Instantáneas de la emergencia sanitaria en el mundo: Montevideo

Esta serie surge a partir de la emergencia y de la necesidad de saber. Pedimos a algunas personas que nos compartieran sus experiencias de vida en estos días de crisis y algunas fotografías

Ciudad de México (N22/Redacción).- Desde Montevideo, en Uruguay, Juana Pérez, docente y traductora, nos ofrece una panorámica de la pandemia en esta parte del sur del continente. Este testimonio fue escrito el 19 de abril del 2020.

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Aquí todo empezó hace más de un mes. El domingo 8 de marzo fuimos (1) a la marcha con más miedo de la posible represión policial del nuevo gobierno (2), que del Covid-19. En Uruguay se tiene la sensación de estar lejos del mundo y que las cosas espectaculares pasan allá afuera o pasan aquí pero mucho después. Y este virus no parecía ser la excepción. Incluso circularon memes con chistes sobre lo improbable de que aquí se permitiera no ir a trabajar, y casi sin darnos cuenta, el viernes 13 de marzo, el gobierno decretaba la suspensión de clases y exhortaba a la población a quedarse en su casa. Se cerraron por tiempo indefinido los paseos públicos y los centros comerciales, los teatros y los cines; se detuvo la construcción y se redujeron los horarios de atención de bancos y oficinas, disminuyeron al mínimo las líneas de transporte público y todo pareció detenerse. 

El primer caso conocido fue el de una empresaria que llegó de Italia sintiéndose mal y asistió a un casamiento con 500 invitados contagiando a parte de la concurrencia. A partir de ese momento se empezaron a hacer unos 200 tests por día (en Uruguay hay 3 millones y medio de habitantes aproximadamente) con un ritmo de entre 15 y 25 resultados positivos por día. A la fecha [este testimonio fue escrito el 19 de abril] tenemos 528 casos positivos, 14 en terapia intensiva y 10 personas fallecidas (3). Para el tamaño de la población, son cifras a considerar. El primer efecto de la crisis fue la proliferación de ollas populares a raíz del envío masivo de trabajadores al seguro de paro y del corte del flujo de ingresos de los trabajadores informales (4), algo que no sucedía desde la crisis de 2002, bajo el último gobierno de derecha. La gente se organizó de manera solidaria para apoyar a los sectores más vulnerados y al día de hoy este es el mapa de ollas populares activas en la ciudad: Parando la Olla 

Desde la primer semana de cuarentena en algunos barrios se salió a los balcones a aplaudir a lxs médicxs aunque todavía la situación no fuera (ni es) cercana a la de otros países como España o Italia. Esas primeras semanas hubo también un fuerte reclamo al gobierno en forma de caceroleo por no aplicar medidas de apoyo real a la ciudadanía y por promover el aumento de precios de productos de la canasta básica como la leche y hasta un 10% en las tarifas de luz, agua y teléfono/wifi, que entró en vigor a comienzos del mes de abril. 

Por otro lado, la crisis evidenció las fortalezas de los programas y plataformas públicas construidas en la gestión del Frente Amplio, que si bien no fue perfecta, nos heredó un país con el índice de pobreza más bajo de la historia (8.8%), un sistema sanitario y de salud modelo en la región y en el mundo (20 camas cada 100.000 habitantes y 5 médicos cada 1000 habitantes); un plan de conexión escolar llamado Plan Ceibal con el que lxs niñxs de las escuelas públicas reciben una computadora gratis y pueden continuar sus cursos gracias a la plataforma Crea online; un Ministerio de Desarrollo Social con apuestas revolucionarias como la Tarjeta Uruguay Social, programa de apoyo económico a los sectores más vulnerados que se aplica desde 2005, a través de una tarjeta que es recargada cada mes por el estado; y una ley de inclusión financiera que permite que casi la totalidad de lxs trabajadores y jubiladxs del Uruguay pueda cobrar su salario y prestaciones sociales mediante depósito bancario, lo que hace posible el control de los pagos sobre todo a los sectores más maltratados históricamente, como las empleadas domésticas y los peones rurales. Gracias a quince años de inversión y fortalecimiento del sector público y sus trabajadores, Uruguay se destaca en América Latina por ser una sociedad igualitaria y por su alto ingreso per cápita, bajo nivel de desigualdad y pobreza y por la ausencia casi total de indigencia (5). Digamos que el nuevo gobierno recibió un país con la infraestructura material y humana en sus mejores condiciones en los últimos quince años.

El presidente no sale todos los días en la tele. Al principio había una conferencia diaria del equipo de gobierno en donde se daba el número de contagios y se informaba sobre las medidas a tomar. Se anunció que se harían 1000 tests diarios. Eso no ha sucedido hasta el momento. Se anunciaron planes de rescate del Banco República que es nuestro gran banco público. Al día de hoy no terminan de aplicarse. Se anunciaron recortes de los salarios más copiosos del sector público para la creación de un fondo para la crisis. A ciencia cierta no sabemos si se está implementando ni cómo se está gastando. Sabemos también que no se va a tocar a los sectores más ricos de la sociedad, porque según el presidente, son quienes van a salvar al país de esta crisis, aunque en los hechos, el único que se está viendo afectado es el bolsillo dxl ciudadanx común, mientras lxs propietarixs del campo y de las grandes empresas aumentan sus fortunas gracias a la devaluación del peso nacional que pasó de 38 a 44 pesos el dólar en cuestión de días. En cada semana se han presentado los datos con un criterio diferente, y al ser distintas cantidades de tests los que se hacen por día, los números no se pueden comparar, y de pronto, pasada la semana de Turismo (6), se nos anuncia que la curva de contagios está bajando y que ya hay que pensar en la reactivación y en la vuelta a la normalidad.

Desde el lunes 13 de abril la construcción volvió a trabajar y se reactivaron casi todas las líneas de transporte público. Los contagios se multiplican y los pacientes en terapia intensiva aumentan, pero desde el gobierno se interpreta que lo peor ya pasó. A diferencia del hemisferio norte, aquí estamos entrando en el otoño y pronto será invierno, momento en el que la infraestructura sanitaria, por buena que sea, se ve saturada cada año por gripes y complicaciones respiratorias. Las perspectivas no son buenas y el gobierno está priorizando la reactivación económica al cuidado de sus ciudadanxs. 

Otras datos

Con el distanciamiento social la violencia doméstica aumentó alcanzando un récord de 4 mujeres asesinadas entre el 14 y el 24 de marzo, algo que fue calificado como un “efecto colateral” de la cuarentena por el presidente, lo que provocó fuertes críticas de la población. 

Según la encuesta realizada por el psicólogo Paul Ruiz docente de la Udelar e investigador del Sistema Nacional de Investigación e Innovación ANII sobre consumo de drogas con el distanciamiento social, este habría aumentado y la combinación preferida por lxs uruguayxs sería el pool formado por alcohol, tabaco, marihuana (7) y psicofármacos «es el combo poderoso que se está viendo durante el aislamiento», dijo el investigador.

A pedido y con la colaboración de la gente, el youtuber Agustín Ferrando realizó un nuevo capítulo de Tiranos Temblad, una joya local que refleja el espíritu de bonanza (8) propio de los últimos quince años en el Uruguay: https://www.youtube.com/watch?v=FAxR3hV7FG8

¿Covid o no Covid? 


Una noche agitada como vienen siendo las de la cuarentena, en donde sueño que viajo y me suceden aventuras tan extrañas como agotadoras, me desperté con la clara sensación de un dolor de garganta y del oído del lado izquierdo. Continué mi sueño con algo de inquietud hasta que en la mañana confirmé lo que era evidente: tenía un resfrío incipiente. Horror. Calma. Termómetro y auto cuarentena estricta. No más cocinar para casa de mis padres (nuestra línea de frente), ni ayudarlos con la limpieza (9). De la garganta pasó a la cara, con mucha congestión nasal, principio de sinusitis y dolor de cabeza. Nada de tos ni fiebre. Un solo día de malestar desconocido, dolor de cabeza, pero sobre todo una debilidad corporal inusitada, no tuve fuerzas ni me pude mover por un día y luego me curé. Otra cosa inusual fue que mi pareja se contagió muy rápido. Muchas veces unx de lxs dxs se enferma y xl otrx no, y esta vez el contagio fue casi instantáneo. Nunca sabremos si fue o no fue, porque justo esa semana todavía no estaba claro el protocolo de realización de tests, y si bien llamamos a la emergencia, nos dijeron que el síntoma cardinal (así dijeron) para hacerlo era la fiebre y que si no había fiebre pues no. Lo cierto es que nos tomamos los catorce días posteriores por las dudas, dudando si fue Covid, y dudando de la interpretación de las cifras de nuestro gobierno… Pensando en cuántos más casos habrá realmente que no se están contando y que por su sola sospecha habría que mantener todas las medidas de distanciamiento.


(1) Se calcula que hubo unas 350.000 personas en la marcha. Para tener una idea, el Estadio Centenario de Montevideo, el primer estadio de mundiales del mundo, tiene una capacidad de 60.235 personas. O sea que fueron casi 6 estadios llenos.

(2)  El 1° de marzo asumió la presidencia Luis Lacalle Pou representante del Partido Nacional, un partido tradicional de derecha, vinculado al sector del campo y a la Iglesia Católica, de corte neoliberal. Ganó pese a haber obtenido solo un 29% de votos en primera vuelta, gracias a una coalición conformada con el resto de la derecha y extrema derecha para la segunda vuelta en las elecciones de 2019, con la que ganó al Frente Amplio (partido que gobernó durante los últimos 15 años), por una diferencia de 20.000 votos. Siguiendo con la comparación anterior, lo equivalente a menos de una tribuna del estadio.

(3) https://www.gub.uy/sistema-nacional-emergencias/comunicacion/comunicados/informe-situacion-relacion-coronavirus-covid-19-uruguay-del-19420

(4) En Uruguay un trabajador es informal cuando no está registrado en la seguridad social. Los datos muestran un 24.9% de trabajo informal, el índice más bajo en los últimos 15 años.

(5) Datos del Banco Mundial: https://www.bancomundial.org/es/country/uruguay

(6) En Uruguay la Semana Santa es llamada Semana de Turismo desde 1919, cuando el Estado formalizó su separación de la Iglesia Católica.

(7) La marihuana es legal en Uruguay con fines recreativos desde julio de 2017.

(8) Ocupa el lugar 15 en democracias plenas del mundo y 1° de América Latina.

(9) Otro aspecto que la crisis evidenció es que también en Uruguay las tareas de cuidados no remuneradas siguen siendo realizadas fundamentalmente por mujeres.