#Liminal | La química del beso

Karen Rivera / Ciudad de México

¿Sabían que los labios son una de las partes del cuerpo con más neuronas sensoriales? Hasta ahora se sabe que estos pliegues que forman el inicio de la boca tienen aproximadamente cien veces más sensibilidad que los dedos.

Y, aunque besar con ellos no es tan universal como parece, lo cierto es que al hacerlo el cerebro recibe un dosier de información que hace que este acto íntimo se convierta en una necesidad.

El investigador de Ciencias Médicas, Ignacio Camacho, explicó a Noticias 22 que: «los labios tienen una representación en nuestro cerebro muy grande y esto quizá no tanto relacionado con el beso, sino con el lenguaje, —que ha sido fundamental en nuestra evolución—, y si hay una estimulación de nuestros labios esto va a generar diferentes cambios, en la actividad cerebral y en la liberación de diferentes hormonas».

Los besos con lengua son así por una cuestión evolutiva, la saliva del hombre impregna a la de su pareja de testosterona, hormona que incrementa el deseo sexual. Cuando los seres humanos se besan con los labios emplean 34 músculos del rostro y 134 de otras partes del cuerpo que permiten adoptar una postura adecuada. Pero ¿qué ocurre en el cerebro? Lo que sucede es que se activan los centros de placer.

«Hay liberación de algunos neurotransmisores que son muy importantes para sentir placer como la dopamina, pero también, por ejemplo, otros que se sabe que pueden estar participando en que se afiancen estos lazos de pareja como pueden ser la oxitocina o la vasopresina e incluso hay algunos estudios que indican que el besar puede tener efectos ansiolíticos», agregó.

A esta lluvia de neurotransmisores le sigue la adrenalina, que provoca un aumento en la frecuencia cardiaca y puede ser la causa por la que se cierran los ojos al besar, ya que las pupilas se dilatan; también están la serotonina, que regula las emociones y el deseo sexual; y la oxitocina, conocida como la hormona del amor. Por lo anterior, el beso es sin duda, una droga natural.

«Se ha visto que pueden disminuir algunas alergias y que se van a generar diferentes componentes del sistema inmunológico o que están relacionados con ciertas alergias. Esto se ha relacionado con aspectos benéficos que puede tener el beso».

A pesar de que el beso tiene componentes benéficos para la salud emocional, también provoca un intercambio de agentes patógenos, en 10 segundos se pueden intercambiar 80 millones de microorganismos. Lo cierto es que besar reduce la sensación de dolor y combate la depresión.