Conocer cómo envejecemos permite practicar un autocuidado adecuado en el deterioro de nuestro organismo
Karen Rivera/Ciudad de México
¿Qué ocurre con el cuerpo cuando envejecemos? ¿Por qué nuestra memoria y capacidad de pensamiento crítico se vuelve más ineficientes? ¿Qué pasa con nuestros músculos? No todos los órganos, sistemas y personas envejecemos de la misma manera ni al mismo ritmo, la forma de vida y el ambiente que habitamos son determinantes en este proceso biológico.
Lo primero que tenemos que recordar es que el cuerpo humano se compone de células, que a su vez forman tejidos, órganos y sistemas. Empecemos por el cerebro. Con el envejecimiento el tamaño de este órgano disminuye debido a que se pierden neuronas y conexiones entre ellas, para tener una idea, se estima que a los ochenta años el cerebro promedio humano perdió un 15% de su peso original. Un cerebro adulto pesa entre 1 mil 300 y 1 mil 400 gramos.
Áreas como la corteza cerebral, encargada de analizar y procesar información, se reducen más que otras, y se presentan los cambios en la memoria, que no afectan la vida cotidiana, pero modifican las estrategias para el aprendizaje. Además, la disminución de neurotransmisores, que se encargan de la comunicación entre células, provoca lentitud en la coordinación de sensaciones y movimientos, de ahí que la postura y equilibrio se modifique con el paso de los años.
Ahora vamos con el sistema cardiovascular, constituido por el corazón, las arterias y las venas. Con la edad los vasos sanguíneos pierden elasticidad, se tornan más rígidos y se endurecen los músculos del órgano central de la circulación de la sangre, lo que provoca un esfuerzo mayor para el bombeo de este líquido rojo al organismo. A diferencia del cerebro, el corazón tiende a crecer ligeramente, lo que provoca una frecuencia cardiaca menor, se reduce la cantidad de latidos por minuto.
El envejecimiento biológico va más allá de los cambios elásticos en la apariencia física, los huesos se vuelven quebradizos y débiles, los músculos son menos fuertes y flexibles, el sistema digestivo se ve afectado y se deterioran sentidos como la vista y la audición. Cuando una persona envejece se presenta una disminución de la masa muscular y ósea, debido a que se pierden hasta treinta de cada cien células y la mitad del agua que componen al organismo.
Conocer cómo envejecemos permite practicar un autocuidado adecuado en el deterioro de nuestro organismo. Es importante mantenerse mentalmente activos con juegos de palabras, lecturas, clases de arte y llevar una vida sociable, así como tener un sueño reparador y un entrenamiento físico con intensidad moderada. Evitemos los efectos del envejecimiento prematuro.
Imagen tomada de La Sexta / Witizia I Pixabay