«Silencio Radio»

Luego de ser privada del derecho a escuchar a Carmen Aristegui tras su censura de la radio, Juliana Fanjul buscó a la periodista. ¿El resultado?, este documental 

Ciudad de México (N22/Julio López).- El 15 de marzo de 2015 el mundo de la información en México se cimbraba, la empresa MVS daba por terminado el contrato de la periodista Carmen Aristegui, ocho meses antes de concluir y sacaba su programa de radio del aire. El proceso profesional y personal que vivió la periodista, quedó registrado en el documental Silencio radio de la cineasta Juliana Fanjul. 

José Cohen, productor: «Hay que ponerse a pensar en la importancia de la libertad de expresión, la de callar voces, de proteger al periodismo, de la importancia que tiene el periodismo en cualquier democracia libre y, también, reconocer lo que es propaganda y lo que es periodismo.»

El documental busca revelar, más que los hechos, un retrato íntimo sobre una mujer que ha sacrificado mucho por ser fiel a sus ideales; también es un dura reflexión sobre la situación que viven los periodistas y los activistas en México. 

«Esta era de la información en la que la gente ya no tiene atención, una noticia cubre a otra noticia y es difícil, realmente, adentrarse en un tema y obtener la atención hacia un tema es difícil, se me hizo muy importante.»

El filme producido por el cineasta suizo Nicolas Wadimoff, se ha presentado con éxito en el Festival de Zurich y en el festival de IDFA en Holanda; ahora se exhibirá en FICUNAM y luego comenzará su recorrido en varias ciudades del país con Ambulante. 

Nicolas Wadimoff, productor: «Yo pienso que la gente en Ámsterdam, en Zurich, está muy impresionada por su coraje, que lucha siempre, día a día, y que no se para nunca; parecía como una súper woman.»

En 2011, Carmen Aristegui hizo algunos comentario sobre el supuesto problema de alcoholismo del expresidente Felipe Calderón y en 2014 reveló en su propio portal de noticias el reportaje de la “Casa Blanca” sobre un predio valuado en 7 millones de dólares y, supuestamente, adquirido por la primera dama, Angélica Rivera, entonces esposa de Peña Nieto.