Redacción/CDMX.
El dip-hop es uno de los muchos estilos de rap que se ha desarrollado a lo largo de los años.
Se le distingue de otro subgéneros del hip-hop porque los raperos establecen rimas en lenguajes de señas y crean música basada en sus experiencias culturales dentro de la comunidad sorda.
Katelyn Best es una etnomusicóloga que ha seguido de cerca el desarrollo del dip-hop desde el 2011, documentando cómo los raperos han sido pioneros en esta forma de arte de la cultura sorda.
La etiqueta “dip-hop” hace una mayor distinción, de ser una variación del rap, a un estilo que está fuertemente situado dentro de la cultura sorda y determinado por la estética sorda.
Algunas universidades como el Instituto Técnico Nacional para Sordos de Nueva York o la Universidad Gallaudet de Washington han actuado como sitios importantes de producción al conectar a estudiantes sordos y con problemas de audición de todo el mundo.
Este género musical, además de sus canciones originales de rap en lenguaje de señas, es también una expresión musical que se forma a través de una lente cultural sorda.
Algunos artistas de dip-hop trabajan tanto en lenguaje oral como manual, otros pregraban su pista vocal y mientras suena de fondo, la rapean con lengua de señas.
Las actuaciones también pueden involucrar instrumentos musicales.
El músico Sean Forbes actúa con una banda en vivo mientras rapea en lenguaje de señas.
El dip-hop, como muchos estilos de música, cobra vida a través de las presentaciones en vivo.
Los artistas se mueven en el escenario con las manos volando por el aire mientras el público pulsa al ritmo de los graves.
(Con información de El Sol de México)