Un espacio necesario para comprender la complejidad de la región frente a conflictos y contextos como los que en la actualidad se desarrollan
Ana León / Ciudad de México
Sitúate frente a un mapa. Ubica la región de Medio Oriente. Ahora, visualízalo así: como Mashreq, que es el “lugar donde sale el sol” y Magreb, el “lugar donde se pone el sol”. Es decir, empezando por Irán y cayendo el sol por Marruecos. Así es como la región mencionada es definida desde la perspectiva árabe.
La información anterior me la ha proporcionado Silvia Sáez, especialista en Medio Oriente, literata y traductora y parte del equipo que funda Centro de Aproximaciones al Medio Oriente Identidades y Conflictos integrado también por Sara Achik, especialista en Medio Oriente, internacionalista, fotógrafa y por Joaquín Kirjner, especialista en Medio Oriente e historiador.
Lo que ocurre en Medio Oriente muchas veces se comunica mal. Se genera información sobre esta región desde el prejuicio occidental o eurocentrista. Para hablar de Medio Oriente es necesario entenderlo desde una perspectiva que contemple «todas las complejidades que vienen colocadas desde el gobierno, la religión, la tradición familiar, las costumbres», me explica Sáez en esta entrevista, para ser más precisos al entender estas realidades y opinar al respecto.
Es por ello que espacios como éste si bien no son urgente, sí son necesarios.
Un proyecto que inicia «como una forma de acercar a personas, que no están en el ámbito académico, a temas relacionados con Medio Oriente».
«Consideramos que es una zona que ha sido en muchos aspectos muy prejuiciada y esto es porque tenemos una saturación de información en medios y es difícil acomodar toda esta información. Tantos conceptos, tantas etnias, tantos países. La idea es que nosotros, en el equipo, desde nuestras disciplinas, acerquemos por medio de la política, de la geografía, de la historia, de la literatura, estos temas al público».
Entonces, empecemos entonces por lo más básico, ¿qué es Medio Oriente? ¿Qué países integran esta región?
Una de las formas en las que es preferible hablar de esta región podría ser como Mashreq y Magreb que es el “lugar donde sale el sol” y Magreb el “lugar donde se pone el sol”. Empezando por la región de Irán, más o menos, y cayendo el sol por la región de Marruecos.
Lo cual vuelve a problematizar en otros aspectos, porque si nada más lo vemos así, en estos términos que están en árabe, no se alcanzan a ver otras lenguas, otros pueblos que también están ahí como, por ejemplo, el pueblo amazigh que está al norte de África.
¿Se identifican los países comprendidos en esta región como parte de Medio Oriente, de esa delimitación geográfica que se hace a partir de Europa?
Después de la caída del imperio Otomano, empieza a hacerse mucho más fuerte el movimiento del panarabismo. ¿Qué ocurre aquí? Los países de habla árabe, sobre todo los del norte de África y lo que sería el Occidente de Asia, se empiezan a identificar con ciertos elementos culturales, sociales, y esto es lo que les empieza a brindar una identidad. Es por eso que coincide con lo que ya previamente colonizadores europeos, las potencias que conocemos, sobre todo Gran Bretaña y Francia, con la región que ya se conocía como Medio Oriente y sí es aceptada.
Como región ¿qué los une?
Aquí haría dos grandes diferencias que sería en la parte del Levante, que es justo la que comprende Siria, Líbano, Jordania, Palestina, Irak, sobre toda esa parte sería el Levante, ahí son cuestiones climáticas; la religión musulmana —aunque existen otras religiones, por ejemplo, la cristiana—, llegó a unificar también.
Las formas de gobierno también han unificado.
Luego está de Egipto hacia Marruecos, el norte de África, sería también identificado como parte de este Medio Oriente, pero ya con otro tipo de características por pertenecer a otro territorio y por haberse —incluso en la historia de la expansión islámica — integrado después.
Esto es también algo importante de tomar en cuenta.
La religión islámica surge en la península arábica, luego va hacia el Levante y luego se expande hacia el norte de África y bueno, luego lo que ya sería la península de Al Andalus, la forma árabe de llamar a la península Ibérica
Es ahí donde están estas identificaciones: lengua, religión y aspectos de clima, de vestimenta, ciertos códigos culinarios.
MOIC da peso a una visión desde América Latina y en clave de género, ¿por qué es importante hacer esas precisiones?
Tenemos cuatro perspectivas que es desde latinoamérica, desde una perspectiva de género, multidisciplinaria y crítica.
Con la visión desde América Latina planteamos este concepto que es de los estudios postcoloniales, el Sur Global, que es considerar que todo lo que no pertenece a las potencias del norte, ya sea EE.UU. o las potencias europeas, se identifican en una misma gama de desigualdades. Eso es lo que logra que se puedan acercar las realidades y por lo tanto el entendimiento económico o de ciertos sistemas autoritarios; cómo se introduce la religión, cómo es la realidad de las familias, la realidad de la mujer. Porque cuando se hace un análisis desde una visión eurocentrista, uno se arriesga a que los discursos sean homogeneizantes y, entonces, que la represión de la mujer sea estereotipada de una sola forma y sea ese argumento aplicado a todas partes.
En cambio, si exploramos las realidades particulares, situándolas con todas las complejidades que vienen colocadas desde el gobierno, la religión, la tradición familiar, las costumbres, entonces es mucho más preciso entender estas realidades.
¿Por qué perspectiva de género? Si nuestro juicio de cómo vive una mujer en Marruecos, en Egipto en Libia en Siria, surge como decir “allá las mujeres viven de esta forma”, en lo que estamos cayendo nosotros es en una forma de imponer nuestro aprendizaje previo de otras estructuras a lo que debería ser ahí. Invisibilizando lo que en realidad ocurre y teniendo una visión reduccionista de lo que han vivido y también ellas identifican.
¿Por qué una mujer sí quiere usar velo? Eso es algo que vale mucho la pena explorar y escuchar y que, además, venga de la misma voz de ellas. Eso es algo que nos parece muy importante, leer autoras de esto países, que ellas expliquen su realidad y esto es lo que hace que el enfoque sea con una perspectiva feminista.
Multidisciplinario, porque en el equipo, por ejemplo, somos tres integrantes de diferentes profesiones.
Mencionaste que es una región malinterpretada y que a veces se comunica o se analiza desde el prejuicio.
Cuando se ha configurado la identidad del Otro, esto es tomando en cuenta que uno, la individualidad viene del uno europeo y más tarde desde el uno EE.UU, entonces ése es el que registra al otro como el extraño, al que hay que definir, delimitar y bueno, como una técnica colonizante.
Existe la idea de que el árabe tiene ciertas características en su forma de hablar, de vestir, el típico prejuicio de que el árabe es el terrorista, esto es lo que se reproduce en los medios y no sólo en los medios, por ejemplo, el documental Reel Bad Arabs, lo que hace es mostrarte cómo Hollywood intensifica esta imagen.
Esto en cuanto a retratos ficticios, pero también en cuanto al retrato que se le da en medios de comunicación, en las noticias. Uno escucha la palabra talibán, por ejemplo, y se hace una generalización, una representación de toda la población afgana y que por lo tanto es algo desconocido, pero también algo que hay que tenerle cierto recelo.
Estas ideas que permanecen en los medios de comunicación no son algo que ha surgido recientemente, son resultado de muchos años de reforzar una imagen negativa de lo que podría ser el oriental, el árabe, el Otro, y esto se debe a siglos de colonización, a siglos de querer colocar al otro como inferior, como alguien que es, incluso, el enemigo.
Cuando fue el 11 de septiembre se aprovechó también para colocar una nueva cara de quién es el enemigo, homogeneizando nuevamente a toda una población. Cuando eso no permite que hagas un análisis más profundo de cuáles son las realidades políticas también desde países como EE.UU. o Gran Bretaña.
¿Cómo una región tan compleja puede hacerse más asequible desde el trabajo de Centro MOIC, de qué herramientas buscan echar mano para que sea más significativa a un espectador que se ubica lejos de la academia?
En ese sentido, lo que nos ha interesado mucho es buscar conceptos que sabemos que son comunes, que se han mezclado y son confusos, por ejemplo, el hecho de, a veces, decir árabe y musulman, y pensar que estos son sinónimos, cuando en realidad musulmán pertenece a una religión y árabe es parte de una lengua y de una cultura.
Y de los mismos libros, documentales, autores que a nosotros también nos enriquecieron mucho para encontrar estas realidades desde autores de allá, no desde un autor o teórico británico, que no tiene nada de malo, no se trata de una visión purista, pero también tener la posibilidad de leer a los autores que son de allá, que conocen su realidad, te hablan de sus propias familias, de su propia historia, eso es lo que nos parece que podemos integrar en nuestras publicaciones.
Ese es uno de nuestros intereses principales, que tengas un primer referente que te pueda seguir llevando a otras partes, pero teniendo una base sólida. Entonces, en ese aspecto, Centro MOIC también en lo que está interesado es ir desarrollando poco a poco, por medio de entrevistas, de talleres, de colaboraciones, una forma de darle un lugar a Medio Oriente que, afortunadamente cada vez más con las herramientas electrónicas, se pueda ir dando desde países que aparentemente son tan lejanos como México o Argentina, pero que con estas conexiones como lo que hablamos del Sur Global, de estas realidades que se pueden encontrar, pues no es tan lejano al final del día. Y nos podemos identificar e incluso conocer los orígenes que tenemos ahí hasta de la lengua.
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