Cómo Ucrania engañó a Rusia

Cualquier parecido con el desembarco de Normandia, es pura historia

Redacción/CDMX

El pasado 9 de julio, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski mandó un mensaje a la nación por radio y televisión que había ordenado al ejército la “reconquista del sur”, con apoyo del ministro de Defensa, Oleksi Rétznikov quien declaró que el Ejército estaba acumulando “una fuerza de combate de un millón de efectivos” para su ofensiva.

La vice primera ministra Irina Vereshchuk recomendó a los residentes de Jersón evacuar sus hogares y protegerse en zonas controladas por los ucranianos y de no ser posible, “crear refugios para sobrevivir a la contraofensiva, ya que habrá intensos combates y bombardeos en los próximos días”.

Este mensaje del presidente Zelenski fue una versión ucraniana del mensaje que mando el 24 de febrero Vladimir Putin anunciando su orden de invadir Ucrania, para combatir a los «nazis» que según el Kremlin proliferaban en Ucrania, algo que nadie creyó.

Pero la diferencia entre ambos es que Zelenski, antes de ser presidente fue actor y mostró su habilidad de engañar mandando este mensaje, que surgió efecto cuando los ucranianos y sus aliados estadounidenses y sus satélites espías comprobaron que los rusos habían caído en la trampa al mandar sus tropas y artillería pesada hacia el suroeste, región de Jersón.

Los rusos no repasaron el manual del arte de la guerra para saber que una de las armas más poderosas es engañar al enemigo, o recordar lo que paso en el siglo XX en la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial que, precisamente por información engañosa que no verificaron, se pertrecharon en el canal de la Mancha, esperando el desembarco de los Aliados ahí.

Sin embargo, fueron atacados en Normandía en lo que se conoció com el Día D.

Y esa historia se repitió el 8 de septiembre del 2022 cuando se realizó su particular desembarco masivo, pero no por el sur, sino en el noreste que había sido invadido por los rusos, realizando una contraofensiva relámpago que tomó por sorpresa a los rusos que se encontraban en la región de Járkiv, que es la segunda ciudad más grande de Ucrania.

Y fue así como en cuestión de horas, miles de soldados rusos se encontraron en una encrucijada que los obligó a retirarse precipitadamente, dejando su armamento pesado, combustible y municiones atrás.

Los soldados invasores eran superados en una proporción de ocho a uno, de esa forma, los ucranianos liberaron 6 mil kilómetros cuadrados llegando casi a la frontera norte, avanzando en un día lo que alcanzaron en seis meses los rusos, además, tomaron la estratégica ciudad de Izium, que corta el suministro de armamento a los rusos desde el sur al este.

Esta victoria no significa el triunfo definitivo de Ucrania, todavía Putin puede actuar con un acto suicida para la humanidad, es decir, un ataque nuclear o un bombardeo sin piedad a la población ucraniana sin hacer caso del llamado mundial a que se detenga, los ucranianos necesitarían mantener su expulsión de los rusos para que Putin se vea obligado a negociar su derrota honrosa.  

(Con información de Crónica)