Ciudad de México, México, 08/05/13, (N22).- Las características de la comunicación gubernamental en América Latina fueron tema de la conferencia magistral de Mario Riorda, especialista de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, en el foro al que convocó la Universidad Iberoamericana.
«La categoría más importante que hoy tiene en clara dependencia a la comunicación política a nivel internacional es sin duda la híper personalización. Toda la política fue personalista, pero antes se trataba de partidos con personas; hoy son personas con o sin partidos», dijo Riorda.
«Hace por lo menos tres años antes que el actual presidente Peña Nieto fuese presidente nos daba lo mismo, aún en el peso cultural preponderante que tiene el PRI en este país, que el candidato fuera uno u otro. ¿Quién resolvió la candidatura? La hiper personalización montada en la opinión pública?
«Hablo desde la dimensión estricta de la comunicación política, el caso de Hugo Chávez fue un enorme mito que fue tan fuertemente montado en la escena política que de alguna manera descontrola. ¿En qué sentido descontrola? Que la gente se lo apropia con múltiples características», aseguró el académico argentino.
Para Rubén Aguilar, vocero presidencial en el sexenio Vicente Fox, México aún tiene mucho que aprender en el terreno de comunicación gubernamental.
Rubén Aguilar: «En una sociedad mediática como la que vivimos no puede disasociarse el quehacer político de la comunicación y del tono de la comunicación, probablemente, que hace cada gobierno, probablemente se construye la imagen de ese gobierno en independencia de algún tramo de la acción que realiza, aunque siempre debe que tener una base sólida de acción.
«Yo marqué un sello haciendo caso precisamente de las normas de la comunicación gubernamental. En Estados Unidos existe un portavoz, la prensa, la sociedad no entendería que no haya un portavoz al que todos los días le puedan preguntar, que en el caso de los regímenes parlamentarios exista la figura del ministro portavoz del gobierno. En el caso nuestro volvimos la rueda de la historia para atrás, donde sólo el presidente se comunica».