Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas; desde la UNESCO se señala que este año el tema se centra en la construcción de un nuevo contrato social con los pueblos indígenas
Redacción / Ciudad de México
En América Latina y el Caribe vive un total de 45 millones de personas indígenas que representan el 8% de la población de la región. Hablan más de quinientas lenguas y muchos de ellos son guardianes de algunos de los territorios más biodiversos del planeta. A nivel mundial hay más de 476 millones de pueblos indígenas que viven en 90 países, lo que representa el 6,2% de la población total.
Desde la UNESCO se señala que el tema de este año para esta conmemoración se centra en la construcción de un nuevo contrato social con los pueblos indígenas, basado en los derechos humanos y en el respeto a sus cosmovisiones, conceptos indígenas de desarrollo y buena gobernanza.
La pandemia de COVID-19 ha expuesto y exacerbado muchas desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a poblaciones de todo el mundo que ya sufrían pobreza, enfermedad, discriminación, inestabilidad institucional o inseguridad financiera. Desde la perspectiva de los pueblos indígenas, el contraste es aún más marcado. Está claro que en muchas de nuestras sociedades el contrato social necesita una revisión, como mínimo.
Aunque muchos pueblos indígenas todavía se encuentran bajo la autoridad última de los gobiernos centrales que ejercen el control sobre sus tierras, territorios y recursos, hay algunos ejemplos extraordinarios de buen gobierno, desde los iroqueses (pueblos nativos americanos) hasta los parlamentos Sámi en Finlandia, Suecia y Noruega.
Para este día, el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas organiza una conmemoración virtual. En ella, los panelistas comentarán qué se debe considerar a la hora de rediseñar un nuevo contrato social en donde las formas de vida y de gobernanza de los pueblos indígenas sean respetadas a través de un sistema participativo e inclusivo que cuente con el consentimiento libre previo e informado de estas poblaciones.
En México, se dedicarán alrededor de ocho semanas de actividades para conmemorar este día.
Pero, ¿qué es un contrato social?
Un contrato social es un acuerdo no escrito que las sociedades hacen para cooperar por beneficios sociales y económicos. En muchos países, donde los pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras, sus culturas e idiomas denigrados y sus gentes marginadas de las actividades políticas y económicas, estos nunca fueron incluidos en ningún contrato social. El contrato social se hizo entre las poblaciones dominantes.
Durante los últimos años y décadas, varias sociedades han tratado de abordar este problema, incluso a través de disculpas, esfuerzos por la verdad y la reconciliación, reformas legislativas, así como reformas constitucionales. Mientras que, a nivel internacional, estos esfuerzos han incluido la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la creación de órganos asesores como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
A pesar de la existencia de instrumentos internacionales para responder a estas desigualdades, no todos se embarcan en el viaje colectivo para garantizar que nadie se quede atrás, incluidos los pueblos indígenas. Por tanto, es necesaria la construcción y el rediseño de un nuevo contrato social como expresión de cooperación por el interés social y el bien común de la humanidad y la naturaleza.
El nuevo contrato social debe basarse en una auténtica participación y asociación que fomente la igualdad de oportunidades y respete los derechos, la dignidad y las libertades de todos. Y ello pasa por el derecho de los pueblos indígenas a participar en la adopción de decisiones, un componente clave para lograr la reconciliación entre los indígenas y los Estados.
Con información de la ONU
Imagen tomada de IG/mexicomagicoblog / Maracame Jose Ramirez, Wixarika