La literatura de la lejana Suecia

Por Alizbeth Mercado

(@alizbeat)

Distrito Federal, 29/04/13, (N22).-

“La
sociedad sueca contemporánea a través
de su literatura tiene en principio un interés de explicar los fenómenos
sociales desde la sociología, mi objetivo fue no cargarlo con términos
académicos sino llevar al lector de manera amena semejante a un viaje que yo
misma hice. Buscar novelas que lo explicaran desde el punto de vista del
escritor en un momento dado, que está condicionado por el escritor como  sujeto activo de la sociedad”, comentó la
socióloga María Elena Guzmán.

Guzmán llegó a Suecia para
realizar estudios de posgrado, el viaje la llevó a comprender la simbiosis
entre los fenómenos sociales y la literatura. Su interés por el país nació cuando era estudiante, ya había
hecho incursiones en la literatura de habla hispana, francesa. Por las
circunstancias fue a parar en un país lejano, cultural y geográficamente al
nuestro, “encontré un universo rico, tuve que luchar con el idioma diferente al
nuestro”.

“Después familiarizarme con
el idioma, al empezar a leer la literatura fue el primer paso, pero uno es
sujeto activo con lo que te rodea, por mi formación sociológica creció el afán
de explicarme los fenómenos  sociales o
la literatura, mejor dicho, la literatura en relación a los fenómenos sociales”,
agregó.

Posterior a su posgrado y a
una estancia en el país europeo, María Elena publicó con Alpe ediciones, La literatura sueca contemporánea a través
de su literatura. Se trata de un análisis respecto a la transformación de
la sociedad sueca, cómo pasó de ser una sociedad industrial a sociedad de
consumo.

“Suecia fue un ejemplo del
espíritu colectivista, socialdemócrata, durante muchos decenios regio al país
es un capitalismo donde el estado funge una función de regulador. Suecia no participo
en la segunda guerra mundial, sin embargo estaba impregnada del espíritu de
toda Europa de levantarse y ciertamente con su estructura firme pudieron ser
los proveedores a su alrededor”.

El cambio en el paradigma
económico trajo un cambio idiosincrático, de ser una sociedad por la crisis de
los 80, los 90, llegó a pensar en el individualismo que “se percibe en otros
países europeos y se manifiesta en la literatura”.

Guzmán postuló en su trabajo
de investigación la siguiente  hipótesis:
el realismo mágico como influencia en las letras escandinavas del siglo pasado.

“El primer libro que leí la
historia de un universitario que sentía que llevaba a cuestas  el convencimiento de no pertenecer a su época
y pensando que va en un carrusel y desea saltar en cualquier momento, me llamo
la atención y pensé, ¿será este un 
efecto del realismo mágico latinoamericano?  Mi tesis de maestría se llamo Influencia del realismo mágico
latinoamericano en tres novelas suecas, ciertamente constaté que la
literatura latinoamericana dio influencia en la literatura escandinava, no solo
en la sueca sino también danesas”.

Asimismo, encontró a lo
largo de su investigación, que la novela negra es una coyuntura entre la Suecia
de la posguerra y la sociedad contemporánea. Esta afirmación tiene la
explicación de psicólogos originarios, quienes dijeron a Guzmán que: “en la
idiosincrasia sueca no se habla del bien ni del mal, no se habla de la muerte,
ni el dolor, en algún lugar tiene que salir”.

Alexandra Anduril dijo:
estamos educados realmente desde pequeños 
ver que el bien tensa como adultos, vemos que la realidad no es así,
pero en las novelas si se nos presta que aparece el criminal o delincuente y es
castigado, de alguna manera es una catarsis por ver que si en la vida real no
se encuentra al criminal en las novelas se le castiga. Como en la trilogía del
misterio de Lisbeth Salander ella no se conforma solamente con el castigo ella
pide venganza y es un aspecto que le da un poco más de brillantez al elemento
feminista dentro de toda la cultura escandinava, concluyó.

Imagen:http://bit.ly/12KMOzH

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