Por Víctor Gaspar (@gasparvictor)
Distrito Federal, 11/04/13, (N22). – “Para nuestra institución es un honor y un deber reconocer la enorme labor que nuestra comunidad, en su ejercicio responsable, cumple con la vocación de servicio que debe caracterizar a los universitarios. Abraham Zabludovsky fue sin duda un ejemplo de estas cualidades. Su obra queda como una lección constante de la cultura mexicana, es un referente a nivel internacional en la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX”,declaró el director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Marcos Mazari Hiriart.
A una década de su deceso, amigos, familiares y colegas recordaron al arquitecto Abraham Zabludosvsky en un homenaje en el Palacio de Bellas Artes. Prolífico creador, Zabludovsky atendió con su obra tanto a la arquitectura de unidades habitacionales como grandes recintos culturales y privados.
“Mi papá básicamente empezó con casas habitación y con edificios. Tuvo una etapa de hacer edificios, conjuntos de edificios bastante conocidos, como es el conjunto de Lomas de Mixcoac, que ahora se ve muy bien por el segundo piso del Periférico. Una de las cuestiones que mi papá siempre buscó es que sus edificios se pudiera preservar con el tiempo, que no tuvieran un problema de limpieza o de mantenimiento, que usted puede ver en ese tipo de acabados como de este conjunto habitacional tanto como los que después hizo en cómo el Auditorio Nacional, el Colegio de México, el Museo Tamayo”, Gina Zabludovsky, hija del arquitecto.
Amigo y compañero de oficio de otros celebres creadores como Teodoro González de León, cultivó amistades como la de José María Gutiérrez quien recordó sus días de estudiante en la escuela nacional preparatoria, entonces ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Por su parte el arquitecto José María Gutiérrez dijo: A mí me da mucha envidia porque era el hábitat de Abraham, donde se desarrolló desde niño. Ya que vivió en el barrio de la Merced, tuvimos una convivencia con la vida comercial, cultural y cívica. Recuerdo que al terminar cada año de la preparatoria, me invitaba Abraham, como celebración, a comer unas gelatinas muy sabrosas en la calle de Jesús María.
Imagen:http://bit.ly/12QD4Dy
13AM