Teresa Salgueiro seduce al Cervantino

  • Quizás el momento más emotivo, para muchos, fue cuando los temas mexicanos y latinoamericanos, que integran el más reciente disco de Teresa, cedieron el paso a dos piezas de Madredeus,  que remitieron a muchos a la película de Wim Wenders.

Por Alberto Aranda
Tuvieron que pasar 17 años para que Teresa Salgueiro regresara a la Alhóndiga de granaditas y se presentara en el Festival Internacional Cervantino.
A las ocho de la noche, después de una amenaza de lluvia y, como dicta la tradición, se clavaran un par de cuchillos en la tierra para evitar toda precipitación pluvial, la cantante salió al escenario vestida de blanco y negro. Unos extrañaron su cabello largo, pero cuando comenzó a cantar todos reconocieron a (quien fue por años) la voz de Madredeus.
El concierto comenzó con «Señora del tiempo», canción que forma parte de su disco  O misterio y que está  inspirada en un árbol de olivo, el cual, para los portugueses, simboliza la fuerza y sabiduría.
Le siguieron “La golondrina”, “Canción mixteca”, “La del rebozo blanco” y por supuesto “María bonita”. Por momentos el público quiso acompañarla, sin embargo, el sentimiento de amor, desamor o los afectos que están lejanos y que regresan a la mente con estas canciones, impidieron a más de uno emitir una tonada. 
Quizás el momento más emotivo, para muchos, fue cuando los temas mexicanos y latinoamericanos, que integran el más reciente disco de Teresa, cedieron el paso a dos piezas de Madredeus,  que remitieron a muchos a la película de Wim Wenders.

Después de hacer este homenaje, la cantante regresó al repertorio de «La golondrina y el horizonte». “Fallaste corazón” y “Paloma negra” hicieron que a más de uno se le estrujara el corazón; y por fin, se animaran a acompañar  en la interpretación a Salgueiro
El final se aproximó cuando el contrabajo, batería, viola braguiña y acordeón emitieron las notas de  “Vuelvo al sur” y “Alfonsina  y el mar”.
Después de cantar más de veinte temas, Teresa Salgueiro regresó al escenario ante la insistencia del público para interpretar dos canciones: “Gracias a la vida” de Violeta Parra y “Todo cambia”, canción que  hiciera famosa Mercedes Sosa. 
Al final un segundo ramo de flores le fue entregado en agradecimiento y la cantante se despidió de la Alhóndiga y del Festival Internacional  Cervantino.
Imagen:http://bit.ly/1ZE4A5I
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