La tumba del emperador chino Qin Shi Huang sigue cerrada

En marzo de 1974 el mundo pudo observar de al impresionante ejército de Terracota

Redacción/CDMX

La tumba del emperador Qin Shi Huang que se encuentra en el distrito de Lintong, Xi’an, Shaanxi y el ejército de terracota que la custodia, están designados como Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO.

Es uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de la historia, pero al mismo tiempo, uno de los más misteriosos.

Los arqueólogos no han querido adentrarse a la tumba de más de 2200 años de antigüedad, debido a que creen estará rodeada de trampas explosivas.

Aunque sí se han explorado partes de la necrópolis, la tumba del emperador Qin Shi Huang la cual se encuentra protegida por el ejercito de terracota que lo cuida hasta el más allá, no se ha querido explorar por los secretos mortales que esta pueda contener.

Todo esto se debe a un relato escrito después de 100 años de la muerte del emperador, en el que se mencionaba que “Se ordenó a los artesanos a fabricar ballestas y flechas las cuales estuvieran preparadas para disparar a cualquiera que entrara en la tumba”.

Sobre ella “Se usó mercurio para simular los cien ríos, el Yangtze y el río Amarillo, y el gran mar, y se puso a fluir mecánicamente”.

En un estudio de 2020 se encontró que las concentraciones de mercurio eran significativamente altas a comparación de lo que se esperaba.

Esto ayudó a confirmar que nadie se ha atrevido a acceder a la tumba.

Qin Shi Huang emperador de China de 221 a 210 a.C. según informes históricos se conoce que se dedicó a tomar vino con mercurio, en su búsqueda por conseguir la vida eterna, lo cual pudo ser la causa de su muerte a los 49 años.

Aunque también existe cierta precaución entre los arqueologos, que consideran que abrir la tumba dañaría lo que se encuentre al interior.

Así que estarían a la espera de una técnica que les permita revisarla sin dañar sus tesoros.

Cabe recordar que los terrenos en los que se descubrió el ejército que resguarda al emperador, pertenecían a un agricultor que, junto a sus hermanos hicieron el hallazgo, pero no recibió nada por su propiedad, la cual le fue expropiada.

En la pobreza y enfermo decidió quitarse la vida en 1997.

(Con información de Gizmodo y BBC Mundo)