Ciudad de México, México, 19/07/12, (N22).- En el marco del día mundial del escucha y con el fin de conocer las culturas sonoras del mundo, se llevó a cabo la sesión “Un mapa sonoro de la música en Brasil” la noche de ayer miércoles 18 de julio en la Fonoteca Nacional del Conaculta.
Leonardo Herrera González, profesor de portugués del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras de la UNAM, fue el encargado de mostrar algunos de los ritmos poco conocidos y menos difundidos entre el público.
“Cuando escuchamos hablar de música brasileña se piensa en carnaval, futbol, samba y bossa nova, pero no lo es todo, es como si dijéramos que en la música mexicana todo es mariachi y no es así”, aseguró.
La sesión se centró en géneros musicales provenientes de la región noreste de Brasil que surgieron por la influencia de diferentes zonas de Europa, África y otras latitudes que se amalgamaron con las manifestaciones propias de la tierra y dieron origen a una diversidad cultural y racial.
El chorinho fue el primer ritmo en escucharse a través de canciones como Pedacito de cielo y Brasilerito, cuyo sonido alegre proviene de cuerdas agudas gracias la guitarra española, mandolina, flauta, pandero y cafauhino.
Herrera González explicó que, si bien es considerada música popular, se trata de música culta que requiere de técnica y maestría por parte del ejecutante y mostró imágenes de algunos de sus exponentes, como Chiquinha Gonzaga y Pixinguinha.
La modinha, género musical de Brasil proveniente de la moda portuguesa, fue abordado a través de composiciones como Saxofone por que choras?, interpretada por José Luis Rodrigues Calazans y Severino Rangel a finales de la década de 1920.
También se exploró lo étnico y rudimentario en las canciones de las culturas negras, en donde el cuerpo es utilizado como instrumento, las palmas de las manos guían el ritmo y la base musical está en los pies; para muestra se escuchó las piezas Toada para Xangó y Toada de Maracatu.
Embolada, duelo entre trovadores que requiere agilidad del lenguaje y en donde sólo se utilizan panderos para guiar el ritmo y el “repente”, composición que se improvisa cuando los vaqueros guían el ganado, se escuchó en la sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional del Conaculta con el fin de continuar con la música popular producto de la fusión de la cultura indígena con la europea.
Por último, se dio a conocer el frevo, ritmo surgido en Pernambuco, estado del nordeste de Brasil, frenético y con influencias del jazz y big band; además de algunos tipos de samba que llamaron la atención de los asistentes.
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