‘La fiebre del banano’

Una exposición virtual sobre cómo el banano ha dado forma a las identidades, los ecosistemas y las violencias de América Latina

Redacción / Ciudad de México

La fiebre del banano (Banana Craze) es el primer gran estudio de cómo un recurso natural como el banano ha forjado el pasado y el presente de un continente y cómo este fenómeno se expresa a través de la cultura.

El trabajo es liderado por Juanita Solano, profesora asistente de la Universidad de Los Andes y Blanca Serrano, Directora de proyectos del Institute for Studies on Latin American Art (ISLAA). En éste, se planteó culminar en una plataforma de humanidades digitales en donde se buscaría establecer múltiples lecturas y relaciones entre las obras seleccionadas.

Ahora, la plataforma está en línea bajo el nombre La fiebre del banano (Banana Craze) y reúne cien obras de arte contemporáneo latinoamericano en las que el banano es el protagonista. 

El estudio de estas obras permite comprender desde una perspectiva artística, cultural y filosófica cómo el cultivo masivo del banano contribuyó al aumento de las desigualdades sociales en América Latina, alteró las formas de vida tradicionales locales y transformó el paisaje y el medioambiente de la región, además de contribuir a la configuración de estereotipos xenófobos, racistas y sexistas sobre sus habitantes.

El banano no es una planta nativa de las Américas. De hecho, no hay evidencia de que se cultivara en el continente antes de los viajes de Cristóbal Colón. Los primeros Kalebet Giriş vestigios de la existencia de esta planta se remontan al año 1000 a. C. en el sureste asiático. Se estima que los árabes llevaron la fruta al Medio Oriente y África en el siglo 7 d. C. y que no fue sino hasta 1482, cuando los portugueses encontraron plantaciones en países como Gambia, Sierra Leona y Liberia, que estos últimos llevaron la fruta a las islas Canarias. De allí, misioneros como el fraile Tomás de Berlanga lo llevaron hasta Española a principios del siglo XVI. La fruta se empezó entonces a cultivar en el Caribe como una manera eficiente y económica de alimentar a la creciente población esclava africana. Cuando Berlanga fue nombrado obispo de Panamá la llevó consigo. Así se empezó a cultivar en el continente y su expansión se dio rápidamente, tanto que hoy en día se piensa que es una planta nativa.6 Las obras incluidas en este proyecto reflexionan en muchos casos sobre el Kalebet Güncel Giriş valor identitario del banano en América Latina, dando cuenta de lo enraizada que está esta fruta en las culturas locales a pesar de no ser una planta endémica.

Kalebet

Como base de datos, La fiebre del banano (Banana Craze) está articulada a través de parámetros de búsqueda alfabéticos, cronológicos, geográficos y temáticos que permiten establecer relaciones entre las obras, los artistas y sus contextos. Como exposición, La fiebre del banano (Banana Craze) cuenta con tres secciones: identidades, ecosistemas y violencias.

Si quieres conocer más a fondo este proyecto, puedes acceder al link que aparece arriba.

Imagen de portada: La Negociación (Estos chanchos también comen guineo), Roberto Guerrero, 2015