfuerzo para alimentar a los visitantes, que, para no hacer basura, llevaban su propio plato y vaso “¡Qué bien sabe la comida entre gente como tú, que ha asumido el compromiso de mejorar su realidad!”

Tú lucha es la mía también
Con intercambio de ideas transcurrieron las horas. Por la noche nuevamente se encendía el ánimo revolucionario, luego de una intensa lluvia que parecía apagarlo, pues una comitiva de campesinos procedente de Cherán, recibida por Ignacio del Valle, llegó para manifestar su apoyo. “¡No están solos, no están solos!”, era el grito que se desviaba por todas las calles del pueblo, para que el mundo sepa “que unidos nadie los vencerá”.

La lluvia no paraba, Tláloc parecía molesto con sus vasallos por no rendirle ofrendas, y los tenía arremolinados bajo las lonas como un enjambre de abejas. Los comuneros de Cherán ofrecieron su resistencia y reafirmaron la lucha en defensa de sus tierras, y por un gobierno autónomo que realmente represente al pueblo, quien en realidad debe tener el poder, no la partidocracia. Desde abril del año pasado, la resistencia se ha convertido en un estilo de vida para ellos, triple resistencia: ante los poderes estatal, federal, y por si fuera poco, el narco. Pero ninguno los amedrenta, y en sus miradas se nota la determinación para llevar su lucha a buen puerto, buscando la unidad para no quedar aislados, navegando sin rumbo, cansándose y claudicando. “No, la dignidad es primero”.

“¡Hombro con hombro, codo con codo, Cherán, Cherán, Cherán somos todos!” fue el grito de guerra esa noche. Trinidad, de manera simbólica, les entregó un machete como símbolo de la defensa de la tierra.

Campamentos, por aquí, tiendas de campaña por allá, bultos humanoides más acá, se esquivaban al igual que los charcos como campo de minas. El patio de la casa de la cultura lucía lleno y todos buscaban un lugar para poder descansar un poco y tender su ropa mojada. Ya mañana al despertar, la lucha seguirá.

Plenaria efervescente
El cielo gris del domingo poco a poco se despeja. Un halo dorado de luz como el resplandor de San Salvador se asoma por entre las nubes. Las campanas de la iglesia llaman para ir a misa. De los autobuses Teotihuacanos descienden más jóvenes que decidieron arribar el segundo día de la Convención. Instintivamente caminan a prisa, como si supieran que la asamblea plenaria está a punto de comenzar.

En la mesa seis Enrique informa a los recién llegados las propuestas formuladas un día antes. Otros compañeros que no pertenecen a #YoSoy132 mencionan las acciones que han tomado dentro de sus comunidades. Chano, de la UPOG, propone impulsar la abolición de los congresos federal y locales, y en su lugar dar representación directa a los pueblos, quienes son la primera autoridad. Otro joven, cuya organización realizó la protesta y boicot a las tiendas Soriana de Tlalpan, menciona que La Jornada lo publicó. Aplausos. Sin embargo, cuando se habla nuevamente del paro nacional hay disyuntivas sobre cómo van a reaccionar los trabajadores. Pero ya no hay tiempo, es momento de ir a la plenaria.

En la mesa directiva se leen las propuestas formuladas un día antes. Se comienza a votar, pero hay gente que quiere que se lean otra vez. Ya se leyeron, ya no. Que se vote. ¿Quién vota porque se vote? Se vota. Pero la votación se estanca cuando debe decidirse la acción del 20 de noviembre, pues no se resuelve si se realiza la Segunda Convención o hay un paro nacional. Se opta por leer todas las propuestas y contrapropuestas para luego votarlas; las fechas también se dejan para después.

Una a una se votan las actividades. Se acepta una Jornada de Lucha contra la Imposición para el primero de septiembre, día del Sexto Informe de Gobierno y la toma de posesión de diputados y senadores, con una movilización del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al Palacio Legislativo de San Lázaro; luego el seis, un bloqueo de carreteras y levantamiento de plumas en las casetas; antes, el 22 de julio, marcha nacional.

En las mociones de procedimientos se pierde mucho tiempo; en las propuestas de tiempo peor, pues son comentarios personales o ideas que debieron exponerse el día anterior. Algunas molestan al personal argumentando que le quitan dinamismo a la asamblea, otros sacuden las manos en todo lo alto en señal de apoyo.

Se acepta que el 11 de agosto se marche junto con el SME del Zócalo a Los Pinos, y que 15 y 16 de septiembre se tomen las plazas públicas del país al grito de “¡Viva México sin PRI!”, aceptado por unanimidad; para el 2 de octubre se decide un paro nacional estudiantil. Boicots a empresas que apoyaron el fraude como Soriana, Wal Mart, Coca Cola, así como retiro de dinero de los bancos, además de una “Huelga de pago de impuestos”, como se podía leer en una manta. Bloqueo del aeropuerto con una alfombra humana, “aceptado”; caravanas #YoSoy132 del centro al norte, del centro al sur y de los estados al DF, “aceptados”; 12 de agosto, lectura masiva de libros afuera de las sedes estatales y nacionales del PRI, así como en plazas públicas, tanto para evidenciar la ignorancia de su candidato como para romper un record Guiness, “consenso total”.

Se pidió descentralizar el movimiento y plantear estrategias claras y contundentes; “es mejor realizar cinco acciones de este tipo, que veinte sin ninguna repercusión” argumentó alguien, mientras en lo alto, muchos pares de manos se sacudían. Pero vino el momento de decidir sobre la fecha de la Segunda Convención contra la Imposición, tentativamente agendada para el 20 de noviembre. Varias ciudades se ofrecieron para recibirla: Oaxaca, Chihuahua, la Ciudad de México, Durango, Jalapa y Tezontepec, en Hidalgo. Después de mucho discutir ganó la primera. La fecha: 25 y 26 de agosto.

Sin embargo, para los compañeros provenientes de allá, a través de un joven moreno con gorra y una camiseta verde con la Virgen de Guadalupe –y que con sus comentarios y constantes intervenciones había desesperado a varios, quienes sólo manifestaron su intolerancia– consideraron precipitada la fecha y plantearon pasarla a septiembre. Cambio de fecha “¿Quién vota?” Y se votó. Cambio de sede “¿Quién vota?” Y se votó nuevamente. Más propuestas de fecha, y nadie se ponía de acuerdo. Al final, Oaxaca se quedó sin Convención y la sede se decidirá más adelante.

Otra propuesta más se lee: toma de Televisa. Se acepta de manera aplastante ¿Toma o bloqueo? “¡Toma!” “Sí, la tomamos ¿y luego qué?” El mismo sujeto de camiseta verde y barba de candado pide especificar si será toma o bloqueo. “¿Qué vamos a trasmitir?” “¿Alguien sabe usar el equipo?” “Tomar una televisora es un delito federal”. “Transmitiremos documentales sobre los movimientos sociales”. Inmersos en la masa todos dicen que “toma”, pero los más sensatos, los de provincia, piden medir fuerzas para evaluar si se toman o no las instalaciones en una acción que será a nivel nacional. “A nosotros nos van a partir la madre”, argumenta uno de lentes con cabello largo.

El tipo de verde señala que en Oaxaca las mujeres se organizaron y tomaron una radiodifusora, por lo tanto se puede. Entonces, se acuerda reunirse previamente para saber con cuánta gente se cuenta. “Ahora ¿Cuándo?” “¡11 de agosto con los del SME!” “El SME no puede cambiar sus planes”. “¡27 de julio porque comienzan las Olimpiadas! ¡Habrá más atención sobre nosotros!” “¡29 de agosto y de ahí San Lázaro!” Nadie se pone de acuerdo. Un joven con sarcasmo le dice a un amigo: “esto ya parece la Cámara de Diputados”, mientras caminan para buscar algo con qué entretener las tripas, entre los puestos de tacos, eskimos y fruta.

A estas alturas –alrededor de las dos de la tarde– el único que sigue manteniendo la sonrisa es el muñeco de papel maché con la figura de Felipe Calderón, quien pisa un montón de raíces que culminan, a manera de la mitológica hidra, en las cabezas de Peña (en su caso el copete), Elba Esther, Salinas, el capitalismo y los Estados Unidos. “¿Y las convenciones regionales cuándo?” “Primero hay que poner fecha a la nacional”.

El muchacho de camisa verde interviene una vez más ante el hartazgo de la gente. “Los villistas, zapatistas y magonistas nos legaron el artículo 39, que dice que nosotros podemos cambiar nuestra forma de gobierno. La revolución no es un acto subversivo, es un acto constitucional”. Eso, no todos los sabían, con todo y su hartazgo, y argumentos del tipo “es que de la Constitución salió el PRI”. Varios aplauden y otros más sacuden las manos en señal de aprobación. Por fin se decide que el bloqueo (toma) de Televisa será el día que inicien las Olimpiadas, en la medida de las posibilidades de las delegaciones estatales.

Ya pasan de las tres y la lluvia cae. Nuevamente todos se arrejuntan bajo las lonas para no mojarse, como en las horas pico del metro. Los que dormían en las jardineras se han quitado de ahí. “La comida ya está, ¿quieren comer o elegimos primero la sede de la segunda convención?” Por hartazgo, más que por unanimidad, la asamblea pide elegir primero la sede. Jalisco toma el lugar de Oaxaca y junto con las ciudades anteriormente mencionadas asume el lugar de candidata. Mayoría para la primera opción, Tezontepec, Hidalgo. Los hidalguenses festejan y ahora sí, es momento de ir a comer, chicharrón en salsa verde, arroz, frijoles y tortillas esperan.

Es muy difícil llegar a un consenso, pero como también lo mencionó González Casanova en su carta, “no se debe hacer ninguna concesión de principios en los que se negocie la democracia, la justicia y el interés general de la nación, las comunidades y la ciudadanía como base de la unidad, respeto y confianza que todos los compañeros se deben para ser realmente fuertes en su lucha”; “la pluralidad de pensamiento es lo que enriquece a este movimiento”, y mientras el taco pasa por el gañote, las acciones a corto plazo han sido elegidas de manera democrática.

Foto: http://bit.ly/M847Ss

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