Por Leslie Varela
Distrito Federal, 03/05/13, (N22).– “Ludwick Margules ha sido uno de los directores escénicos con una larga trayectoria desde 1960 hasta su última puesta en escena en 2004. Sus obras marcaron al teatro mexicano, particularmente por su rigor intelectual, su lectura del mundo y sobre todo su trabajo con actores -Fernando Balzaretti, Julieta Egurrola, Rosa María Bianchi, Memo Gil, Ana Ofelia Murgia, Delia Casanova- en donde hicieron con él actuaciones del más alto nivel del teatro en el mundo”, refrió en entrevista el director y crítico de teatro Rodolfo Obregón.
Durante la presentación del documental En batalla. El teatro de Ludwick Margules en el Centro Nacional de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), la realizadora Verónica Quezada dio a conocer el proceso creativo de Margules.
La proyección de este material audiovisual contó con los comentarios adicionales del cineasta Carlos Carrera, el dramaturgo David Olguín y la directora de escena Hilda Valencia, quienes de manera directa se relacionaron con el director polaco en sus años de formación profesional.
“Fue un director fundamental. Le debo mi carrera. Fui afortunado porque caí con la persona indicada en el momento oportuno, fue un hombre que te enseñaba una ética respecto a lo que implica ser gente de teatro, que enseñaba que más allá de cualquier superficialidad el compromiso del teatro está con el comportamiento humano y la materia sagrada era la complejidad. Él lo menciona: era un psicólogo natural de una capacidad de observación humana impresionante, de una capacidad de interpretación de los comportamientos, de las situaciones que finalmente depuraba el lenguaje de la dirección escénica más allá de contar la historia que ya estaba en el material del dramaturgo, lo traducía al espacio, lo traducía al color, ante todo a la emoción humana y eso era lo que realmente apasionante de Margules”, ahondó en entrevista con Agencia N22 el actor David Olguín.
AN22: ¿Qué faltó mostrar en el documental?
David Olguín: Hay mucho material en los archivos del CITRU, tiene más de 60 puestas en escena, por ejemplo faltó mencionar todo su trabajo en la ópera, Margules llegó a la ópera en un momento donde el lenguaje escénico estaba totalmente anquilosado, entonces la mancuerna Margules-Alejandro Luna renovaron el lenguaje escénico en México, concretamente en su puesta The Rakes Progress hizo época en su momento. Queda fuera toda su labor de enseñanza que es muy notable. Ludwick inaugura en el CUT un proceso de trabajo alrededor de la formación de directores que no se había dado antes en el país, es toda una generacion de gente que pasamos en ese momento en el CUT, directores, gestores, incluso, escenógrafos que nos formamos en pequeños años y que habla de una labor muy completa, muy plena.
AN22: ¿De qué manera impactó el trabajo de Ludwick Margules en su persona?
Rodolfo Obregón: En mi trabajo influyó todo, porque fue mi maestro, amigo y en esa medida, influyó mi manera de ver los acontecimientos del mundo, eso es lo más importante.
El teatro de Ludwick Margules forma parte de la colección Biblioteca digital, un estuche con cinco CDs y tres DVDs todos dedicados a directores de escena: Ludwick Margules, Julio Castillo, Nancy Cárdenas, Ignacio Retes, y Miguel Sabido, una idea original de David Olguín y producciones “El Milagro”. El material estará distribuido a través de la red Educal a partir de los meses julio-agosto y posteriormente todos estos materiales estarán en red en la página web del CITRU.
Ludwick Margules (Varsovia 1933- México 2006) desarrolló toda su carrera como director de escena en México en los años 1960-70. Se integró a la ola del movimiento de Poesía en Voz Alta, convirtiéndose en uno de los grandes protagonistas del teatro universitario. Recibió una gran influencia de la academia del japonés Seiki Sano, quien sería llamado “padre del teatro de México”.
Ludwick Margules dirigió más de cuarenta puestas en escena, algunas de las más destacadas: A puerta cerrada, de Jean P. Sartre; La estrella de Sevilla, de Lope de Vega; La trágica historia del doctor Fausto, de Marlowe; Severa vigilancia, de Jean Genet; Ricardo III, de W. Shakespeare; Karol y Strip-Tease, un espectáculo compuesto de tres obras en un acto, de Slodomir Mrozek.
También dirigió las óperas The Rake’s Progress, de Auden y Stravinsky y Fausto, de Gounod, entre otras.
Escribió crítica y ensayos. Fue traductor de las obras El Tío Vania, de Chejov; Tres Obras en un Acto, de Slodomir Mrozek y colaboró en el volumen Principios de dirección escénica, selección y notas de Edgar Ceballos. También fue profesor de instituciones como la Escuela de Arte Teatral del INBA, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), el Centro Universitario de Teatro (CUT), el Núcleo de Estudios Teatrales (NET) y el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) del cual también fue coordinador académico.
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