Felipe Cazals y Alfonso Cuarón disertaron sobre «Canoa» en el FICG

«…Basta con decirte que Canoa es una película sin precedentes en el cine mexicano”, comentó el director de Gravity.
Por Julio López
Ciudad de México, 11/03/16, (N22).-  El Teatro Diana luce
abarrotado, Alfonso Cuarón, el flamante cineasta mexicano ganador del Oscar
comienza la charla declarando que el cine de Felipe Cazals lo ha influenciado
tanto  que incluso le ha pirateado ideas.  
“Fue un parte aguas en mi
formación. Fue una película que me confrontó con un cine mexicano que no
conocía y basta con decirte que Canoa
es una película sin precedentes en el cine mexicano”, comentó el director de Gravity.
Cuarón se toma su papel en
serio, se nota que preparó su entrevista y poco a poco Cazals va revelando sus
secretos, habla sobre cosas poco conocidas que cautivan, conmueven y hacen reír
a los asistentes.
-Ahora cuéntame tu
relación con el cura. Hay un cura en la película- dijo Cuarón.
¿De veras quieres que te
cuente?- agregó Cazals y continuó-  Ya
pasaron 40 años. Meses antes de comenzar la filmación, nos faltaba una
información directa que es hablar con el mero mero. Finalmente decidimos Tomás
y yo entrevistar al padre Meza. La película era todavía muy remota. En aquel
tiempo (los que tienen mi edad) recordarán que las grabadoras eran muy
grandotas, difíciles de cargar y en la cocina del padre Meza, en San Miguel
Canoa, Tomás Pérez Turrent tenía la grabadora y por una manga salía el
micrófono y hablábamos de muchas cosas y el cura nos hablaba de las infamias
que se había escrito de su persona. Nosotros escuchábamos. Repentinamente se
nos quedó viendo, fue al trinchero, bajó una 4.5 cortó cartucho y la puso sobre
la mesa.
“Lo evidente es que si él
hubiera descubierto que lo estábamos grabando nuestra suerte estaba echada ese
día”, agregó Cazals.
El maestro Cazals  es bueno evadiendo preguntas pero Cuarón no
quitó el dedo del renglón. Lo cuestionó sobre las cartas de amor que le
enviaban, que no son otra cosa que amenazas recibidas durante ocho meses.
“Si alguien ha padecido
esta suerte, esta mala suerte, la presión que siente uno es tanta que es como
si en verdad lo hicieran. Al cabo de un tiempo cesaron los anónimos, los he
conservado. Quién los escribió tenía buena letra”, concluyó Cazals.

Al final de la charla el
público se puso de pie para ovacionar a los conferencistas.
Imagen:http://bit.ly/1Mcd2jX
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