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La directora sueca habla sobre cómo el hecho de que detrás de la cámara esté una mujer transforma todo el punto de vista del cine erótico
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Guadalajara (N22/Julio López).- Guionista y productora independiente, la sueca Erika Lust, nacida como Erika Hallqvist, es considerada como una de las pioneras en el movimiento de la pornografía feminista. Es también escritora y egresada de la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad de Lund, especialista en derechos humanos y feminismo. Tuvimos oportunidad de charlar con la directora de cine que actualmente vive y trabaja en Barcelona y que visitó Guadalajara a propósito del FICG 33
¿Cómo fue tu entrada a la industria del porno?
Es una historia muy larga. Estudiaba en Suecia Ciencias Políticas y estaba en una etapa de mi vida en la que la sexualidad me interesaba mucho. Tenía un típico novio que una noche vino con un DVD y propuso que mirásemos juntos una película porno. Yo la mire y la verdad es que mi cuerpo reacciono, se calentó, le gustó pero al mismo tiempo no me gustaron las imágenes que estaba viendo había algo en ese película que a mí me fallaba. Cuando me puse a analizar por qué me di cuenta que faltaba el papel femenino y la sexualidad femenina. No estaba representada en esas imágenes. Si tu miras la estructura principal del porno mainstream es casi siempre sobre el hombre y sobre el placer del hombre, él es la figura principal la mujer está ahí para satisfacerlo, para darle placer pero no es sobre ella, no es sobre sus fantasías no es sobre su deseo, sobre su placer. En ese momento me di cuenta que era eso lo que yo quería cambiar. Yo quería ver películas eróticas, adultas pero desde el punto de vista femenino.
¿Cómo logras transmitir al espectador ese punto de vista femenino?
Con mujeres detrás de las cámaras, es casi tan fácil como eso. Es una industria muy manejada por hombres, los hombres son los productores y los directores. Están todo el tiempo repitiendo sus fantasías y sus visiones. Si cambias ese punto de vista y empiezas como mujer a contar nuestras historias toda la perspectiva cambia. Yo suelo decir que para mí es importante la participación de las mujeres detrás de la cámara y en todos los papeles principales y, además, es como tú eliges como cineasta mostrar a las mujeres en pantalla, la representación del placer femenino, estos dos componentes cambian todo.
¿Qué relevancia cobra el guión en tus películas?
A mí siempre me ha gustado el cine, me apasiona y me gustan mucho las herramientas que el cine me da para contar historias. Trabajo mucho con el desarrollo de los personajes, con un contexto. ¿Quiénes son estos personajes? ¿Por qué se desean? ¿Por qué se quieren? ¿Porque hay esta pasión tan fuerte?
Tu incursión como productora en el cine porno se ha vuelto un acto de resistencia. Haz trazado un camino para otras mujeres.
Después, con el tiempo, se ha vuelto un proyecto mucho más político porque realmente he entendido que no es un tema personal, sino que forma parte de una estructura mucho más grande y estas visiones de muchas mujeres. Es importante apoyar a otras mujeres a entrar a este mundo, es muy importante.
¿Qué tan difícil ha sido no repetirse, tomando en cuenta tu larga filmografía?
Si miras mis cortometrajes, tengo hechos más de cien, cada uno es muy particular y tiene su propio estilo. He trabajado muchos géneros diferentes, tengo algunos que hasta son más documentales, otros que son más de género puro, a veces jugando con la fantasía o el terror a veces con el cine noir. Cambia mucho, es difícil decir algo en común para todo. Lo que puedo decir es que trabajamos muchos la visión, la imagen, la iluminación, cómo vamos a ver ese mundo erótico en la pantalla. Al igual que con la comida, la diferencia entre un Burger King, un McDonalds o un pequeño restaurante de familia, los dos sirven comida pero las diferencias son todas, desde donde vas a comprar los ingredientes, en qué mercado, como has decorado la habitación, como pones la mesa. Lo que te puedo decir es que lo que hago yo es cercano al cine indie, cercano al cine de autor, está hecho con todo el cuidado, toda la pasión que yo y mi equipo damos.
Las actrices son el epicentro de tus películas, ¿cómo es el proceso para seleccionarlas?
Elegir a las actrices es un proceso largo. Tengo en mi oficina en Barcelona un talent manager que trabaja conmigo. Conocemos personalmente a toda la gente que se nos acerca, les hacemos entrevistas, averiguamos quiénes son, qué tipo de sexualidad tiene, qué les gusta, qué no le gusta, preguntamos siempre, y también con quien le gustaría rodar una película para poder encontrar esa química tan pura que sólo hay entre gente que realmente se desea. Yo creo que ese es un componente muy importante. Después viene todo el proceso ético: qué hay de información, para avisarles tanto a los actores como a las actrices qué va a pasar ese día de rodaje, de preparar el papel, de enviar el guion, que lo aprueben, que estén de acuerdo con lo que va a pasar. Se cuidan hasta pequeños detalles como preguntar si quieren usar condones o qué tipo de lubricantes. Es todo el cuidado que vale la pena
Las nuevas tecnologías han cambiado las narrativas audiovisuales, ¿has pensado incursionar en el porno en realidad virtual?
Efectivamente, me interesa y ahora mismo estoy explorando un primer proyecto que posiblemente voy a realizar esta primavera, en realidad virtual.
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