Julia Hülsmann Quartet: melodía, color y texturas

La agrupación alemana se presenta en la ciudad como invitados del Eurojazz. Charlamos con ellos sobre sus procesos creativos; la improvisación como elemento de transformación 

Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Por primera vez la agrupación alemana Julia Hülsmann Quartet viene a México para participar en el Festival EuroJazz que se celebra en el Centro Nacional de la Artes. Este cuarteto, que ha grabado para el afamado sello ECM (Edition of Contemporary Music), en su gira por América Latina ha tenido un tropiezo en Guatemala donde ofrecerían un concierto. Las políticas locales no permiten el aterrizaje de aviones con visitantes europeos, como medida de protección sanitaria detonada por la pandemia del Coronavirus, por ello tuvieron que viajar directamente a México. Recién llegados y después de dejar sus instrumentos en el hotel, vienen a las oficinas del Instituto Goethe México para conversar. Aunque Julia Hülsmann (JH) ha tenido una larga trayectoria en la música desde adolescente, que la ha llevado a componer y grabar con cantantes de diversas partes de Europa, el proceso que tiene con su cuarteto es más horizontal. Ella al piano, trabaja con Marc Muellbauer (MM) en el bajo, Heinrich Köbberling (HK) en la batería y el saxofonista Uli Kempendorff (UK), quien ya había dado un concierto en esta ciudad en 2004. Los temas los componen todos y en vivo siempre hacen variaciones que les permiten un espacio para la improvisación. 

Con sentido del humor evitamos el contacto físico, como ha recomendado la OMS. «Tal vez debamos hacerlo al estilo antiguo» dicen, mientras hacen reverencias de siglos pasados o de tipo oriental. «Nuestra música es jazz contemporáneo, muy melódica, colorida y rica en texturas… ¡Chicos, ayúdenme con esto!», dice Marc Muellbauer. «En realidad, no podemos decir que nuestra música se inserte en un contexto local, ya sea alemán o europeo, ya que nuestras influencias son varias y el resultado es un sonido mezclado de todos los tipos de jazz. Lo mismo tiene un toque de swing, groove, free y algunos elementos etno», completa Heinrich Köbberling.  

Si su sonido es resultado de un proceso ecléctico del grupo, ¿cuál es ha sido ese proceso?

UK: Yo soy el miembro de la agrupación que menos años tiene en el cuarteto. Así que, cuando traigo material nuevo y lo presento en el grupo, lo trabajamos a partir de las propuestas de todos, nunca digo si debe o no tener un estilo, vamos ajustando detalles y así es como se convierte en un nuevo tema del grupo. Así que, en mi opinión, el proceso viene desde la conformación del tema.

HK: De hecho, pasan muchas horas en las que tocamos el tema antes de que lo estrenemos en un concierto, así que, en muchas ocasiones, el resultado es muy distinto a lo que originalmente fue presentado.

JH: Nuestro proceso nunca acaba, porque seguimos cambiando el sonido conforme vamos tocando. Muchas veces un tema tiene cierto sentido al inicio de una gira que en conciertos posteriores ha cambiado, sigue siendo el mismo, tema pero crece conforme lo vamos interpretando.

¿Qué tanto eso ocurre por la improvisación en vivo?

JH: La improvisación es un elemento muy importante, La mayor parte del tiempo improvisamos, tenemos el tema, pero verdaderamente lo dejamos abierto. Una de las cosas que disfruto mucho con estos músicos es que cualquiera de nosotros puede decidir, de pronto, cambiar el rumbo del sonido ya sea a la izquierda o a la derecha del camino planteado.

Sin embargo, la improvisación es también el desarrollo de un lenguaje muy personal, nadie improvisa como Keith Jarrett (1945) en Colonia (Alemania), o como Joe Zawinul (1932-2007), quienes son grandes ejemplos de una improvisación cercana a la composición in situ. ¿Cómo han desarrollado esa habilidad que les permite desarrollar los temas a partir de la improvisación?

MM: Es como si cocináramos, cada uno de nosotros llega con algo, lo pone en la mesa y entre todos hacemos la comida. Eso pasa en cada tema. Lo más importante, a mi parecer, es que nos tenemos mucha confianza, y si uno de nosotros cambia la dirección de lo que hacemos sabemos que estará bien y contribuimos para que esa idea se desarrolle mejor. Eso es lo más divertido para mí, cada ocasión que subimos al escenario siempre es diferente, aunque toquemos los mismos temas. Cada noche es nueva. 

JH: Marc toca el bajo y a veces cambia las notas, le encanta hacer eso. Y yo cuando lo escucho me digo sin dejar de tocar el piano: “¿Qué es lo que está haciendo?” Para mí, lo más importante es que todo el tiempo tenemos muy atentos los oídos, estamos con la mente abierta y esperamos que los demás reaccionen. 

UK: Como si nos despertaran cuando cambian las cosas.

JH: ¿Despertar? ¿En pleno concierto?

UK: Sí, es como hacer un movimiento radical que busca darle frescura cada noche. Es como si jugáramos a las escondidas, uno hace algo y los demás tenemos que encontrar eso que hizo. En realidad, es muy divertido. 

HK: Para mí, también el espacio determina cómo lo hacemos. Por ejemplo, como baterista, si estoy en un foro pequeño hago ciertas cosas diferentes a las que me permito en un escenario al aire libre donde, incluso toco como si estuviera en una banda de rock, especialmente cuando es un tema con cierta fragilidad, me impongo el reto de cambiar su temperamento como si fuera un concierto de rock.

¿Cómo es su proceso de composición?

MM: Actualmente escribo piezas desde un proceso conceptual, soy muy estricto con las ideas que quiero y busco que cada pieza sea diferente. 

UK: Yo trabajo de una manera muy similar. Desarrollo ciertas ideas que dejo abiertas pensando en las habilidades de mis compañeros.

HK: Yo no tengo sus habilidades, soy el baterista. Pero toco el piano y sé de todo esto, sólo que no compongo. Lo que trato de hacer es sentarme e involucrarme en la propuesta y dar lo que me parece queda desde mi instrumento.

UK: ¡Pero te sale hermoso!

JH: Yo no pienso en concepto, pienso más en acordes. No me gusta pensar qué es lo que estoy haciendo, me gusta empezar desde nada, sin una idea previa. Es interesante ver que tenemos muy distintas opciones. 

¿Cómo se involucran con el público? 

JH: Para mí es muy importante comunicarme con el público, hablo mucho en el escenario. Es saludarlo y ver su respuesta en los rostros, es tratar de encontrar la química que hay en el espacio donde estamos. 

UK: Cuando estas en gira, tienes horas de viaje, poco tiempo de intimidad, a veces te encuentras con malos pianos, malos micrófonos, pero cuando empiezas a tocar te das cuenta que es por eso que nos esforzamos tanto. Estamos muy atentos de lo que ocurre con la gente, eso es excitante y hace que cada concierto sea tan diferente. Es un reto y es un gozo.

MM: Venimos abiertos a lo que ocurra y nos ofrecemos al público. Los públicos son diferentes, tienen vidas diferentes, pero todos nos conectamos con la música, por eso estamos aquí. Nos gusta.

Este sábado se presentan a las 17 horas en el Centro Nacional de las Artes como parte del Eurojazz 2020.