666 reúne obra de estos tres artistas y aborda desde la materialización plástica la representación histórica y bíblica del mal
Redacción/Ciudad de México
En el marco del Gallery Weekend México, la galería Nordenhake, en su sede de Ciudad de México, presenta la exposición 666 que reúne obra de Antoni Tàpies (Barcelona, 1931-2012), Michael Schmidt (Berlín, 1945-2014) y Tomás Díaz Cedeño (Ciudad de México, 1983).
«Una referencia directa a la pieza Cap-666 (Cabeza-666, 1990) de Tàpies, que aborda desde la materialización plástica la representación histórica y bíblica del mal, la muestra se enfoca en la materialidad y valores plásticos de la escultura, la fotografía y la pintura como elementos clave en la concepción formal y conceptual de las piezas. A través de 19 obras, entre pinturas de Tàpies, fotografías de Schmidt y esculturas de Díaz Cedeño, en 666 se pueden ver escenarios urbanos y naturales desde su apreciación como paisaje. Es decir, espacios definidos por las características propias de sus contextos que, gracias a la técnica de estos artistas y su interés por apropiarse y aprovecharse de las cualidades de los materiales y medios que utilizan, sobresalen de tal forma que es posible evidenciar sus texturas, formas y composiciones. Algo, que difícilmente se hace de forma tan
visible en la realidad», como señala un comunicado de la galería.
En la obra de Tàpies y Schmidt, las texturas pictóricas y fotográficas pueden ser interpretadas como pieles destrozadas por los conflictos armados que han marcado la Europa del siglo XX, mientras que las botánicas fosilizadas de Díaz Cedeño se vuelven metáfora del cuerpo en relación con el espacio. En conjunto, las relaciones que se establecen en la obra de los tres artistas permiten reflexionar qué cargas simbólicas tienen las representaciones de paisajes en el arte y de qué manera estas representaciones influye en la imagen que tenemos del mundo.
666 se podrá visitar hasta 27 de noviembre en Galerie Nordenhake, Monterrey 65, colonia Roma.
Imagen de portada: Antoni Tàpies, Peinture grise et verte, 1957. Cortesía de Tate Collection