¿Tienen sentido del humor los animales?

Redacción/CDMX.

El neurocientífico Michael Brecht ha publicado un estudio en el cual señala que detectó una zona del cerebro que se activa cuando los roedores juegan.

Pretende también identificar la parte del cerebro responsable de la risa y el juego.

La revista Neuron, menciona que la zona del cerebro que se activa se sitúa en la sustancia gris periacueductal, un conjunto de neuronas situadas alrededor del mesencéfalo.

Cuando jugamos, la risa coordina y dirige el proceso.

Marca la diferencia entre una pelea y un juego

El estudio de Brecht realizado con ratas consistió en hacerles cosquillas en la espalda y en la tripa para poder medir sus chillidos y su actividad cerebral.

“Ya habíamos observado que con el juego se activaban algunas de las estructuras de alto nivel de la corteza sensorial” explica el científico.

Esto demostraría que el juego es un mecanismo básico, que es un instinto.

La mayoría de los estudios se enfocan en las emociones negativas, pero “las emociones positivas también son una parte importante”, declara Brecht, por eso, él se ha empeñado en hacer cosquillas a las ratas.

La psicóloga Marina Davila-Ross, de la Universidad de Portsmouth, analizó grabaciones digitales de jadeos inducidos por cosquillas de chimpancés, bonobos y gorilas y descubrió que las similitudes vocales coinciden con sus relaciones evolutivas.

“La gente se ríe con una violación del statu quo… cuando percibe una transgresión, pero, a la vez, piensa que esta es inocua, que no tiene consecuencias importantes», explica Caleb Warren, codirector del Laboratorio de Investigación del Humor.

Esto podría ayudar a entender algo básico como las cosquillas que son un ataque físico, que no duele y que vienen de una persona en la que confías.

La risa “es uno de los pocos sonidos que utilizamos para comunicarnos, además del llanto y el grito”, menciona Warren.

Brecht no sabe si el ruido que hacen las ratas se pueda considerar como una risa, pero sí tiene en común que es una señal inequívoca de felicidad.

La risa ultrasónica de las ratas puede hacernos entender mucho sobre los mecanismos del juego y el humor.

(Con información de El País)