«El proyecto de escritoras exhumando escritoras»: Vindictas

Tomamos esta frase de María Fernanda Ampuero para describir Vindictas, una colección de escritoras (inicialmente) de la UNAM que arremete contra el olvido y el canon

Ciudad de Mésico (N22/Ana León): Esta noche, a las 19 horas, en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, se presenta Vindictas, una colección que es un homenaje a las autoras de las novelas que la integran y que es, también, una lucha contra el olvido.

Platicamos con Socorro Venegas, la titular de Publicaciones de la UNAM, para conecer más detalles de este proyecto de reivindicación y visibilización.

Hay una intención muy obvia desde el nombre para esta colección, pero a mí me gustaría que me dijeras a qué responde. 

Es una colección que nace de una serie de voluntades, de obsesiones, de sentimientos  encontrados y, fundamentalmente, de la indignación. Es muy importante decir que si bien el nombre remite por la raíz de la palabra a la idea de la venganza, para nosotros ha sido igual de importante hablar de reivindicación, de la necesidada de poner en las estanterías, en los escaparates de las librerías, en las bibliotecas, en las mesas de novedades, en todos los espacios, la obra de escritoras que no han tenido la atención lectora que merecen, porque a lo largo de la historia de la literatura ha prevalecido una mirada masculina. Y una mirada que, además, ha desdeñado el trabajo de las autoras. Entonces, nos parecía muy justo, muy pertinente, hacer este rescate con un equipo de escritoras jóvenes que pudieran hacer una revisión, como una especie de genealogía literaria. Es importante pronunciarse y decir: «No venimos de la nada». 

La colección sale con estas cinco novelas, pero ahí lo que vemos son diez autoras en realidad, por su puesto las autoras de las novelas, pero también las autoras de cada texto que introduce a las obras de ellas [Jazmina Barrera, Ave Barrera, Nora de la Cruz, Lola Horner, Claudina Domingo] y que es lo que abre en cada libro. Entonces, atención también al trabajo literario de cada una de estas autoras, miradas incisivas. Ninguna es una mirada condescendiente. Han sabido situar muy bien el valor de una obra; que no estamos publicándolas porque son mujeres, estamos publicándolas porque son grandes escritoras

Mencionas eso y justo leo este párrafo en Monstruas y centauras, de Marta Sanz: «generar burbujas, distinciones con las que corremos el peligro de que nos traten con condescendencia y de no ser jamás valoradas o acaso integradas en un hábitat de que nos protegemos en recónditas grutas y librerías de mujeres». Y me parece importante porque cuando se habla de mujeres “haciendo” cualquier cosa, está esa distancia muy corta de volver a acentuarla. 

Más gente me lo ha dicho. Alberto Manguel, que me recomendó también a algunas autoras, me decía «esto no de debería ser necesario». Pero lo es. Por supuesto, todos sabemos y todos lo entendemos así. No hace absolutamente ningún daño ahora marcar que se trata de una colección de escritoras y que estamos rescatándolas en un espacio, y estoy hablando del proyecto editorial en la UNAM, donde hemos encontrado colecciones en las que ha prevalecido la publicación de escritores hombres. He encontrado colecciones de alrededor de setenta títulos en donde hay menos de cinco escritoras publicadas. Estamos tratando de equilibrar una balanza que lleva muchos años cargada de un solo lado. 

Lo que nos hemos perdido del mundo maravilloso de estas escritoras, estamos apenas por conocerlo. 

¿Qué comentario hace de su tiempo esta colección? Si bien cada una de las escritoras nace entre 1928-1936, las obras se publican entre los setenta y ochenta. 

Es un proyecto que revisa el siglo XX, por lo pronto, y con el siglo XX tenemos muchísimo. Lo que he descubierto es que Vindictas es también una metodología. La metodología de buscar alianzas, voces, miradas y preguntar ¿a qué escritora, a qué artista del siglo XX, rescatarías? Y así es como han ido llegando muchísimas recomendaciones y quizá por eso una escritora ecuatoriana como María Fernanda Ampuero se refirió a Vindictas como «el proyecto de escritoras exhumando escritoras». Es eso, es una exhumación. Ir al fondo del olvido al que las han confinado a estas escritoras y rescatarlas. 

¿Qué estamos comentando del siglo XX? Fue un siglo de conquistas importantes que vio los movimientos feministas consolidarse y es nuestro legado y que ahora ha sido revisado. En los tiempos del Me Too y que concretamente las escritoras mexicanas generaron este movimiento, el Me Too Escritores Mexicanos, muchas de ellas son autoras de las introducciones en Vindictas. En los años dos mil, nos ha tocado también hacer la revisión de estos movimientos que son fundamentales para la clase de sociedad que queremos construir.

Y hablando desde el punto de vista de la literatura y de la edición: ¿qué lectores queremos construir? Lectores que puedan ir más allá de lo que la crítica les dice. Que puedan ir más allá de la biblioteca, del stand de la librería. Y que vean, como ha dicho Jorge Volpi, que hemos vivido en un «machismo ambiente», y que en ese ámbito hay muchos tesoros que han quedado muy bien preservados y esa preservación es el olvido. Y esto ha sido leído como una injusticia, de ahí es donde necesitamos movernos y desplazarnos. 

¿Cómo fue la selección de las cinco autoras con las que se arranca la colección? 

Por recomendación, pero hicimos investigación también. El trabajo de un escritor se decanta a través de muchas lecturas. Nosotras mismas sabemos a quién nos debemos, qué escritoras fueron fundamentales en nuestra formación, tanto como escritores. Y volviendo la mirada a los periodos formativos de un escritor, no deberíamos y no tendría que ser necesaria hacer esa diferencia, las escritoras, los escritores que nos formaron y, sin embargo, es indispensable porque no es natural llegar a ellas. 

Fue un trabajo introspectivo, de buscar, de revisar. Es un derecho de los lectores saber que hay más de lo que pueden encontrar ahora. 

Llegamos a estas primeras cinco autoras revisando. Le pedía a Ave Barrera que me apoyara en la coordinación editorial del proyecto. Buscamos a quiénes podría interesarle este proyecto. A estas primeras escritoras que ya han sido convocadas están trabajando, están investigando, depurando sus propias recomendaciones. Quiero remarcar que ha sido un esfuerzo colectivo, de varias miradas, de varias lecturas y de varias lectoras. 

El esfuerzo colectivo hace, al mismo tiempo, un comentario de nuestra época. 

Y también ha sido muy interesante y eso lo han comentado las propias autoras de los textos introductorios, que tienen mucha vigencia estas novelas. No son libros en los que te remontes a una época intangible. La novela de “La China” Mendoza que nos habla de una mujer del futuro, una novela escrita en el siglo pasado y que ese personaje femenino “del futuro”, sigue siendo hoy todavía una mujer del futuro. Una mujer dueña de su vida, de sus recursos económicos y vitales, de su existencia. Hoy todavía sigue siendo una aspiración y las mujeres están pidiendo permiso en las cámaras para decidir sobre su cuerpo; están pidiendo leyes en ámbitos donde prevalecen los hombres y donde ellos deciden lo que aparentemente es mejor para ellas. Sigue siendo un anhelo. Esa novela tiene toda la vigencia del mundo y es importante leerla. 

Otra novela como la de Luisa Josefina Hernández, donde ella vive un confinamiento, el confinamiento que muchas mujeres todavía viven gracias a sus parejas. 

¿Sería un momento como de desmitificar el mito? Lo pregunto porque al buscar información sobre la colección llegué a la entrevista que le hizo El País a Tita Valencia. 

Qué gran entrevista la que hizo Carmen Morán, que es una mirada importante desde el periodismo, más que una reportera, una mirada. Tita allí devela el nombre del personaje de su novela. Nos dice que ese personaje que es eso en la novela, era también una persona. Y habla del gran escritor mexicano con el que ella vivió esa tortuosísima historia. Una novela que es de muchas maneras un reclamo amoroso, pero que se volvió también un reclamo vital, porque Tita fue muy acosada por el ámbito literario en su época, pese a que la novela gana el premio Xavier Villaurrutia, le reclaman “¿por qué te atreviste a tocar a una figura sagrada de nuestras letras?” ¿Por qué no? Qué gran visión la de Tita. Te aseguro que hay, aún hoy, temor y ese temor que hasta ahora fue exorcizado por las escritoras del Me Too, Tita lo exploró antes. Es una precursora, una adelantada a su momento y se lo hicieron pagar. 

Cuando hablamos de Vindictas tenemos que pensar en literatura y el desafío que esta colección propone a los lectores, a todos, es que las lean así. Más allá de a quién se refieren con sus personajes estas narradoras. Más allá de si se trata o no en personajes inspirados en seres de carne y hueso, el reto es: atrévanse a leerlas, a hablar de ellas y a criticarlas desde el ámbito de la literatura; no tendría por qué importar tanto lo extraliterario. 

Cuando tenemos el concepto venganza ahí sobrevolando sobre la colección es fácil pensar que lo que queremos es sólo ocupar un espacio, quitarles un lugar a los hombres, y no. 


Háblame un poco sobre las escritoras que acompañan los textos de cada novela. 

Se trata de escritoras activas que están produciendo ahora. Narradoras, ensayistas, poetas: Jazmina Barrera, Ave Barrera, Nora de la Cruz, Lola Horner, Claudina Domingo. Muchas de ellas con una formación académica muy sólida, maestras o doctoras en Literatura y Ave Barrera a quien destaco porque es la coordinadora editorial del proyecto y además hemos hecho una revisión para ampliar la colección a otras latitudes, con un corazón latinoamericano potente. Empezamos con lo nuestro, por su puesto, cuatro de cinco de las novelas son autoras mexicanas [Tita Valencia, Luisa Josefina Hernández, Marcela del Río, María Luisa Mendoza] y Tununa Mercado que está en Argentina. Vamos a presentar en la próxima Feria del Libro de Buenos Aires la colección con ella. No solamente las autoras de las novelas vendrán de otros lugares, también las autoras de los textos introductorios serán de otras latitudes. 

Buscamos con esto tener una verdadera red de autoras, de escritoras; estamos haciendo como corresponsalías literarias para que este proyecto se siga enriqueciendo. 

Ahí a donde llega Vindictas, la historia de esta colección, resalta la necesidad que había de que un proyecto así existiera. 

¿Cuál será la periodicidad de la colección? 

Pensamos que a finales del primer trimestre estén saliendo dos nuevas novelas y así irnos cada trimestre. Además, este año, vamos a lanzar Vindictas Dramaturgas con la coordinación de Teatro de la UNAM que dirige Juan Meliá; y estamos trabajando en otros que pronto daremos a conocer.

¿Cómo fue el diálogo para hacer el diseño?

Para mí eso era de lo más importante. Estábamos trabajando con un par de diseñadores en la imagen de la Feria Internacional del Libro de los Universitarios, la Filuni, Jorge Alderete y Clarisa Moura. Conozco a Clarisa por otros trabajos, es una importante diseñadora, creadora. Una importante promotora del trabajo de ilustradoras. Curó una exposición muy linda que se llamó Estereotipas, con ilustradoras latinoamericanas. Tenía muy en mente ese proyecto que ella hizo y para mí fue muy fácil pedirle una propuesta de diseño de la colección los ejes. Los que hablamos para  trabajar en el diseño tenían que ver con libros que fueran accesibles, atractivos, que estuvieran bien cuidados, que fueran muy fáciles de portar y, sobre todo, buscábamos otro tipo de justicia, la que te puede dar no sólo que te publiquen, sino además que te publiquen un libro bello. 

Son libros que son un homenaje para las autoras y una maravilla adicional es que ese homenaje se puede hacer con cuatro de ellas vivas. 

Se presenta la colección esta tarde [a las 19 horas en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario] y ustedes hacen este ejercicio de rescate por el valor literario que tienen sus textos, pero también hay una situación en la UNAM que está golpeando muy fuerte a la mujer por la oleada de violencia que apenas ahora, después de meses, empieza a ver un poco la luz. No sé si ustedes tengan una postura al respecto. 

En la Coordinación de Difusión Cultural hemos tenido una postura desde el principio y este proyecto visibiliza esa postura, que es muy importante escuchar a las mujeres, creerlas y actuar. Esa mirada ha ido permeando no sólo en Difusión Cultural, sino en otros ámbitos universitarios poco a poco, es verdad, pero todo ha sido un proceso, y un proceso en el que me parece que ahora no estamos en la misma situación en la que la universidad no estaba en la misma situación que hace un año. Ha habido ya una expresa y clara postur del rector sobre esto, ha habido ya un manifiesto, se ha publicado. Y ese es el sentido que tiene un proyecto como Vindictas, también, reconocer, por supuesto que tienen que ser atendidas sus peticiones. Y creo que también es un proceso, del otro lado, darnos cuenta del terreno que vamos ganando poco a poco. 

Parte de ese proceso pasa por entender también que estamos llegando a un territorio que hay que construir juntos y juntos de verdad significa “juntos”. Y acompañarlo con un proyecto cultural me parece que es de las mejores aportaciones que se pueden hacer. 

Vindictas, va más allá de lo editorial, porque la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM que dirige Jorge Volpi, decidió que este proyecto fuera mucho más amplio. Ahora cabe en cada una de las disciplinas artísticas de la institución.

La distribución del libro universitario es difícil, los canales son comerciales. La UNAM trabaja en crear redes de distribución entre universidades, mientras tanto, los libros se pueden comprar impresos en línea en la página de Libros UNAM y también en formato electrónico. Su precio oscila entre los 90 y los 227 pesos. Dice Socorro Venegas  que «por supuesto que hay que mirar hacia afuera y que los libros lleguen, pero a los primeros que queremos que lleguen es a los lectores universitarios.»

Todas las imágenes cortesía de la UNAM