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Investigadores de la UNAM promueven este procedimiento por la capacidad de estas células para multiplicarse en grandes cantidades
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Ciudad de México (N22/Redacción).- Un grupo de investigadores de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad León, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) conforman un banco de células madre troncales adultas de origen dentario, informó la casa de estudios a través de un boletín.
La plasticidad y capacidad de estas células para multiplicarse en grandes cantidades las hacen útiles en la regeneración de músculo, piel, hueso, hígado, dientes, y tejido óseo, cartilaginoso, nervioso, adiposo y cardíaco, entre otros, mientras que las del cordón umbilical sólo pueden aplicarse en el tratamiento de enfermedades de origen sanguíneo como la leucemia, anemia y linfomas.
El proyecto, encabezado por René García Contreras, incluye el aislamiento, el cultivo, la caracterización y la criopreservación mediante métodos estandarizados apegados a guías científicas y lineamientos nacionales e internacionales.
Los universitarios pretenden dar servicio a quienes deseen criopreservar sus células de manera indefinida y mantenerlas disponibles para cuando las requieran, con un costo por debajo de los convencionales.
De acuerdo con García Contreras, “la biodisponibilidad de células madre troncales de origen dental tendrá un impacto significativo en la investigación básica en medicina, odontología regenerativa, ingeniería de tejidos y en el desarrollo de posibles terapias clínicas de restitución celular”, se informa en el mismo boletín.
El también responsable del área de Nanoestructuras y Biomateriales del Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria de la ENES, unidad León, explicó que esas células tienen la facultad de auto renovarse y regenerar tejidos, toda vez que tienen la posibilidad de convertirse en diferentes tipos de células de nuestro organismo.
Procedimiento
Al momento de retirar las piezas se exfolia su zona interna, donde se encuentra la pulpa o el nervio, y es ahí donde hay tejido vasto de células madre con multipotencialidad. Una vez obtenido el tejido pulpar de los dientes, se coloca en medios de cultivo ricos en aminoácidos y sueros para proliferarlo. Al cabo de siete días inicia una migración de células del tejido hacia todo el plato de cultivo. Después se llevan a cabo cambios del medio de cultivo cada tercer día, y luego de 15 o 21 días se inicia con la purificación de la cepa de las células, explica García Contreras en el boletín.
Para asegurar que en realidad son células madre, se caracterizan mediante pruebas de diferenciación a linajes celulares: osteogénica (hueso); adipogénica (grasa) y condrogénica (cartílago). “Si llegara a faltar alguno de estos linajes, no se considera célula madre. Ofrecer una segunda opción para el aislamiento de estas células a través de los dientes es una decisión innovadora y llamativa. Contamos con la infraestructura para desarrollar este proyecto y ya tenemos pacientes que han solicitado el servicio, que por el momento se ofrece de forma gratuita”, aclaró el experto.
Es recomendable hacer este proceso en pacientes jóvenes, pues entre más lo sean, mayor es el acierto al aislarlas. También puede efectuarse en personas mayores, aunque el éxito se reduce significativamente, concluyo el científico García Contreras.
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