Instantáneas de la emergencia sanitaria en el mundo: Noruega

Esta serie surge a partir de la emergencia y de la necesidad de saber. Pedimos a algunas personas que nos compartieran sus experiencias de vida en estos días de crisis y algunas fotografías

Ciudad de México (N22/Redacción).- Arendal es una ciudad y municipio en la provincia de Agder, en Noruega, que cuenta con una población de 44 mil 219 habitantes, según el censo del 2015. Desde allí nos escribe Sandra. Una mexicana que lleva poco más de dos años radicando allá y que nos da una perspectiva muy distinta sobre cómo se vive en esta parte del país nórdico.

Aquí su testimonio.

Me resulta sumamente difícil escribir mi experiencia sobre el Coronavirus en Noruega. Después de pensar mucho sobre qué de todo esta situación podría contar, descubrí que hacerlo, escribir para México desde mi condición de privilegio al vivir en un país como Noruega, en realidad no era ni tan sencillo, ni tan justo. Aquí va el porqué.

En mi país de acogida viven alrededor de 5 millones de personas y existen casi mil 800 casos confirmados con la enfermedad [hasta el viernes 20 de marzo que fue escrito este testimonio], hay aproximadamente 107 personas hospitalizadas y 7 que lamentablemente han fallecido. Después de una semana del llamado a la solidaridad y haberse presentado medidas por parte del gobierno para evitar el contagio del virus, como 12 días de cierre de todo tipo de centros educativos, gimnasios, “home office”, etc. y, la pronta respuesta de la ciudadanía, comercios y empresas, la economía noruega aún no colapsa. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de una crisis económica si la pandemia dura hasta después del verano.

La lógica noruega es optimista y lo son porque tienen un fondo de ahorro nacional en trillones de coronas, proveniente de las reservas petroleras. Por lo tanto, en un país como este donde cerca de 5 mil personas han quedado en una situación de inestabilidad o cese laboral, el gobierno se puede dar a la tarea de usar sus reservas monetarias para el rescate de empresas y, a través de su sistema de bienestar, pagar los sueldos de las personas afectadas durante el periodo de cuarentena y crisis. Además, sumado a todo esto, los bancos han reducido las tasas de interés y se da un mayor apoyo a quien más lo necesita, por ejemplo, si tienen hijos.

De este modo, puede asumir y afrontar las consecuencias de pedir a su ciudadanía quedarse en casa, sea efectiva o no la medida; sean sus consecuencias buenas, malas o fatales para su economía. La sociedad en general, las acata y acepta porque al final, no tenemos nada más sobre qué preocuparnos que evitar y contribuir en evitar la expansión del virus.

En México no se pueden implementar las mismas medidas, económica y socialmente son insostenibles, muchas familias viven al día y con trabajos “formales” e “informales” que los tienen al margen de seguridad social; y una deuda externa que no nos permite vacilar sobre las medidas a tomar.

Las acciones implementadas son razonables y han sido implementadas a tiempo. En Europa en general, tardamos más de dos meses en implementar acciones desde los primeros brotes y, las consecuencias económicas finales para el continente aún no las conocemos.

Imágenes: Sandra Zamudio