Los buitres no deben desaparecer

Redacción/CDMX

Históricamente se ha visto a los buitres como una amenaza para ganaderos y agricultores, por lo que estos han sido cazados legal e ilegalmente.

En 1970, En Europa se realizó una legislación medioambiental estricta que prohibía la caza de estos animales.

Pero, no fue suficiente ya que seguían muriendo debido a que ingerían animales con veneno -puestos por los ganaderos para matar a otros animales invasivos como lobos- o animales a los que se les había suministrado medicamento veterinario.

Otra amenaza para los buitres y las aves en general es la creciente infraestructura de energía renovable como turbinas eólicas y cables, comenta Sara Asu Schroer, investigadora postdoctoral de la Universidad de Oslo.

La consecuencia de la expansión del ser humano es la pérdida de animales salvajes y la expulsión de sus hábitats, pero la salud de los humanos, animales domésticos y salvajes cada vez se encuentra más interconectada.

Un ejemplo es en los años 80, cuando la enfermedad de la vaca loca provocó que una gran parte de la población de buitres murieran.

En India, al faltar los buitres se ocasionó que los perros asumieran la responsabilidad de comer carroña, con ello se generó una alta tasa de personas con mordidas de perro y rabia.

La investigadora menciona «Es importante comprender que cuando especies, como los buitres, desaparecen de los ecosistemas, puede tener consecuencias enormes e imprevistas, también para nosotros los humanos».

La importancia de los buitres es su papel como especie centinela, esto se refiere a que la salud del buitre es un indicador de la salud del ecosistema.

Es por lo que, desde finales de la década de los 70, ha existido programas de reproducción y reintroducción en Europa para devolver a las aves en lugares donde se extinguieron.

Uno de los casos fue la recuperación de la especie quebrantahuesos de la familia de los buitres en los Alpes mediante la liberación de aves criadas en cautiverio.

Además, se han establecido estaciones de alimentación, llamadas “restaurante para buitres” de modo que los agricultores deban dejar algunos cadáveres fuera, esto con base en normas especiales impuestas por las organizaciones conservacionistas.

(Con información de Sciencenorway)