- Durante el homenaje organizado por la Academia Mexicana de la Lengua, Iganacio Padilla dijo que Fuentes «nos enseñó a pensarnos a la altura de cualquier intelectual del mundo»
Distrito Federal, 24/05/13, (N22).-
Carlos Fuentes fue en su vida un viajero incansable. Esto es tan cierto, que no nació en México, sino en la embajada de Panamá. Por estas largas estadías fuera del país, en 2001, fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua, institución centenaria que le rindió un homenaje por sus aportaciones al español de México.
«Fuentes es fundamental desde La región más transparente, es un verdadero compendio del español de México. Carlos conocía muy bien la lengua española clásica, conocía ese territorio con absoluta naturalidad, pero llegó también al español vernáculo y llegó a dominarlo», así lo dijo para N22, Hugo Gutiérrez Vega, integrante de la Academia.
En una sesión solemne, algunos integrantes de esta institución ofrecieron una conferencia en el Museo Rufino Tamayo, en la que charlaron sobre la importancia del autor de Terra Nostra. Ignacio Padilla, habló sobre la importancia que tuvo el pensamiento de Carlos Fuentes para su generación, el llamado “Crack”:
Carlos Fuentes fue descrito por sus compañeros escritores como un renacentista del siglo XX. Un intelectual con espíritu helénico o faústico, con una juventud y pensamiento lúcido que los años no pudieron vencer.
«Fuentes fue creciendo, madurando, aquilitando su escritura, culminando su ambiciosa obra pero tuvo la cortesía y el privilegio de no envejecer nunca», aseguró Gonzalo Celorio durante su participación en el homenaje.
La Academia Mexicana de la Lengua tiene cinco sillas para miembros honorarios. La de Carlos Fuentes, dicen sus integrantes, aún no debe ser reemplazada.
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