A los 84 años de edad fallece el director cuya trayectoria es una de las más destacables dentro del cine nacional de la segunda mitad del siglo XX
Redacción/Ciudad de México
Ganador de la Medalla Salvador Toscano en 2006, reconocimiento que se entrega a las personalidades más destacadas del cine mexicano, Felipe Cazals fue un director, guionista y productor de cine; parte del grupo Cine Independiente de México, a lado de colegas cineastas como Arturo Ripstein, Rafael Castanedo y Pedro F. Miret. Esta noche se ha dado a conocer su deceso en diferentes medios. No se conocen las causas.
Personalidades como el director de DocsMx, Inti Cordera, lamentó su muerte a través de su cuenta de Instagram:
Canal 22 ha dedicado un ciclo a su trabajo que lleva por nombre Ruta Cazals, que inició el pasado 3 de octubre y se extenderá cada domingo de dicho mes, iniciando con El tres de copas (1986) y seguido por Las vueltas de citrillo (2006), Kino: la leyenda del padre negro (1992) y Su alteza serenísima (2000).
Cazals nació el 28 de julio de 1937. Y aunque se ha señalado que nació en Francia —sus padres migraron a México de dicho país—, fue registrado en México, en Zapopan, Jalisco.
Como parte del grupo Cine Independiente de México, asociación dedicada a la realización de cine experimental, Cazals produce sus dos primeros largometrajes: La manzana de la discordia (1968) y Familiaridades (1969),
obras en las que el cineasta experimenta con el tiempo cinematográfico y en las que aparecen por vez primera algunos temas constantes de su obra, como la crueldad, la futilidad del esfuerzo humano y la disipación alcohólica.
Son las cintas Canoa (1976), ganadora del Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín, El apando (1976) y Las Poquianchis (1976), las que lo colocan como uno de los directores más influyentes a partir de los años setenta.
Su llegada al «cine industrial», como se menciona en la semblanza hecha por la Cineteca Nacional al reconocerle con la Medalla Salvador Toscano 2006 al Mérito Cinematográfico, la marcó la cinta Emiliano Zapata (1970). En 1977, luego de la trilogía antes mencionada que le brindó un mayor reconocimiento, filmó La Güera Rodríguez, protagonizada por Fanny Cano; en ésta se encuentra nuevamente con el cine histórico.
Aquí una entrevista por su cinta Canoa.
Su primer Ariel a mejor dirección lo obtuvo con El año de la peste (1979), inspirado en Daniel Defoe, con guión de Gabriel García Márquez y Juan Arturo Brennan.
Luego de la realización de Kino, en 1991, el cineasta anunció su retiro, pero diez años después volvió a la pantalla con la cinta Su Alteza Serenísima (2001).
Respecto a este periodo, en la misma semblanza antes mencionada, cuya investigación estuvo a cargo de Ernesto Román Pérez y José Antonio Valdés Peña, se señala:
«Su sentido del cine, con una preferencia por los opresivos primeros planos y una especial sensibilidad para retratar la violencia descarnada, vuelve aún más atractiva su obra, pero lo más importante es que Felipe Cazals es un hombre que ama al cine, y que aunque en alguna época resintió el cansancio de la eterna lucha del cineasta en México, sabiamente cambió de opinión para seguirle brindando grandes momentos al cine mexicano y mundial».
En 2010 el cineasta fue reconocido con el Ariel de Oro. En aquellos días, en una entrevista con Noticias 22 señaló:
«En varias ocasiones he dicho hasta aquí llego y luego como el cine es un veneno mortal, aquí no estoy descubriendo nada, he regresado. Ya tengo 73 años; considero, y siempre lo he dicho, que el director es un atleta antes de tener talento o no. Espero tener esa condición todavía. Hice, la verdad, las películas que pude hacer, no todas las que quise hacer. Y espero que el tiempo las deje en un lugar que merezca la pena. […] Yo fui al cine muy temprano, no tuve infancia, tuve cine. Vi películas desde los once años de edad, todo el tiempo. Consecuentemente no pienso en otra cosa que cine, vivo cine, me relaciono con gente que habla de cine, discuto cine. Sin el cine no sabría que hacer.»
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