- «Es muy posible que su enfermedad (de Neruda) se haya agravado por la depresión enorme que le causo saber que estaban matando gente en todas partes»
- «La movilización de estudiantes, que es un movimiento que da mucha energía a la sociedad chilena ha renovado la agenda de los políticos»: Skármeta
Por Arlette Palacios
El 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet contra Salvador Allende, murió Pablo Neruda en una clínica de la capital chilena. Cuarenta años después surgieron las sospechas de que no había muerto a causa de un cáncer de próstata, sino que había sido asesinado, según una querella que presentó el Partido Comunista en mayo de 2011.
A causa de esto se le han hecho diversos estudios a sus restos para determinar la causa de su muerte; los resultados de las primeras investigaciones realizadas por el Servicio Médico Legal (SML) chileno, afirman que el Premio Nobel de Literatura padecía un cáncer de próstata avanzado en el momento de su muerte, pero aún no se puede afirmar si fue envenenado.
El informe, basado en el análisis de una radiografía de los restos óseos de Neruda, fue entregado al juez a cargo del caso, Mario Carroza, quién se mantiene a la espera de los exámenes toxicológicos, que fueron enviados a la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) para su análisis.
Ante esto el escritor chileno Antonio Skármeta comentó para N22 que “Pablo Neruda estaba muy grave, padecía cáncer de próstata desde hace mucho tiempo, es muy posible que su enfermedad se haya agravado por la depresión enorme que le causo saber que estaban matando gente en todas partes, y que eran sus compañeros tan queridos, es de imaginar que una situación como ésta pueda hacerle daño a una persona que ya estaba enferma”.
Skármeta definió a Neruda como un poeta de fama mundial: “es el hombre más significativo en la historia de Chile, la persona que más ha trascendido de todos nuestros compatriotas y una gran figura pública que representaba los anhelos de justicia de Chile”.
Neruda era comunista y seguidor del presidente Salvador Allende contra el que Pinochet dio el golpe de estado en 1973 y quien fue derrocado. “El gobierno de Allende que acaba de ser derrocado, ocasionó que las personas pensaran que hubo un plan para asesinar al poeta Neruda y si las investigaciones comprueban que así fue, sería algo intolerable, pero todo esto está en manos del juez Carroza; los restos de Neruda están siendo analizados y estudiados por expertos internacionales, quienes van a juzgar objetivamente si en el cuerpo de Neruda hay señales de que fue asesinado o si su muerte fue consecuencia del cáncer que padecía. Tenemos que estudiar los resultados de la investigación y el juez va a anunciar la verdad” refirió Skármeta.
Enfado y sospecha de muerte
También comentó que “a nadie le gusta la idea de que un poeta tan amado que estaba en un lugar precioso, en su casa de Isla Negra en el Pacífico, sea sacado de allí para ser intervenido en busca de la huella de un posible asesinato, a mí me incomoda y me duele que esté pasando eso, aunque sé que hay una duda razonable para hacer eso, pero lo que no entiendo es por qué surge ahora, a tantos años de su muerte. Se han hecho muchas investigaciones semejantes, de políticos relevantes que fueron asesinados en esa clínica, que pudieron haber muerto eventualmente o fueron asesinados, el caso más relevante es el del el ex presidente de la República Demócrata Eduardo Frei, quien murió asesinado con veneno en la misma clínica en donde murió Neruda, entonces, esto hace 20 años no se sabía, pero hace dos años se descubrió que sí hubo asesinato. Entonces la gente comenzó a relacionar una cosa con otra, se produjeron evidencias y sospechas y esto llevó a una duda razonable para investigar en el cuerpo de Neruda, además de que hace 40 años no se había acumulado tanta información en un caso semejante”.
El escritor chileno argumentó que “en caso de que las sospechas de asesinato resulten verdaderas se buscará a los responsables, pero como ya fue hace mucho tiempo pueden estar muertos, fuera del país, ancianos, enfermos o metidos en centros de poder. Es imposible prever si se encontrará a los responsables. Lo que sí se puede saber es que va a ver una reacción emocional muy fuerte del pueblo chileno, porque le tienen un gran amor a ese poeta, pero identificar culpables, eso será una actividad posterior y si se llegara a identificar a los culpables, sí habrá un levantamiento social para pedir que se haga justicia”.
El golpe de estado que ocurrió en 1973 en Chile no sólo atacó arbitrariamente a decenas de exiliados democráticos, sino que además fue una dictadura que duró mucho tiempo y aplicó la represión sistemática a lo largo de décadas. «Fue un episodio trágico en la historia de Chile y fue una condena, hasta ahora el nombre de Pinochet es símbolo de una persona que ha hecho mucho daño” afirmó.