«La pandemia del coronavirus y nuestra pandemia de pobreza, ambas nos desnudan, ambas nos confrontan, ambas nos exigen cambios de postura»
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Arnoldo Kraus asegura que la muerte tiene infinitos rostros, a pesar de que el final de la vida es universal. Sabe que acompañar a los seres queridos durante este proceso, les sirve a quienes se mueren y a quienes se quedan. Pero este acercamiento se ha transformado a consecuencia de la pandemia por el SARS-CoV-2.
«La visión sí ha cambiado, por el simple hecho de que no hay tiempo de guardar el duelo, no hay tiempo de estar con el difunto, no había avisos de que la gente iba a morir, no se puede acompañar en general a los pacientes en terapia intensiva, cuya vida está amenazada, es decir, ha disminuido el contacto humano, el contacto físico, la idea de acompañar y tocar al moribundo, explicarle que uno está con él. Uno de los mayores eventos de la vida, es morir, habrá quien piense en otros eventos como no encontrar a otro familiar desaparecido, no saber qué sucedió con un hijo migrante, pero como la muerte es universal, yo diría que es el evento por excelencia que más nos confronta a los vivos.»
Kraus invita a pensar en la muerte a partir de una postura general, propone a las personas interiorizarla cuando se encuentran con buen estado de salud para hacer del final de sus vidas un proceso menos doloroso. Pero en un contexto en el que la muerte está presente a diario, el tema de la deshumanización también se vuelve protagonista.
«Cuando una noticia se vuelve cotidiana como es la de los asesinatos en México, como las muertes sin razón en México pues va uno perdiendo cierta sensibilidad porque se vuelve una costumbre, yo diría que está prohibido deshumanizarse, que deberíamos alzar todas las voces por estas muertes sin razón en México.»
¿Cuáles serán los retos a enfrentar después del confinamiento?
«Para mí no hay una «nueva normalidad», para mí estamos inmersos en una anormalidad terrible, que no sé cuándo termine, nadie sabe cuándo termine. Pero habrá una nueva anormalidad más grave que la otra, mayor pobreza, mayor número de hurtos, mayor violencia, esa sí es una nueva anormalidad secundaria a la pandemia, sí, pero también secundaria a las condiciones inherentes de nuestro país donde la mitad de la población es pobre. La pandemia del coronavirus y nuestra pandemia de pobreza, ambas nos desnudan, ambas nos confrontan, ambas nos exigen cambios de postura.»