Redacción/CDMX
Seema Lakdawala, viróloga de la Universidad de Emory, decidió estudiar cómo el virus de la gripa se expande en las guarderías y para ello abrió en Pisttburg, Estados Unidos, una pequeña guardería para hurones, cuatro sanos y uno con gripe.
Se seleccionó a estos animales porque según la investigadora “Los hurones han sido siempre el estándar para investigar el virus de la gripe, porque tienen un sistema respiratorio muy similar al nuestro”.
Además, se percataron que al igual que los humanos, son animales muy sociables.
Para el experimento se juntó a un equipo interdisciplinar conformado por otro virólogo, dos expertas en transmisión por aerosoles y un matemático.
Intentaron replicar un ambiente cómodo para los hurones donde los alimentaban, llenaban de juguetes y les daban de beber, para que después se fueran a descansar en jaulas separadas.
Durante los primeros meses, observaron movimientos, en específico registraban las zonas contaminadas por enfermo, fijándose quien las tocaba después.
También registraban peleas, juegos, y los días cuando un nuevo hurón caía enfermo.
Esta investigación se publicará en unos meses, pero adelantaron una variante, la cual fue el aire acondicionado.
La viróloga contó que “Probamos con un intercambio de aire normal, de una vez por hora, similar al de las guarderías de por aquí. Y después, con un intercambio de 23 veces por hora”.
En ambos casos, el 50% de los hurones acabaron infectados, pero lo que cambió fue que la ventilación reducida los enfermó en tres días, mientras que con la otra tardaron entre tres y siete días.
Al igual que los niños, los hurones tienden a juntar caras, robarse comida, morder juguetes o morderse entre ellos, lo que les hizo sentido a los investigadores la propagación del virus en guarderías, ya que en otros contextos por ejemplo la oficina o un bar esto no ocurre.
Una ventaja de esto es que a pesar de que los pequeños suelen enfermarse regularmente en la guardería, cuando crecen las enfermedades respiratorias suelen disminuirse.
En comparación de quienes pasan sus primeros años en ambientes controlados que sufren menos infecciones, pero en su etapa de crecimiento suelen enfermarse con más constancia.
(Con información de El País)