Ireli Vázquez / Ciudad de México
Cada año, alrededor de mil millones de niños y jóvenes se ven afectados por algún tipo de maltrato físico, sexual o psicológico. La violencia contra los niños y las niñas es un problema con múltiples facetas y causas a nivel individual, en las relaciones cercanas, en la comunidad y en la sociedad. Dentro de las violencias que sufren, la que tiene con mayor preocupación a las instituciones en el mundo, es el abuso sexual infantil.
Efraín Guzmán García, coordinador Nacional de Protección Infantil, en la Organización Aldeas Infantiles SOS México, define este acto como «una práctica, un ejercicio o un intercambio entre una persona adulta y un niño o niña, o también un adolecente y un niño y una niña, dónde por medio por la seducción, la presión moral, o por medio de la fuerza, obliga a tener un ejercicio de satisfacción, sobre todo para el adulto o adolecente de carácter erótico sexual.»
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco menores sufre abuso sexual antes de cumplir los 17 años. Y México, ocupa el primer lugar mundial, así lo informó Aldeas Infantiles SOS, dónde 5.4 millones de menores son víctimas de abuso sexual al año.
«Esta cifra se obtiene a través del sondeo de varias fuentes, cómo por ejemplo las denuncias que se llevan a cabo en la Secretaría de Seguridad Pública, u observatorios que hay para la detección de delitos sobre todo de índole sexual. Al tratarse de un tema tabú y saber que en muchas ocasiones es difícil que las familias denuncien este tipo de incidentes, estamos conscientes de que estas estadísticas, sean completamente concretas, sin embargo, y a pesar de esto, México está ocupando el primer lugar, a nivel mundial ante este delito», explicó Efraín Guzmán García.
En un estudio desarrollado a finales de 2020 por esta misma organización, se destacó que 4 de cada 10 casos son cometidos por familiares del menor o de gente cercana a su entorno; sin embargo, como lo menciona Guzmán García las cifras son sólo una estimación, pues muchas de las víctimas deciden quedarse calladas y no denunciar. Además, por cada mil casos de abuso sexual a menores de edad, solamente se denuncian cien y de éstos, únicamente diez van a juicio; después, sólo un caso llega a una condena.
Confinamiento Vs. seguridad de los menores
Durante los periodos de confinamiento impuestos para intentar frenar la propagación del coronavirus, los niños y las niñas pueden sufrir más abusos, más periódicos y recurrentes y con riesgo de que en algunos casos sean más graves.
«Ya hemos cumplido un año y todavía queda tiempo de permanencia con estas medidas de confinamiento social preventivo y en ese sentido, es muy probable que van a seguir dándose estos incidentes, o se pueden estar generando ciertas predisposiciones a que ocurran. No es que por la pandemia o por el confinamiento social preventivo se allá destapado o se allá incrementado la cifra, más bien es un factor más que se suma a lo que ya venía ocurriendo en el contexto familiar», mencionó.
«En marzo del año pasado ya había 15 mil llamadas de auxilio al 911, en marzo de este año llevamos 4 mil, entonces sí hacemos un comparativo, parecerá que está disminuyendo la cifra, sin embargo, insisto, al ser un tema tabú y al ya no estarse dando estos fenómenos en las escuelas o los lugares públicos, sino dentro de la casa, pudiera estarse velando la información de posibles abusos contra niños y niñas», explicó Guzmán García.
Proteger a nuestros niños
Asimismo, Aldeas Infantiles SOS, desarrolló una guía en la cual se tocan puntos importes para prevenir el abuso sexual y en el caso de ser afectados por esta situación, da acceso a números telefónicos de organizaciones e instituciones que pueden ayudarte.
«Esta guía está al alcance de quien pueda acceder a la página, incluso tiene un directorio de adónde llamar y a quién acudir, específicamente autoridades y organizaciones que puedan brindar atención a víctimas de delitos sexuales; incluso, si se requiere, por ejemplo de refugios, donde la familia pueda acudir a protegerse si está en peligro su vida», concluyó Guzmán García.
La guía la puedes descargar aquí, o acceder a la página oficial de Aldeas infantiles SOS.
Sin embargo, si estás pasando por alguna situación así, o conoces a alguien que lo esté experimentando, es importante acudir a los centros de atención, pues lo más importante es escuchar a nuestros niños, niñas y adolescentes, y, ante cualquier mensaje de alerta, tomar acciones.