Después de varios años de trabajo, no faltos de polémica por su presupuesto exorbitante, el nuevo Museo Nacional en Oslo abre sus puertas al público el 11 de junio
Huemanzin Rodríguez / Oslo, Noruega.
El barrio.
Aker Brygge es una de las zonas más populares de Oslo, ahí es donde llegan los cruceros y ferris que conectan con otras partes del fiordo de la capital noruega y el mundo. Esta zona es el corazón del actual desarrollo urbano que se ha extendido desde la famosa Ópera de Oslo —cuya inauguración en 2008 comenzara una estrategia de gentrificación hoy evidente—, ahora rodeada por el nuevo Museo Munch (2021), la gran biblioteca Deichman del barrio Bjørvika (2020) y la renovada estación de trenes.
Las estrategias de las autoridades noruegas han concentrado varias obras inmobiliarias en los antiguos muelles, cuyos perfiles van de la vivienda y servicios a oficinas de gobierno, centros culturales y comerciales, que han elevado los costos inmobiliarios de la ciudad hasta los primeros lugares del mundo.
Ubicado en la zona centro, en Aker Brygge está el edificio del ayuntamiento, el castillo Arkeshus Festning y el Museo del Premio Nobel de la Paz, “abrazado” por el Museo Nacional.
El nuevo museo tuvo un costo de NOK 6,100 millones (coronas noruegas) lo que equivale a más de $12 mil 500 millones de pesos. El costo no solo fue para las obras del edificio de 55 mil m2 y el acondicionamiento de las casi 90 salas de exhibición, biblioteca, restaurantes y salones para talleres y estudios para dibujo y grabado; también consideró la creación de una colección de arte noruego actual.
La obra fue aprobada en 2013 por el gobierno en coalición anterior encabezado por la ex ministra Erna Solberg, quien ganó las elecciones como candidata del Høyre (partido político liberal/conservador). El Museo Nacional debió ser entregado en el otoño de 2020, pero tuvo muchas dificultades: un presupuesto que se incrementó en el camino, la pandemia del coronavirus, la salida y cambio de algunas de las personas que comenzaron el proyecto, y las protestas por el cierre de los museos que alimentan su colección casi desde el inicio de la construcción del edificio nuevo.
Ha sido el despacho alemán Kleinhues + Schuwerk Gesellschaft von Architekten el encargado del diseño de este espacio que busca reducir hasta en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero tanto en su edificación como en su funcionamiento. Los materiales fueron escogidos para una duración de largo plazo: la fachada es de pizarra, que evoca la construcción tradicional en varias zonas de Noruega; y en sus interiores predominan el mármol, el bronce y el roble. La azotea tiene un Light hall donde se montarán las exposiciones temporales.
El Museo Nacional reúne las colecciones que formaron parte de la Galería Nacional (de donde proceden las obras de Edvard Munch), el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Arquitectura y el Museo de Artes Industriales.
El Museo Nacional.
Son 86 salas distribuidas en dos pisos donde se pueden apreciar 6 mil 500 objetos creados desde año 1000 a.C. hasta nuestros días.
Algunas de las piezas destacadas son El tapete de Baldishol (1040 – 1190. Sala 3), fragmento manufacturado con lana y lino, se cree fue una pieza más grande dedicada a los meses del año, lo que se puede ver en el museo son los iconos que representan a los meses de abril y mayo. La famosa pintura El grito (1893. Sala 60) de Edvard Munch, de quien también están en este lugar las obras Madonna (1894-1895), La niña enferma (1895-1896), Mujeres en el puente (1927) entre otras. El bello grabado Crías de renos (1928-1934. Sala 73) de John Savio, artista sami autodidacta que muriera muy joven en 1938 o la instalación Vistazo (1970/2021. Sala 80) de Irma Salo Jæger, Sigurd Berge y Jean Erik Vold.
La colección del museo también posee obra de artistas fundamentales en la Historia del Arte como la poco conocida Artemisia Gentileschi, Lucas Cranach, Pablo Picasso, Amadeo Modigliani, Claude Monet o Vincent Van Gogh
Importante también es que la curaduría invita a encontrarse con el arte noruego desde los objetos de tiempos vikingos y el período de la dominación católica, hasta la configuración de la identidad nacional notable con el paisajismo del siglo XIX, de ese período están pinturas fundamentales como Procesión nupcial en Hardanger (1848) de Adolph Tidemand y Hans Gude o Invierno en Rondane (1899-1914) de Harald Sohlberg quien captura el tono azul del largo anochecer nórdico.
Le sigue la obra de Gustav Vigeland, el más reconocido escultor noruego de la primera mitad del siglo XX, quien creó el parque escultórico que lleva su nombre, es uno de los centros turísticos de Oslo.
Con este impulso idealista, el museo ofrece un recorrido que llega al arte de la posguerra, profundamente político que buscó visualizar a la clase obrera. Esa misma actitud crítica llega hasta los años 60 con obras como Un reporte de Vietnam. Los niños están inundados por la quema de napalm. Su piel se quema en llagas negras y mueren (1965) del provocativo Kjartan Slettemark, esta obra ha padecido tres atentados y tiene tres ejes: es una protesta por la invasión estadounidense en Vietnam, es una crítica al arte político moderno y desacraliza la bandera estadounidense, cubierta con una pintura roja mezclada con sangre. El debate que provocó esta obra fue tan fuerte que Slettemark terminó por buscar la ciudadanía sueca y se mudó a ese país donde murió en diciembre de 2008.
Como parte del arte actual, hay una selección de obras y artistas a favor de las demandas del pueblo sami, nómadas que comparten territorio en el norte de Noruega, norte de Suecia y noreste de Rusia; y que, como todo pueblo originario, ha padecido las mismas injusticias y despojos. El gobierno noruego ha buscado revertir poco a poco esta realidad con varios proyectos políticos impulsados desde los años 70 del siglo XX hasta la actualidad.
Como el acervo del museo también está integrado por lo que fue el Museo de artes industriales, es posible hacer un recorrido de la historia de este país a través de los objetos de uso común, las artes decorativas y la moda, la versión noruega de ese famoso diseño nórdico.
Entre las exposiciones temporales hay una titulada I call it art (Lo llamo arte), colectiva con obra de 147 artistas noruegos entre los 22 y 79 años. Como dato al margen, actualmente en Noruega es mayor el número de artistas que son mujeres. I call it art se exhibe hasta el 11 de septiembre.
Otra exposición temporal que, aunque abierta para todo público su museografía ha sido pensada para los infantes, es East of the Sun and West of the Moon (Este del Sol y Oeste de la Luna), una recopilación de grabados que Theodor Kittelsen hizo hace 150 años para ilustrar los tomos de cuentos de hadas noruegos recopilados por Peter Christen Asbjørsen y Jørgen Moe.
La colección del museo posee cerca de 500 obras gráficas de este tipo que forman parte del patrimonio cultural noruego que pocas veces ha sido exhibido. Una verdadera delicia para los amantes de animales mágicos, trolls y princesas.
Por último, con el nombre Los pilares está la muestra colectiva temporal con parte de la colección de la familia Fredriksen. Los artistas mostrados son poco conocidos debido a que su trabajo estuvo fuera de grupos o corrientes artísticas, experimentaron con materiales que en su momento eran poco comunes o pertenecían a un género, orientación o referentes culturales distintos. Las obras seleccionadas han sido producidas desde 1920 hasta la actualidad. Algunos de los artistas incluidos son Georgia O’Keeffe, Sheila Hicks, Simone Leigh y Lynette Yiadom-Boakye.
Exposiciones temporales programadas hasta 2025.
Entre las exposiciones temporales que habrá en el Museo Nacional, están una dedicada a la obra de Giovanni Batista Piranesi (septiembre, 2022), la Trienale de Arquitectura de Oslo Mission Neighbourhood – (Re)forming Communities (septiembre, 2022), otra dedicada a la obra de Carroll Dunham (primavera del 2023), Música y arte (primavera del 2023), la más importante muestra del noruego cubista Thorvald Hellesen (primavera del 2023), una selección del trabajo de Louis Bourgeois (primavera 2023), De Bruegel a Rubens (verano del 2023), y las muy esperadas exposiciones retrospectivas de Mark Rothko (primavera del 2024) y Frida Kahlo (fecha por definir). Para mayores detalles del Museo Nacional puede consultar su página https://www.nasjonalmuseet.no
Imagen de portada: Museo Nacional y Museo del Premio Nobel de la Paz en Ake Brygge, Oslo, por Borre Hostland. Todas las imágenes, salvo las indicadas, son cortesía del Museo Nacional en Oslo.