Se presentan en el Cervantino la Orquesta Nacional de Jazz de México con una composición ambiciosa: una suite de cinco movimientos que retrata la música tradicional de cinco zonas del país
Karen Rivera/Guanajuato, Guanajuato
«La Orquesta Nacional de Jazz de México se funda en el 2015 con el objetivo de promover la música contemporánea mexicana y el jazz en nuestro país. Está conformada por los más sobresalientes jóvenes de jazz del país y bueno, nuestros objetivos principales son el rescate de compositores mexicanos, la creación de música nueva, que es por lo que venimos aquí y la parte educativa», comenta en entrevista Manuel Huizar, director general de esta orquesta.
La Orquesta Nacional de Jazz de México es liderada por el flautista Manuel Huizar y César Secundino, ganador del Campeonato Mundial de Arpa en 2018, ambos originarios de Coahuila, y está compuesta por veinte instrumentistas y cinco compositores, todos menores de 35 años.
«Todos tenían un acercamiento por sus regiones, que algunos son de Guadalajara, otros son de Oaxaca, otros son de todo el país, entonces cada uno llega con su parte, con su porción de música que desarrolló en su tierra y esto es enriquecedor para la música en general que estamos desarrollando.»
A lo que responde el compositor Tonatiuh Vázquez: «Lo que sale es prácticamente una música del mundo que tiene improvisación, que tiene una fuerza muy sólida rítmica y tiene una fuerza muy sólida armónica, entonces es un género que no es superficial, tiene mucha información, jugo, no nada más por la cultura del jazz que ya tiene más de un siglo, sino por todas estas músicas folclóricas a la cual todos los músicos del mundo están trayendo este nuevo género.»
La agrupación interpretó, en la Alhóndiga de Granaditas, la Suite La Mexicana del compositor Tonatiuh Vázquez. Una pieza musical escrita para orquesta de jazz y arpa solista, dividida en cinco movimientos, que permiten contemplar una secuencia de ritmos y estilos representativos de México, que buscan ser parte de un lenguaje sofisticado del jazz nacional.
Y continúa Tonatiuh: «Esta es una de las composiciones, probablemente, más ambiciosas de los últimos tiempos en nuestro país. Esta obra fue compuesta junto con el contrabajista Carlos Zambrano y su servidor. Ésta es una suite de cinco movimientos la cual retrata la música tradicional de cinco zonas del país, entre ellas la Huasteca, la música jarocha, la música de Chiapas, la música del norte y la música de Oaxaca. Lo que hicimos fue fusionar las armonías con todos estos ritmos de folclor mexicanos, inclusive incluyendo instrumentos tradicionales de estas zonas, entonces es una obra única en su estilo hasta el momento.»
Tonatiuh Vázquez considera este tipo de arreglos una evolución de lo que han realizado compositores mexicanos como José Pablo Moncayo, Arturo Márquez o Silvestre Revueltas en obras como La noche de los mayas.
«Esto lo estamos haciendo, evolucionando y fusionando ahora con el jazz que es un género que ahora, en los últimos años, se ha estado fortaleciendo en la escena mexicana, entonces estamos tratando de hacer estas fusiones, pero ahora incluyéndolas con la cultura musical, armónica y rítmica del jazz. Es una mezcla muy rica, porque además de ser novedosa, las mezclas, las orquestaciones que logramos hacer con los instrumentos tradicionales de estas zonas es totalmente novedoso», concluyó el compositor.
Imagen de portada tomada de la página del Cervantino