¿Es realmente caro el café que compramos en la mañana?

Redacción/CDMX

Las ventas de café se han mantenido en gran medida estables, incluso con las presiones financieras.

Los precios también lo han hecho, a pesar que parece caro pagar, digamos, 60 pesos por una bebida.

Al mirar de lejos, si solo se contempla el costo de los insumos como la leche, el granos, un vaso y una tapa, el margen de ganancia parece lucrativo.

Sin embargo, en los últimos años, alquilar un local, pagar la luz y al personal se han convertido en factores mucho más importantes para los propietarios de cafeterías.

También existen otros elementos a tomar en cuenta como el aumento del precio del café verde, o sea, sin tostar.

El Arábica, el grano de mayor calidad que se bebe en las cafeterías especializadas, es un producto crudo y caro, cuyo precio sigue al alza.

El café Robusta, es más barato y es el que suele utilizar para preparar café instantáneo, pero una grave sequía en Vietnam acaba de elevar el precio a su máximo histórico.

También el precio de la leche fresca ha aumentado más del 20 por ciento en los últimos dos años.

Para citar el caso de Australia, donde los granos se clasifican al menos en el puesto 80 a nivel mundial, los de mayor calidad comercial tienen mayor costo, pero su producción ofrece mejores condiciones de trabajo para los agricultores y fomenta prácticas más sostenibles.

Los granos de origen único y de alta calidad a menudo provienen de una sola finca y exigen precios más altos que el café de calidad comercial, donde los granos de origen más barato a menudo se combinaban en una mezcla.

Así que, todo parece indicar que en el corto plazo, los precios solo podrán aumetar.

(Con información de The Conversation)