Habitar: La nueva normalidad y la vivienda del futuro

Frente a la pandemia nos cuestionamos los cambios de la urbe, la forma de habitar y la manera en que desde lo construido se responde a la emergencia. Aquí la segunda entrega de esta serie enfocada en las formas de habitar frente a la especulación y la emergencia

Ireli Vázquez / Ciudad de México

Desde hace muchos años las empresas constructoras, los arquitectos y los ingenieros han desarrollado estrategias de vivienda colectivas a través de las cuales ha buscado hacer más «eficiente» la distribución de la densidad urbana. En 1960 la construcción del Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, diseñado por el arquitecto Mario Pani, buscó reflejar el sueño y las aspiraciones de modernidad en México.

«El origen de ese proyecto fue importantísimo, porque tienes distintos tipos de vivienda desde las más chiquitas, de 30 m2, hasta los Pen House; fue intencional esa heterogeneidad social donde hay grandes espacios deportivos en las tres unidades habitacionales, hay unidades de espacio público y demás», explicó en entrevista Edna Vega Rangel, directora general de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI).

Con este desarrollo inmobiliario se pretendía optimizar y rescatar la zona, planteando un nuevo modo de vida en la que una ciudad parecía contener otra. Éstas serían las viviendas del futuro.

El arquitecto Enrique Ciriani en una entrevista para la revista Arquine, apuntó que «la buena arquitectura sólo es arquitectura, pero la buena vivienda colectiva es la que hace ciudades». Pero, ¿realmente ha funcionado el desarrollo de la vivienda colectiva?

«Son temas que no se previeron cuando se construyeron estos enormes conjuntos y que hoy tenemos los resultados de vivienda abandonada, vandalizada, donde la gente no va a las plazas porque es ahí donde se desarrollan actividades que no son las más convenientes. Creo que esto va del diseño mismo, del diseño de estos conjuntos y de que se prevea el cómo continuarán su vida colectiva», explicó Rangel.

Pandemia y vivienda

Tras la covid -19, las personas comenzaron a replantearse la forma de vivir y convivir dentro de su espacio doméstico, pues dentro, se tuvo que aprender a trabajar, estudiar y vivir, cambiando completamente la dinámica a la que mucha gente estaba acostumbrada.

«Hemos convertido y transformado nuestros espacios residenciales en nuestros espacios de trabajo, y yo creo que esto ha llegado también y ha traído una revalorización completa de nuestros espacios, lo que en algún momento no creíamos importante, o no veíamos que fuera necesario hoy lo vemos como una necesidad importante. […] Hay muchas cosas que están cambiando, desde la parte residencial, el tener un espacio funcional para que podamos trabajar o para que la gente pueda trabajar desde casa», mencionó Roberto Esses, Director General de Vivanuncios.

En 2020 (semanas antes de que se llevará un confinamiento obligatorio por la covid-19) Ikea llevó a cabo la exposición El hogar del mañana. ¿Cómo viviremos en 2030? en el Palacio de Santa Bárbara en Madrid, España. En dónde se planteaba el cómo afrontarán las ciudades, los barrios y los hogares los retos que plantea la sociedad del futuro y cómo repercutirán estos en el día a día de las personas. Lo cierto es que para ese momento, se desconocía qué es lo que pasaría en los hogares de toda la población del mundo.

En una encuesta desarrollada en México a mediados de 2020 por Vivanuncios, las preferencias que una persona tenía para adquirir o rentar una vivienda, cambiaron completamente, esto debido a la nuevas formas y dinámicas de convivir y trabajar.

«Empezamos a ver estos factores que la gente quiere para continuar con esta creatividad, el 35% busca estar cercanos a áreas verdes, jardines o parques, es decir no tengo que tener una propiedad que tenga esas características, pero sí estar cerca de parques o áreas verdes donde podamos salir a disfrutar», comentó Roberto Esses.

Lo interesante de este estudio es que el 33% de los encuestados, sí buscan amenidades como balcón, terraza, jardín, alberca, roof garden, que tras estar en confinamiento y teniendo una posible vida laborar desde casa, sí son amenidades que pueden traer ciertos beneficios a las personas.

Entonces, sabiendo que la transformación de la vida habitual se debe de adaptar a las circunstancias, ¿cómo debería de conformarse una buena vivienda en el futuro no lejano?, Esses, respondió que se acerca más a los espacios flexibles, «es decir, cuando nosotros pensamos en comprar una vivienda, siempre vemos el número de recamaras, el número de metros cuadrados, amenidades y demás, pero no teníamos nunca en mente convertir esas habitaciones en espacios de trabajo, a menos que siempre supiéramos que necesitamos trabajar desde casa. Ahora vemos estas camas híbridas que se baja la tabla y se hace escritorio y entonces conviertes un espacio de dormir en un espacio de trabajo.»

Modificar espacios para la nueva vida

Si bien ya es más que evidente que ante la pandemia muchas empresas trasladaron su espacio laborar a los hogares de sus empleados, por lo que se ha visto que el uso de oficinas no es «tan necesario»; sin embargo, la pregunta más importante frente a este panorama es: ¿realmente el/la trabajadxr está preparadx para asumir una vida laboral y de sobrevivencia en sus hogares?

«Hay muchas cosas que están cambiando, desde la parte residencial, el tener un espacio funcional para que podamos trabajar o para que la gente pueda trabajar desde casa, pero también vamos a ver un cambio importante en el tema de oficinas, algunas empresas estarán adoptando 100% trabajo desde casa, algunas te dirán un día a la semana ven a la oficina, o dos o tres o cinco… Va a depender mucho de cada uno de los negocios, empresas y giros, pero también las empresas se van a reinventar y también las oficinas se van a reinventar», explicó el Director General de Vivanuncios.

«Lo que vamos a empezar a ver y lo hemos platicado con muchos desarrolladores —no lo hemos visto o ejecutado todavía—, es que parte de las amenidades será hacer business center, entonces, yo estoy en mi edificio, no tengo que sacrificar parte de mi espacio para poder trabajar, pero las amenidades me van a ofrecer esto. Algo que yo he visto es que, en las propiedades en los estacionamientos, están empezando a construir zonas de trabajo. Yo creo que acá lo más importante, y lo que tenemos que pensar todos, es cómo conseguimos separar la parte personal de la parte profesional cuando nuestro espacio es el mismo», concluyó Esses.