¿Por qué disfrutamos las historias de terror?

Redacción/CDMX

Si eres de las personas que disfruta de fechas como Halloween, es probable que también te guste ver películas y leer libros de terror.

Distintos especialistas de la psicología han descrito este fenómeno como “la paradoja del terror” y consiste en que, sentir miedo en circunstancias específicas puede llegar a ser divertido.

Mathis Clasen, director del Laboratorio de Miedo Recreativo de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, explicó al Washington Post que con el miedo “Aprendemos algo sobre los peligros del mundo, sobre nuestras propias respuestas: ¿Qué se siente al tener miedo? ¿Cuánto miedo puedo soportar?”.

Existen los clásicos filmes de terror de fantasmas, pero también hay otros que puedan generar miedo desde otras perspectivas.

Qué dice la ciencia sobre por qué nos gustan los contenidos de terror

Clasen y un equipo de investigadores manifestaron que esto se debe a una combinación entre una subida de adrenalina y una oportunidad para aprender a enfrentar escenarios de miedo dentro de un entorno seguro.

Hay personas que gozan de la adrenalina y sienten una subida de ánimo con el miedo recreativo. Son conscientes de que los personajes que ven en una película no son reales, pero de igual manera su cerebro responde como si estuvieran frente a una amenaza.

Otra investigación disponible en ScienceDirect analizó imágenes cerebrales, demostrando que ver filmes de terror activa la amígdala, el córtex prefrontal y la ínsula en respuesta al peligro.

Después de que se genera esa subida de adrenalina, un gran número de personas puede experimentar un estado de ánimo elevado.

Sin embargo, no todas las personas que disfrutan de los contenidos de terror se ven motivadas por dicho fenómeno.

El estudio se dio cuenta también que en algunos casos, que si el miedo no es suficiente, los contenidos son percibidos como aburridos, mientras que si este es demasiado, se produce más ansiedad que diversión. Entonces los “puntos óptimos” varían dependiendo de cada persona.

(Con información de La Tercera)