De la aguja e hilo también emerge el arte

Claudia González/CDMX

Seguro recuerdas a tu abuelita sentada frente al televisor con su bastidor redondo bordando un mantel, la veías meter y sacar la aguja una y otra vez con hilos multicolores, que poco a poco formaban figuras desde flores hasta rostros humanos.

Maravilloso resultado con todos esos colores dando forma a una composición digna de un artista plástico.

El bordado es la labor manual, que se ejecuta con hilo y aguja y que no cubre el fondo en su totalidad, pero ¿es una artesanía, manualidad o arte?, es indudable que es parte inherente de la cultura, tanto mexicana como del mundo y cada vez más se le encuentra en galerías de arte contemporáneo.

La palabra bordado viene del francés medieval borde, el término se aplicó inicialmente a los ribetes decorativos de punto tejidos en las vestiduras litúrgicas medievales y a los adornos en punto sobre cualquier textil.

El objeto bordado más antiguo que se conserva fue encontrado en la tumba del faraón Tutankamón.

Los primeros bordados en oriente adornaban textiles con motivos especiales y diseños novedosos para la época.

Hoy en día, esta actividad es parte del mercado textil y artesanal y muchas veces es subestimado. Sin embargo, artistas en diversas partes del mundo lo revitalizan y enriquecen con nuevos formatos.

Existen tantos tipos de bordado y tantas técnicas como culturas en el mundo, lo que sí es un hecho que cada persona le da el valor que quiere, a veces sentimental otras artístico.

Esta actividad, además de ser bellísima a la vista por su colorido y sus formas, realizarla disminuye la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular, lo que ayuda a reducir drásticamente los niveles de estrés.

Bordar se convierte en ese momento de calma diaria que te ayuda a desconectar de los problemas cotidianos y además el producto resultante se convierte en un objeto bello y disfrutable.

Arte, artesanía o manualidad, no deja de ser una expresión cultural de la humanidad.