Ilegible pero propio

Pablo Duarte se mete en un bucle metaliterario en este ensayo que ensaya el tras bambalinas del proceso de creación de un texto «ideal» y que se integra a la colección Editor del sello Gris Tormenta 

Ana León / Ciudad de México 

Inicia este comentario con una cita enorme de Salvador Elizondo: 

«… Me pregunto si los que algún día lean estas líneas no pensarán que las habré escrito para que ellos las lean y se formen una imagen falsa o torcida por mi mala intención y su mala conciencia. Como si todo esto no fuera más que un juego, un torpe juego literario de mentes pequeñas que se deleitan en dejar un vano pero buen recuerdo en mi caso y en reavivar una grata pero falsa memoria en él de ellos. Pero yo mismo no sé quién ni cómo soy, ¿podemos, entonces, ser responsables, yo de lo que escribo ahora aquí y ellos de lo que piensen entonces allá?…» *

¿Escribir? ¿Cómo escribir? Preguntas iniciales y no respondidas con las que arranca este ensayo cargado de humor que juega con los procesos de escritura de un texto a través de un supuesto taller literario. Entremos a un taller. Naufraguemos en el taller. Creemos más y mejores interrogaciones sobre lo que es y lo que no es un texto que aún no se ha escrito. Sobre la idea de escribir un texto. Sobre la idea de escribir. 

Ensayar sobre escribir, escribir sobre escribir, los orígenes, las motivaciones y los delirios frente a la página en blanco son traídos a la página acremada de esta edición a través de un humor pulido y minucioso que juega con los miedos y los clichés de la escritura, de la no escritura y de la figura del escritor profesional. 

La incansable repetición de una idea, de un párrafo, nutre este ensayo que sigue las indicaciones de una voz más aguda que la propia voz del autor. 

¿Qué no es este texto?: Una colección de prescripciones puntuales para escribir mejor, un ejercicio de honestidad intelectual, una humilde manifestación de humildad, un listado de pretensiones… anota Duarte en esta calistenia narrativa.

¿Qué sí? Una manera de obscurecer el desconocimiento —¡¿De qué hablas, Duarte?!—, una exposición simplista de ideas complejas, una necesidad de atención, un intento por impresionar a gente desconocida… Nada se tome al pie de la letra en esta narración que no se toma nada en serio, pero que está llena de conciencia. Ilegible es un Uróboro, una serpiente que se muerde la cola. 

Este jueves el autor, la poeta, ensayista y traductora Tedi López Mills (que prologa este ensayo) y la también autora Mónica Nepote, charlarán en torno al texto a las 19 horas. Aquí los detalles:


*Salvador Elizondo, Cuaderno de escritura, Letras Mexicanas, FCE, 2000