La Luna podría tener 40 millones de años más de antigüedad

Redacción/CDMX

Cuando la Tierra se estaba formando, un objeto del tamaño de Marte colisionó contra el planeta, los escombros se compactaron, creando así la que sería nuestra Luna.

En 1972, fue lanzado el Apolo XVII, en esta ocasión se recogieron cierta cantidad de cristales que han ayudado a calcular la edad aproximada de nuestro satélite natural.

Las teorías de que la Luna tiene muchos más años de lo que se estimaba era algo que ya circulaba desde hace mucho tiempo, pero gracias a este reciente estudio se pudo utilizar un método analítico llamado tomografía con sonda atómica, determinando con ello la edad del cristal más antiguo conocido.

El análisis tomó átomo por átomo revelando qué cantidad de cristales de circón habían sufrido desintegración radiactiva, un proceso en el que los átomos que tienen una configuración inestable arrojan algunos protones y neutrones.

Los mismos que tiempo después se transforman en diferentes elementos, dependiendo de la cantidad y las vidas medias conocidas de diferentes isótopos químicos, los científicos podrán calcular la edad las muestras.

Con todo el trabajo realizado, el equipo que trabajo en las muestras descubrió que los elementos indicaban que los cristales son de 4.460 millones de años, por ende, se cree que la Luna debe contar con la misma edad, unos cuarenta millones de años más de lo que se creía.

Harrison Schmitt fue el geólogo enviado al espacio para recolectar múltiples de las rocas analizadas que, tras varios años y estudios, terminarían por ayudar a determinar los años de vida de la Luna.

Los científicos han determinado que es muy importante conocer este dato para el futuro, ya que es un socio muy importante para la Tierra, ya que sin ella prácticamente la vida no existiría.

El Artemis III es la próxima misión lunar, está programada para el 2025, aterrizará en el Polo Sur lunar.

A diferencia del Apolo XVII que recolectó muestras del valle Taurus-Littrow en el borde oriental de Mare Sereniatis.

El extraer rocas de diferentes lugares podría ayudar a obtener descubrimientos completamente nuevos e increíbles.

(Con información de Popular Science y  Deutsche Welle)