La historia de un tenista que odiaba el tenis: Andre Agassi

Por Alberto Cruz
El ex tenista estadounidense Andre Agassi
se planteó plasmar en papel sus memorias poco tiempo después de haberse
retirado del tenis. Open (Duomo Nefelibata, 2014) aborda la lucha que libró Agassi desde que era niño hasta convertirse en uno de los más grandes
tenistas a nivel mundial. A pesar de haber conseguido un éxito extraordinario,
en este libro él mismo reconoce que odió el tenis durante mucho tiempo.
Gracias a su padre, obsesionado por
convertir a su hijo en un gran tenista, Agassi entrenó desde que pudo sostener
una raqueta. Una máquina, inventada por su padre, a la que llama “El dragón”,
le lanza cerca de 2,500 pelotas diarias. La presión por parte de su padre lo
obliga a convertirse en tenista sin tener otra opción.
Procedente de Las Vegas, en una casa en
medio de la nada pero con el espacio suficiente para construir una cancha de
tenis, el pequeño Andre, junto a sus hermanos mayores, tuvo que someterse a los
deseos de su padre: jugar al tenis. Tuvo que aprender a vivir odiando ese deporte
porque, según él, no tenía otra opción.
Sus primeros partidos los jugó demostrando
ser un prodigio y, al vencer a todos sus contrincantes a nivel local, su padre
lo envió a la Academia Bollettieri. Su adolescencia comenzó ahí, donde destacó
por su juego y llamó la atención de Nick Bollettieri, quien se convirtió en su
instructor.
Pero una vez más alguien decidía por él
en que se convertiría en una estrella del tenis, así que la respuesta inmediata
fue su etapa de rebeldía, se rapó el cabello con un mohicano, comenzó fumando
porros, bebiendo alcohol y colocándose un piercing en su oreja. A los 14 años
dejó la vida académica definitivamente y dos años después se convirtió en
jugador profesional sin vuelta atrás.
A esta altura la decisión estuvo en sus
manos, él mismo abandonó la escuela y continuó con el tenis. Rápidamente
asciende y comienza a cosechar sus primeros logros. Un contrato con Nike, su
primera gran victoria y contratos publicitarios.
Agassi en repetidas ocasiones señala que
el tenis es un deporte solitario, donde el contrincante está muy lejos y su
instructor no puede estar dándole instrucciones durante el partido. Es por ello
que se rodea de personas que le ayudan, un equipo que esté disponible para cuando
no esté jugando.
Su séquito de gente que va con él a todas
partes está conformado por Gil, su entrenador corporal, Perry, su amigo de la
infancia, Philly, su hermano, John Parenti, inicialmente pastor de una iglesia
y el instructor de tenis que esté con Andre. Además de su esposa e hijos.

Open es la confesión de un ex tenista que
tuvo una vida que no eligió; están plasmados sus miedos, sus más profundos
secretos que mantuvo bajo llave durante casi 30 años de carrera. El más
relevante podría ser el consumo de metanfetamina que Agassi negó ante la
Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en 1997 quienes no le impusieron
castigo alguno.
Otro de los puntos que llaman la atención
de esta obra es que Agassi publicó lo que pensaba de los partidos, de los
contrincantes y de lo que sucede en los vestidores. Es una serie de datos
extraoficiales que pueden valer mucho para los aficionados del tenis.
Sin embargo, no todo es sobre el tenis,
se incluye su matrimonio con Brooke Shields, después con la tenista Steffi Graf
con quien tiene dos hijos, así como sus manías, sus pláticas entre amigos, el
tiempo libre y sus deseos más profundos.
Gracias al periodista J. R. Moehringer,
premio Pulitzer, la historia de Andre pudo ser concebida. El libro resulta ser
una historia que no sólo llama la atención de los aficionados del tenis o de
Andre, sino de cualquier persona que pueda encontrarse en una situación tan
inflexible.
 Imágenes: http://bit.ly/21nkqzP
                   http://bit.ly/1UZDhkG
                   http://bit.ly/1QSCiNW

                   http://bit.ly/1RVGW03
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