«Las cosas verdaderamente importantes en la vida, son las que tienen que lidiar con el humor»: Terry Gilliam

Una charla con el cineasta estadounidense para quien el humor, el sarcasmo y la sátira son elementos imprescindibles en su obra 

Guanajuato (N22/Huemanzin Rodríguez).- Todo el tiempo aparece sonriente, saludando a la gente y con una actitud festiva. Es la tercera vez que viene a México, antes para participar en el Festival de Cine de Morelia (2012) y luego para formar parte de la Cátedra Ingmar Bergman de la UNAM. Terry Gilliam tiene una larga trayectoria como director de cine, actor, guionista, animador y dibujante. Su trayectoria cinematográfica comenzó a finales de los años sesenta en Reino Unido, como integrante del grupo de cómicos Monty Python. En los años setenta fue director y actor de la película Monty Python y el Santo Grial (1975). Ha hecho películas tan importantes y referentes para el mundo del cine como la kafkiana Brazil (1985), la distópica Trece monos (1995), la satírica Las aventuras del Barón Munchausen (1988), la onírica El imaginario mundo del Dr. Parnassus (2009), la bizarra Tideland (2005) y la incansable El hombre que mató a Don Quijote (2018), entre otras. Nuevamente ha venido a México para participar en el homenaje que le rinde el GIFF en la ciudad de Guanajuato. En su hotel en el camino a la Presa de la Olla, una mañana nublada, Terry llega a la cita. Trae una playera con la imagen de una obra de Goya, jeans, alpargatas y una pequeña coletilla en la nuca tras su muy corto cabello cano. Es risueño, ríe con facilidad y siempre responde con una ironía.

Hola Terry, la última vez que conversamos fue en el Festival de Cine de Morelia.

Cierto, ¿fue hace cuatro años?

No, en 2012.

¡Dios mío! ¡Hace tanto tiempo!

Eso pasa cuando se es feliz, no se da uno cuenta del paso del tiempo, ¿no lo cree?

Eso pasa también cuando eres viejo, te parece que todo fue ayer.

Entonces me pareció verlo feliz. ¿Sigue siendo feliz?

No lo sé, me pone feliz cuando vengo a México. Literalmente aquí encuentro una energía y vitalidad maravillosa en la gente. He comido maravillosamente estos días. Vine porque estaba un poco deprimido por algunas cosas. Necesitaba una excusa para venir a México, mostrar algunas películas. Así que vine aquí. Estoy contento aquí. El lugar es precioso, inspirador. Me gusta el paisaje que da el cerro de la Bufa. Es hermoso, todo verde. Me parece que en la noche salen brujas de ahí.

Ayer presentó al aire libre algunas de sus películas en las escaleras de la universidad, como Monty Python y el Santo Grial (1975) y El hombre que mató a Don Quijote (2018). ¿Cuál fue su experiencia?

Para mí estuvo bien. No sé qué le pareció al público. Parecía que lo disfrutaban. Había mucha gente, eso es lo que me importa, encontrarme con el mayor número de personas que sea posible. Espero, tengo la esperanza, que hayan experimentado algo diferente a lo que regularmente experimentan en el cine.

La última vez que conversamos, hablamos un poco de lo difícil que había sido mantener un proyecto como El hombre que mató a Don Quijote, finalmente la película fue estrenada el año pasado. Aquí en Guanajuato hay una presencia muy importante de la figura de Don Quijote y de la obra de Cervantes. ¿Cuál es la importancia de la literatura para su trabajo?

La literatura es lo más poderoso que hay y eso es lo que me preocupa. El problema es que la gente ya no lee como solía ser. Y es por eso que hago películas, hablan de libros, para invitar al público a que lea. La gente tiene una idea del Quijote, ¡pero no lee el libro! Es un libro extraordinario. Probablemente sea la cuarta película que hago basada en un libro, porque simplemente trato de invitar a la gente para que vea lo importante que es la literatura, pero está más interesada en las redes sociales. Creo que cuando uno encuentra esa relación íntima, entre el lector y el autor, es verdaderamente fantástico. 

Sin embargo, el cine no sólo se trata de literatura, engloba todas las posibilidades artísticas…

Así es, es cierto.

Incluso los sueños. Muchas de sus películas están hechas con ensoñaciones y mentiras, como Las aventuras del Barón Münchausen (1988) o El imaginario mundo del Dr. Parnassus (2009)

¡Mis amigos y mi esposa dicen que todo lo que he hecho es una misma película, y sólo cambio el vestuario!

¿Todo es sólo vestuario? 

Porque mis películas tratan de la imaginación, de la realidad y la tensión entre esos dos polos. Porque tenemos la certeza de necesitar de ambos en la vida. Tú necesitas de tus sueños, imaginar un mundo mejor o un mundo más interesante más allá donde la realidad está ahí. El Quijote es el personaje icónico del soñador, del loco y del realista. Yo creo que todas las personas tienen adentro a Don Quijote y a Sancho Panza y me gusta recordarle eso a la gente. 

 Además, al mismo tiempo, sus películas tienen mucho humor. 

Siempre. 

Y también son sarcásticas. La palabra sarcástico viene de un término griego que se refiere, algo así como carnicero. Sarcófago viene de la misma raíz. 

¿En verdad? No tenía idea de ello. 

Y el humor sarcástico es como quitar la carne del cuerpo. 

¡Es fantástico, es el tipo de cosas que me gustan! El sarcasmo satiriza, si quieres realmente llegar a la verdad por ti mismo tienes que quitar, en muchos sentidos,  las partes falsas, quitar la piel y ver lo que realmente hay adentro. Eso es para mí el sentido del humor. Lo sé, siempre he sentido que las cosas verdaderamente importantes en la vida, las cosas realmente serias, son las que tienen que lidiar con el humor, y es una forma de probar cuán importantes son. Si sobreviven a tu sarcasmo y humor, entonces son importantes. Si se colapsan, por hacer bromas, eso no funcionará contigo de ninguna manera.


A veces los políticos hacen bromas que no son graciosas. El mundo kafkiano de su película Brazil (1985), la compartimos como algo común entre Estados Unidos y México.  

Creo que vivimos en tiempos extraños. Ha sido abierta la caja de Casandra y la locura está afuera y los payasos han tomado la silla presidencial. Cuando eso se ha hecho, se destruye el humor, se destruye la sátira ¿Quién podría satirizar a Donald Trump? Él es una sátira. Él saca de la jugada a los comediantes.

A propósito de la pintura, recuerdo ahora que veo su camiseta…

Es Goya.

La vez anterior que estuvo en México estaba muy interesado en los murales, ¿cuál es el poder de la pintura en sus procesos creativos?

Cada vez que hago una película, hay algunas pocas pinturas desde donde me enfoco para lo que quiero hacer. Goya (1746-1828) es uno de los que me inspira. El otro es Gustav Doré (1832-18883). Y esas imágenes realmente las tengo en la cabeza todo el tiempo y con ellas recreo el mundo real, lo cual no es posible. Es como, una guía para encontrar las cosas verdaderas. Lo maravilloso en Goya, es que es muy oscuro y muy humano, él es todo eso. Y Doré, tiene uno de los dibujos más exquisitos de lo que para mí es el Quijote, y para muchas personas más. Ayer estuve en el Museo Iconográfico del Quijote, es interesante cómo en muchas de las obras hay una mezcla que lo vinculan con la figura de Cristo. Con la caída de Cristo. No estoy de acuerdo con eso. Él es un soñador, un hombre que cree que el mundo es más noble, y es un símbolo de la falla, se equivoca todo el tiempo. Pero su fuerza está en regresar una y otra vez. Tal vez esa sea la conexión con Cristo, el Quijote no se redime, pero sí tiene resurrección, debo decir que muchas más veces que Cristo.

Muchos de sus proyectos han enfrentado duros reveses. Algunos ni siquiera han visto la luz. Para usted, ¿qué tan importante ha sido el fracaso?

Caer, la caída es interesante porque si no intentas volar no te caes. Así que para volar hay que caer y tienes que aprender algo e intentarlo otra vez, y caer de nuevo. No hay límite. ¡Y puedes aprender mucho!

¿Ahora trabaja algo con Neil Gaiman?

No tengo trabajo. Neil me buscó para un proyecto sobre un libro que escribió titulado Buenos presagios (Good omens, 1990). Hace años le hice un guión que intentamos hacer juntos, pero eso no pasó. Ahora ya lo está haciendo con la BBC, es una miniserie de seis capítulos. 

Neil me llamó para decirme: “¿Puedo robarte el guión?” Y le dije que sí.

Entonces, ¿está buscando trabajo?

Estoy buscando trabajo, ahora estoy aquí en México y como tengo entendido el Sr. Slim ya no es el hombre más rico del mundo, pero sigue entre los primeros diez. No sé si alguien me pueda ayudar a conocerlo para proponerle un trato. 

Imagen:  © José Meléndez