Paola Bragado reivindica la labor de las ficheras

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Lección de mambo es el nombre de la exposición de la fotógrafa española en el Centro Cultural de España en México, que muestra la vida de estas mujeres, en cinco ciudades del mundo, entre 2003 y 2018

 

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Ciudad de México (N22/Alberto Aranda).- El Barba Azul, bar emblemático de las noches de la Ciudad de México, es sólo uno de los espacios que ha visitado Paola Bragado y en los que ha retratado a las mujeres que ahí trabajan, Lección de mambo, título de su exposición, se realizó en Reno, Ibiza, Madrid, Barcelona, Berlín y, ahora, la Ciudad de México.

“Empiezo a retratar a estas mujeres, me llamaba mucho la atención cómo bailaban y ha sido como el hilo conductor el baile de todos estos lugares. Más que nada son mujeres que al fin y al cabo sufren una cierta marginación porque bailan. Pueden ser stripper, pueden ser bailarinas árabes, ficheras o gente del espectáculo de Europa del Este.” Mujeres que miden su estilo de vida, lo bueno y lo malo, a través del baile, explica Bragado.  

Además de la muestra, se ha editado el fotolibro en donde las vemos posando pero también empoderadas y alejadas de los estereotipos que una sociedad moralista les impone y que, al mismo tiempo, les demanda estar ahí.

“Al final me ha gustado mostrar ese lado de poder no. Cuando tú estás viendo a estas mujeres bailar delante de ti hay un cierto hipnotismo. Cuando llego a México a trabajar con las ficheras empecé a pensar cómo se les podría retratar hoy que todo mundo tenemos una cámara. Están hartas de que se les fotografié, de que se suban a la red, de que se hagan comentarios.”

Después de recorrer por dos años el mundo, Paola Bragado llegó a México para vivir el trato que se de la a la mujer, no sólo en estos lugares de baile. He notado en México, que es súper triste, el trato que hay a la mujer  físicamente. He ido en metro y me han metido la mano por arriba y por abajo. He ido en bici. Se ha lanzado una moto contra mí. Hay eso de la mujer que es muy bestia en estos lugares. Está todavía más sobre la mesa porque parece que el cliente puede hacer lo que le dé la gana. En otros lugares no les puedes poner una mano encima porque se te cae la poli, y aquí parece que eso no es importante.”

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